36 Hawái (1ª parte)

Le narre el juicio completo a Derek mientras él conducía a su casa. Le había pedido a Carter que llevara a los niños y se quedara con ellos mientras el iba a mi departamento a acompañarme.

—¿Crees que ese hombre orquesto no solo los asaltos sino también la irrupción a los departamentos?

Mire por la ventanilla intentando encontrar otra explicación, los asaltos era algo lógico pensar eso, pero, lo que había pasado con Daisy y aquel gato en mi departamento era no solo espeluznante, también hablaba de una mente torcida y peligrosa.

—No lo sé, había tenido clientes iracundos antes… pero ninguno se había atrevido a tanto jamás, amenazar es una cosa, cumplir las amenazas es algo que no cualquiera se atreve a hacer.

Derek coloco su mano suavemente sobre la mía cuando el semáforo se puso en rojo.

—No mentí hace un momento cuadro dije que nos iríamos a Hawái de forma anticipada, pero, no quiero que sientas que estoy imponiéndote nada, si quieres quedarte para ver como va el rumbo de las investigaciones permitirme acompañarte y cuando no pueda estar presente deja que te ponga un par de guardaespaldas.

Sonreí por su comentario y tras moverme en el asiento del copiloto bese su mejilla.

—Vamos a Hawái… no quiero ponerte en riesgo o a los niños, Stephen y Alex pueden hacerse cargo de todo, además no tengo mas clientes… había dejado mi agenda libre para el viaje de la próxima semana así que…

Derek sonrió y al ver que el semáforo se ponía en verde puso la velocidad y avanzamos. Continuamos conversando, por el resto del camino, realmente comenzaba a adorar el modo en que escuchaba con calma y atención cada una de las palabras que decía.

—¿No te aburre escucharme hablar de mi trabajo? —pregunte en tono suave, él sonrió con tal ternura que hizo que mi corazón se detuviera.

—No, de hecho lo encuentro fascinante.

Derek giro para tomar la vereda a su casa mientras decía aquello, mientras tanto yo, me regocijaba por lo que el acababa de decir.

Al llegar a la entrada de la casa, vi como Adrien y Cassie nos esperaban con emoción, me baje primero del auto después de que Derek se estaciono junto a la puerta de la casa. Los niños corrieron hacia mi y se agarraron cada uno a una de mi piernas, mire a Carter buscando la razón de la desesperación que el saludo de los niños reflejaba.

—Vieron las noticias en la escuela—susurro.

Me agazape y los abrace a ambos.

—Estoy bien—dije en tono bajo y bese sus pequeñas cabezas. Ambos sonrieron y sin decir nada corrieron a saludar a su papá quien nos observaba desde las escaleras del pórtico.

Entramos a la casa seguidos de cerca por Carter.

—Nos iremos mañana a Hawái, habla con el director y dile que las escenas que faltan mías las grabare cuando regresemos de las grabaciones allá. También necesito que arregles el asunto del hotel y los boletos de avión.

Carter me miro por el rabillo del ojo, me fulminaba; en realidad no podía culparlo, estaba interfiriendo con la agenda de Derek, y provocando que su trabajo se complicara. Sintiéndome un poco culpable camine hacia el comedor donde los niños jugueteaban alrededor de las sillas.

—Elaine… ¿te duele? —pregunto Cassie y se acerco a mi intentado tocar mi pómulo. Negué con la cabeza y le sonreí.

—¿Qué quieren cenar? —pregunte mientras me subía las mangas de la blusa. Los niños me miraron con ojos soñadores y corrieron hacia mi.

—¡Pizza! —gritaron al unísono haciéndome reír.

Mire a Derek quien se acercaba con una sonrisa traviesa.

—Bueno, entonces pizza… doble queso y champiñones—dijo riendo mientras los niños corrían a decirle al ama de llaves que comeríamos pizza.

Los observe irse y me gire para mirar a Derek, me preparaba a disculparme por arruinar su itinerario cuando el poso sus labios sobre los míos con suavidad. Sonreí por dentro.

—Mi hermana vendrá a verte—informo—. Me preocupa mucho ese costado, ¿crees que no he notado que respiras con cierta dificultad? —Me encogí de hombros y le sonreí—… Le pedí a Carter que arreglara que tu clienta sea entrevistada con la agencia.

Lo mire fijamente y no pude evitar arrojarme a sus brazos con efusividad haciéndolo retroceder un par de pasos.

—Realmente, te amo—susurre, lo dije totalmente sin pensar y por un segundo temí haberme pasado de la raya. Derek me estrecho mas fuerte y tras colocar su frente en la mía suspiro.

—Realmente… me encanto escucharte decir eso… dilo de nuevo—musito.

—Te amo—susurre contra sus labios antes de besarlo.

Cenamos con calma viendo televisión, los niños se acurraron a mis costados y se quedaron dormidos, Adrien estaba aplastando un poco mi costado por lo que estaba luchando contra el dolor, Derek se percato, se puso de pie y cargo primero al pequeño para acostarlo en su cama, yo lo ayude llevando a Cassie con lentitud, una vez que acostamos a los niños bajamos de nuevo a la sala, estábamos a punto de sentarnos en el sillón cuando el timbre sonó, Derek les había dado la noche libre a las personas del servicio por lo que el mismo fue a abrir la puerta. Una mujer alta y robusta me miro en seguida, trague saliva al reconocer sus facciones.

—Jocey, pasa—dijo Derek mientras se hacia aun lado para dejarla pasar —Elaine, ella es Jocelyn mi hermana mayor… Jocey ella es Elaine, mi… mi novia.

La mujer entro y se acerco a mi para estrechar mi mano, sus ojos eran inquisitivos pero amables, era una combinación extraña.

—Es un placer conocerte—dijo en tono melodioso, tenia una voz aguda y suave, muy femenina. Le sonreí como respuesta.

—El placer es todo mío.

Jocelyn se acerco a mi y comenzó a examinar mi pómulo con detenimiento para después mirar a Derek por el rabillo del ojo.

—Sal de aquí, necesito examinarla y me pones nerviosa.

Derek levanto los brazos en signo de rendición y tras darme un beso en la frente salió de la sala rumbo a la cocina. Jocelyn se giro y me miro fijamente.

—Necesito ver tu costado, Derek me dijo que te golpeaste muy fuerte.

Asentí y me quita la blusa con rapidez. Sentí el tacto frio de sus dedos en mis costillas, el dolor era menor, pero aun sentía muy rígida esa parte de mi cuerpo.

—El paramédico dijo que debía ir al hospital para que me tomaran placas pero, no le hice caso, debía llegar al juzgado así que…

—No te preocupes, no tienes fracturas, el golpe solo sumió un poco tu costilla, es normal, necesitas reposo y analgésicos. Te los prescribiré y le diré a ese atolondrado hermano mío que te los compre cuanto antes.

Me reí a carcajadas. Sabia que Derek no había pasado mucho en su casa y me causaba cierta curiosidad saber como habían llegado a ser tan cercanos con las circunstancias como habían estado.

Jocelyn se percato del modo en que la observaba y sonrió.

—Me alegra que aparecieras en la vida de mi hermano… él es mas sensible de lo que aparenta y no quisiera que volvieran a usarlo como lo hizo Abigail.

—Yo jamás haría nada para herirlo—dije en tono bajo —. Yo también me alegro que el apareciera en mi vida, solo me preocupa que mi presencia le afecte de forma negativa, después de todo soy la bogada que lo divorcio y acabo de hacer que altere su itinerario.

Jocelyn sacudió la cabeza divertida.

—Yo no creo que eso sea un problema, siempre y cuando tu no sientas mal de tener que aceptar a los hijos de otra mujer.

—Adrien y Cassie… los amo mucho mas que a su padre—dije en susurro, haciendo que Jocelyn riera aun mas fuerte.

—Me alegra escuchar eso, pero no se lo digas o se sentirá delegado.

Ambas reímos y caminamos hacia el comedor donde Derek fingiendo no escucharnos preparaba tres tazas de café con una dedicación increíble.

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