16 Erase una vez… 10 años (4a parte) Capitulo especial

Al día siguiente de aquella horrible escena, la tía Anneth llamo a la firma y a la universidad para informarles que Elaine estaba enferma y no podría asistir por el resto de la semana a las practicas. Tanto los profesores como el responsable de los practicantes conocían bien la persistencia de Elaine por lo que no dudaron de su enfermedad; seguramente debía estar muy mal para faltar, la habían observado asistir a clases aun con fiebre.

A Elaine le tomo un par de días procesar todo lo acontecido, lloro y lloro… se reprocho a si misma una y otra vez su exceso de confianza y su torpeza hasta que finalmente se convenció a si misma de levantar el rostro y continuar, había sacrificado mucho en busca de su sueño, y no podía simplemente dejar que alguien como Steve se interpusiera… debía volver al bufete, terminar sus practicas, presentar su examen, titularse, convertirse en miembro de una firma famosa, abrir su propio bufete y… definitivamente vengarse. Con esas ideas en mente se presento en la firma, Elaine hizo caso omiso de los chismes y habladurías pues estaba decidida a terminar con las practicas, solo debía soportar una par de semanas mas, pero los rumores sobre ella siendo abandonada por una rubia voluptuosa en ocasiones eran demasiado para sus nervios, por fortuna Steve estaba fuera asistiendo en un caso por lo que no había tenido que verlo.

Casi una semana después cuando Elaine pensaba que la suerte le sonreía, llamaron a todos los practicantes y empleados de la firma a la sala de juntas, creyendo que quizá expondrían algún caso en el que necesitarían de alguno de ellos; sin embargo fue testigo del anuncio del compromiso y la fecha oficial para la boda de Steve y aquella rubia con cara de idiota.

—¿Te encuentras bien? —pregunto la recepcionista al notar que Elaine apretaba los puños con tal fuerza que sus nudillos se estaban poniendo blancos—Esos malditos… esto es un bufete de abogados, no un circo; a nosotros que nos importa con quien va a casarse la hija del director.

Elaine miro a la rubia y sonrió, relajo sus manos

—Entonces esa es la famosa señorita Vanderbel—murmuro Elaine—. Supongo que también debí prever eso—mascullo y miro al frente, el dolor que ella se había convencido que ya no existía volvió con mas fuerza, dificultándole incluso respirar.

—Una vez anunciado este feliz acontecimiento, quisiera decir que… supongo que todos saben que mi hijo es un casanova, por lo que les pido que ninguna de ustedes se rebaje y si han tenido algo que ver con él… pasen a la oficina de su responsable, él les dará la carta de terminación y daremos por terminada la practica con la mayor de las calificaciones—Los ojos del señor Clarg se clavaron en el rostro de Elaine, mientras todos a su alrededor carraspeaban por aquel dardo tan poco disimulado lanzado directo a Elaine —. Les agradecemos su atención… vuelvan a sus actividades.

Elaine entrecerró los ojos, sus manos temblaban, ella no sabia si era debido a la ira o al odio. Camino directo a la oficina del supervisor de practicantes, aunque su tutor era el imbécil de Steve, preferiría morir antes de tener que volver a dirigirle ni siquiera una mirada, por lo que le tomo la palabra al señor Clarg, simplemente tomaría la carta de terminación y se largaría de ahí; después de todo si el director del bufete permitía que su consuegro usara su firma para hacer algo tan ridículo como anunciar el compromiso de su hija en su lugar de trabajo, ya no sentía deseo alguno por aprender algo de esos payasos.

Steve observo a Elaine salir de la sala y apretó los puños, todo había salido mal… si tan solo ella no hubiera aparecido en el departamento sin avisar.

—Parece que tu novia entendió la indirecta de tu padre—dijo Tiffany riendo.

—No comiences—siseo Steve. Estaba cansando de esa mujer manipuladora, sino fuera por que era buena en la cama y su padre insistía con su matrimonio, realmente ya se habría alejado de ella desde hacia varios años.

—Oh… querido, no me digas que estas triste por que esa don nadie ya no se digna a mirarte, mira que eres todo un caso, si yo fuera ella, te habría pateado las bolas por lo que hiciste.

Steve sacudió la cabeza confundido.

—Si te refieres a ti… tu no significas nada para mi. Yo la amo a ella.

Tiffany rio y le dio un golpe leve en su hombro.

—Entonces ódiala… creo que eso le ayudaría mas— dijo riendo y se giro hacia a él acercando lentamente su rostro—. Los hombres si que son estúpidos… por supuesto que no es por que la engañaras, digo, creo que cualquier mujer seria capaz de perdonar que su novio en realidad este comprometido. Después de todo la monogamia va en contra del instinto natural de los seres humanos pero… lo que tu le hiciste a esa tipa, bueno, eso esta en otro nivel.

—Déjate de tonterías y ve al grano—Tiffany le mordió el labio inferior y después rio al verlo alejarse disgustado mientras limpiaba la sangre de su boca.

—Muy bien, ya que insistes, voy a deletrearlo para ti, chica conoce a un idiota que la enamora, la chica es una santurrona así que a él le cuesta mucho trabajo hacer que ella baje sus pantaletas, por fin, después de mucho trabajo el chico lo logra y… como la bestia que es… ¿Quieres que continúe?— Steve desvió la mirada —. Digamos que si tu novio te ultraja de esa forma aun sabiendo que es tu primera vez y justo cuando por fin decides dejarte de tonterías y entregarte; bueno, creo que ser violada es mas fácil cuando no conoces al infeliz, por que ser agredida por alguien en quien confías… sinceramente, ¿Me pregunto como es que ella esta manejando todo eso en este momento? Hace un momento no me pareció muy deprimida que digamos, sinceramente esperaba enterarme de algo jugoso… como que trato de cortarse las venas o ahorcarse.

Steve miro a Tiffany y sin decir palabra alguna salió tras Elaine, pero su padre se interpuso de inmediato, impidiéndole el paso.

—¡Basta! Regresa a tu sitio y déjate de ridiculeces.

Steve miro a su padre con odio.

—No siempre seré tu juguete.

Mientras tanto Elaine recibió su carta de terminación y salió del bufete. Camino de regreso a su casa mientras se hacia varias promesas a si misma.

Jamás volvería abrir su corazón a nadie.

Nada seria mas importante que su carrera… y

Jamás volvería a mostrar debilidad a ante nadie.

Con ese nuevo dogma, Elaine se transformo, ella siempre había sido dulce y atenta, ahora tras construir una muralla alrededor de su corazón en la superficie se convirtió en un iceberg andante. Retomo su gusto por la lectura, regreso a la universidad, estudiaba día y noche, sin comer o incluso sin dormir, igual a un robot. Elaine comenzó a ponerse una meta tras otra y cada vez que llegaba a su objetivo se ponía una aún más difícil.

Alejada de todos a su alrededor, a penas intercambiaba palabras con su tía y hermanos, si estaba en casa se encerraba en su habitación y si tenia que estudiar acampaba en la biblioteca de la universidad. Su tía estaba preocupada, al principio había creído que Elaine estaba superando lo ocurrido con Steve de forma exitosa, pero con el paso de los meses se dio cuenta que no estaba superando nada, por el contrario, Elaine estaba huyendo de su dolor y decepción, trato de hablarlo con ella pero aunque vivían en la misma casa, se habían convertido en extrañas, y con sus hermanos era exactamente lo mismo.

Elaine se había encerrado en una burbuja hasta que su hermana llego una tarde llorando y con un ojo morado, fue entonces cuando algo pareció re activarse en Elaine.

Clara les relato a ella y a su tía Anneth lo que había sucedido, Elaine escucho con calma mientras tomaba nota, había pensando seriamente en hacer una maestría en leyes de lo familiar por lo que al escuchar a su hermana su mente comenzó a idear un sin fin de estrategias.

—¿Dónde esta él ahora? —pregunto mientras continuaba anotando en su libreta.

—No lo sé, salió hecho una furia de la casa cuando lo golpee con el florero.

Elaine examino de cerca el rostro de su hermana, se puso de pie y llamo a la policía.

—Voy a enseñarle una lección—siseo mientras tomaba fotografías del rostro de su hermana.

Tanto su tía como Clara la observaban comportarse como un detective.

—Cariño tu no puedes representar a tu hermana, recuerda que se necesita un abogado con licencia para llevar a cabo cualquier tipo de demanda.

Elaine sonrió sorprendida por el comentario de su tía.

—Ya tengo mi licencia—susurro y clavo la mirada en el piso de la cocina del departamento —Lamento no habértelo dicho, me gradué a principios del mes pasado… como no estaba segura de si quería hacer la maestría o no, he estado tomando clases de psicología infantil.

Clara y tía Anneth la miraron incrédulas, sabían que la comunicación no era buena desde lo de Steve pero llegar al grado de no decirles sobre su graduación, ambas tenían deseos de ahorcarla pero temían que si eran sinceras al respecto ella se alejaría aun más. Mientras tanto Elaine miro a su hermana directamente a los ojos.

—Clara… con las pruebas y los antecedentes puedo hacer que el maldito vaya a la cárcel preventiva, serian seis meses, en mi opinión eso seria un castigo perfecto y la clara advertencia de lo que le pasara si vuelve a levantarte la mano.

Clara asintió. Elaine comenzó con su estrategia. Fue así como comenzó su racha… ese primer caso ganado seria el principio de su exitosa carrera. El juez así como los oficiales y mejor ni hablar del abogado de su cuñado quedaron impresionados por el desempeño de Elaine durante el desahogo de pruebas pre juicio. Su cuñado fue condenado a cinco meses de cárcel y una multa. Clara le pidió a Elaine que se quedara con ella mientras decidía si una vez que su esposo saliera de la cárcel, le pediría el divorcio, aunque al principio Elaine estuvo tentada a negarse se sentía culpable por haberles ocultado algo tan importante como su graduación; aunque no asistiera a la fiesta… no debía haberle ocultado a su familia algo como eso.

Durante los siguientes dos meses Elaine y Clara comenzaron a convertirse en las mejores amigas, Elaine continuaba asistiendo a sus clases y cuidaba de su sobrino mientras Clara atendía la pastelería. Por fin todo parecía ir bien, hasta que una noche, después de acostar a su sobrino, decidió leer un poco mientras esperaba que su hermana llegara, comía un sándwich de mantequilla de cacahuate, un dolor intenso en el estomago la hizo levantarse del sillón, intento acercarse al teléfono para llamar una ambulancia pero el dolor era tan penetrante que termino cayendo cerca de la mesa y retorciéndose mientras sostenía su estomago con fuerza, al encogerse se percato que el pantalón de su pijama estaba lleno de sangre. Su mente se nublo y todo se torno oscuro a su alrededor.

Clara entro en el departamento arrastrando los pies, sus ojos se sorprendieron al ver que la luz de la sala estaba apagada, camino hacia el apagador, la sala se ilumino, Clara pego un grito al ver a su hermana tirada en el suelo sobre un charco de sangre, corrió hacia el teléfono y llamo a una ambulancia. Corrió hacia Elaine y acomodo su cabeza en sus piernas, no sabia que mas hacer, por fortuna la ambulancia llego solo unos minutos después, los paramédicos comenzaron a atender a Elaine enseguida.

—¿Qué es lo que tiene mi hermana? —pregunto Clara mientras observaba a los paramédicos tomar los signos vitales de Elaine y tocar su vientre.

—Señorita debemos llevar a su hermana enseguida al hospital, esta sufriendo de sangrado severo, si no nos damos prisa podría perder a su bebe.

Los ojos de Clara se abrieron por la sorpresa.

—¿Bebe? No, es imposible, mi hermana no esta embarazada—respondió Clara mientras colocaba su mano en el vientre de Elaine, no estaba abultado, tampoco había escuchado de su tía que ella tuviera nauseas o algo que indicara que estaba embarazada—. Por favor, ayuden a mi hermana—suplico mientras observaba a los paramédicos acomodar a su hermana en la camilla con rapidez. Corrió hacia la habitación arropo a su pequeño y salió con el en brazos lista para subir a la ambulancia.

Elaine recupera la conciencia mientras el paramédico le colocaba una intravenosa. Se quito la mascara de oxigeno y miro a su hermana.

—¿Qué… que es lo sucede? —pregunto con un hilo de voz, Clara no había notado lo pálido de su rostro hasta que ella le hablo.

—Tranquila… todo estará bien, ¿Por qué no me lo dijiste? —pregunto Clara intentando no sonar demasiado agresiva. Al ver que Elaine no era capaz de mantener los ojos abiertos acomodo a su pequeño hijo en uno de sus brazos para poder acariciar el dorso de la mano de su hermana—. Estas embarazada Elaine—murmuro.

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