44 Epilogo

En algún lugar de Nueva York alguien observa la televisión, mientras lima sus uñas con ahínco, mientras que en alguna parte de Miami un hombre y su esposa observan escuchan las noticias mientras desayunan.

"Y ahora en los espectáculos, el actor Derek Evans acaba de dar a conocer por medio de su equipo de publicidad, que contraerá matrimonio dentro de un mes en Hawái con nada mas y nada menos que la abogada Elaine Tullor; hace algunos días, la abogada se volvió famosa al representar a Christina Brown, una joven cantante de teatro musical que afirmaba haber sido abusada por el productor Cliffor Starlight. Según nuestras fuentes, ella y Derek Evans se conocieron hace algunos meses, cuando ella lo represento durante su divorcio de Abigail Jones.

Esta noticia si que cae como plomo, pues con la terminación del rodaje de su mas reciente película, Derek Evans anuncio también su retiro temporal del espectáculo, ya que según el mismo comunicado, desea dedicarse a su familia por un tiempo. Estoy segura de que muchas fanáticas estarán decepcionadas al escuchar sobre esto, pero también creo que muchos recobraran la fe, pues este tipo de romance solo se ve en los cuentos de hadas"

—¿Escuchaste eso?. Parece que tu ex se va a casar de nuevo—La mujer que limaba sus uñas ahora apretaba los puños con furia.

—Creo que esa perra no entiendo con el gato… me parece que tendremos que hacer algo un poco más drástico—siseo la mujer y se giro para observar al hombre que la miraba desde el umbral de la cocina.

—Pues tu dirás… yo tengo muchas ideas, después de todo esa ramera me metió a prisión y ayudo a que mi esposa regresara con mis hijos a Colombia, si hay algo que deseo es… hacerla sufrir.

—Elaine se va a casar con Derek Evans, si que eso es tener suerte, de haber sabido que ser mustia trae buena estrella, tal vez la hubiera dejado tenerte—La rubia le sonrió a su esposo, ella estaba disfrutando bastante al ver el rostro molesto del hombre.

—Cállate—rugió el hombre mientras se ponía de pie, salió de su casa propinándoles un azotando a la puerta y arrancando su auto tan rápido y fuerte que un rechinido de llantas inundo la casa entera. La rubia sonrió y se llevo la mano a la frente.

—Espero que nos invites a tu boda Elaine, creo que podría tratar de arrebatarte a tu hombre una vez mas.

avataravatar