25 El pasado se deja atrás

Buscando recuperar un poco el aliento despegue mis labios de los de Derek y suspire, sentí como el rozo su frente con la mía.

—Sabes algo… creo que eso fue…—comenzó a decir, pero lo interrumpí abrazando su cuello con mis brazos, su calor me reconforto, él me envolvió con los suyos y se rio por lo bajo —. Dime algo, ¿Quién era ese tipo? Tengo la sensación de que su aparición te afecto más de lo que quieres aceptar.

Despegue mi cuerpo del suyo y lo mire a los ojos, había preocupación reflejándose en ellos.

—Es… mi ex novio—susurre —. ¿Recuerdas… recuerdas aquel día en tu casa? —pregunte.

Derek asintió con seriedad. Estaba a punto de compartir algo que solo Clara sabia, así que, mi corazón latía tan fuerte que podía escuchar el golpeteo en mis oídos. Me estaba tomando mas de lo que pensé poder sincerarme; sin embargo, Derek solo tomo mi mano y beso el dorso con delicadeza.

—No necesitas decirme sino te sientes preparada… solo me preocupa que lo que acaba de ocurrir sea a causa de que te sientes triste, por qué, si fue así, entonces acabo de aprovecharme de un momento de debilidad.

Me reí y me acerque de nuevo a su rostro, bese sus labios con lentitud.

—No, no es así… yo te bese… y lo hice por que es algo que quería hacer—musite junto a sus labios, y los observe cuando se curvaron hacia arriba en una sonrisa tan tierna que me hizo sonreír a mi también —. No puedo mentirte, obviamente que él se apareciera aquí de pronto, me sorprendió, pero, solo ayudo a darme valor para dar el paso. Escucha, cuando te conocí pensé que serias un cliente más, cuando supe sobre tu situación me propuse ayudarte a poner a tus hijos a salvo a como diera lugar, cuando conocí a tus hijos me derrumbe… ellos me hicieron recordar lo que había perdido, y mientras me revolcaba en mi dolor de nueva cuenta, fuiste tu quien me dio aliento, me reconfortaste y eso me hizo pensar: Lo que voy a contarte es algo que solo mi hermana Clara sabe y que me gustaría que tu supieras por que no quiero que haya secretos entre tu y yo.

Derek me miro y acaricio mi mejilla con la punta de sus dedos.

—Puedes decirme lo que sea.

Me senté recta en la silla y mire hacia la sala, tía Anneth realmente parecía disfrutar de su fiesta así que no había peligro de que saliera al balcón huyendo de los invitados.

—Tal y como escuchaste que Anne dijo aquel día, yo tuve un hijo, Steve era el padre… pero murió a los pocos días de haber nacido, nadie sabia que estaba embarazada, ni siquiera yo, digamos que mi hijo no fue concebido de una forma ortodoxa, y en seguida de esa amarga y traumática experiencia me entere que él estaba comprometido e iba a casarse, por lo que, decidí que no dejaría que esa situación me venciera y me dedique a estudiar, me sumergí en mis metas para evitar mi dolor y estaba tan ocupada ocultándolo y tratando de superar mi corazón roto, que ni siquiera me percate que estaba embarazada… ¿a quien demonios le pasa eso?, sin cuidado prenatal, y con una madre obsesionada con ser la mejor abogada del país, mi hijo nació prematuro.

—Elaine, ¿él te forzó? —pregunto en tono grave. Traje saliva antes de negar con la cabeza.

—No es forzar a alguien cuando esa persona acepta tener sexo contigo y va a tu departamento para ello—dije sonriendo avergonzada.

—Por supuesto que si, es forzar a alguien desde el momento en que le haces daño y ella te pide que te detengas y tu no lo haces— Escucharlo decir aquello me hizo admirarlo mucho mas—. Elaine, no puedes culparte, en serio, todo lo que te paso es mas comunes de lo que imaginas —dijo en tono seguro, lo mire sorprendida por sus palabras, no parecía estar diciéndolo solo para hacerme sentir mejor. —. Es verdad, no solo hablo de tu experiencia con ese imbécil, me refiero también a tu embarazo. Créeme, mi hermana es medico, y te puedo decir que hay cientos de casos en el mundo, no fuiste la primera.

—¿Y eso cambia el hecho de que mi hijo murió? —Mi pregunta lo hizo parpadear, era obvio que no podía responder esa pregunta; me sentí terrible por haberle preguntado aquello—. Lo lamento, me deje llevar—susurre y me acomodo en la silla.

Maldición… esa era la forma adecuada de iniciar una conversación sincera después del primer beso.

—Elaine, no necesitas disculparte conmigo por nada, de hecho quisiera corresponder la confianza que acabas de tenerme y quisiera contarte algo que solo Carter sabe sobre.

Asentí.

—Por supuesto—dije en tono seguro y lo observe fijamente, estaba tan nervioso como yo lo había estado hace unos momentos.

—Todos hemos tomado decisiones, elecciones que en su momento nos parecían la mejor opción para salvaguardar nuestro dolor, o nuestra frustración—dijo en tono triste; desde que lo conocí, lo había visto enojado, furioso, alegre, paternal, incluso unos minutos atrás, lo había visto en su fase de hombre sexi… pero hasta el momento jamás había visto tal tristeza en su mirada. Me rompió el corazón ver aquel hermoso rostro, deformarse por el dolor—. Mi familia se rompió cuando mi madre murió de cáncer, mi padre intento sacarnos adelante; en parte creo que fue el verlo ser padre ante todo lo que me hizo a mi querer ser tan bueno padre como él, pero aunque era un padre ejemplar, también era humano, y sus errores humanos en ocasiones costaban caro… a veces quizá demasiado. Mi hermana mayor Kate quería ser arquitecto, mi hermana Jocey, medico y yo solo quería poder trabajar pronto para ayudar a mi padre. Cuando cumplí catorce el jefe del restaurante donde Kate trabajaba como mesera de medio tiempo me ofreció empleo, necesitaban un repartidor, le rogué a mi padre que me enseñara a conducir pero él se negó, era estricto y opinaba que catorce años no era la edad adecuada para que alguien aprendiera a conducir; sin embargo, Kate me apoyo y comenzó a enseñarme a espaldas de mi padre, sin que él se enterara comencé a trabajar, una tarde tenia que hacer entregas y volver rápido a casa para que él no se enterara, corrí tanto que me olvide que debía pasar a recoger a mi hermana a la biblioteca, era su auto el que usaba para hacer las entregas así que, sino pasaba por ella, tendría que regresar en autobús, cuando llegue a casa… encendí el televisor y mientras sacaba la cena del congelador escuche que un conductor ebrio había arrollado a los transeúntes que esperaban el autobús.

"Mi mente se quedo en blanco, al escuchar el nombre de la parada, corrí hacia el auto, y me apresure a ir al hospital, mi hermana estaba entre los heridos, ella quedo paralizada de la cadera hacia abajo debido al accidente. Y yo, me sentí tan culpable que no pude hacer mas que buscar el modo de retribuirles, así que decidí irme de casa e iniciar mi carrera en el espectáculo, siendo tan joven comencé como modelo masculino, enviar dinero a casa fue mi motivación principal, tenia solo dieciséis años y el mundo del modelaje no era para nada como yo esperaba, los modelos masculinos tardan mas tiempo en ganar fama y dinero, son las modelos quienes reciben la prioridad de las agencias, así que poco a poco comencé a obsesionarme con ganar mas dinero, comencé a trabajar mas mi imagen, mi habilidad y gracias a un cambio de representante, a los dieciocho… obtuve mi primer contrato pequeño para un catalogo de ropa para jóvenes atletas, no fue gran cosa pero era mucho mas dinero del que jamás había visto, por lo que ganar esa cantidad de dinero me hizo obsesionarme con ganar mas… quería mas. Muchos de los chicos que eran mayores que yo, comenzaron a sincerarse conmigo, me decían que si realmente quería ser tomado en serio, había un precio que pagar, algunos de ellos sobornaban a los representantes de las marcas para ganar contratos, pero yo, al venir de una familia de bajos recursos, no tenia esa capacidad así que mi representante utilizo lo único que era de valor en mi. Mi cuerpo, recuerdo que tras ese primer trabajo la productora de la marca me echo el ojo y no en el buen sentido.

—Oh… Derek, yo, jamás imagine que hubieras vivido algo así—dije mientras colocaba mi mano en su hombro.

—Esa no es toda la historia, y créeme, lo que sucedió después tuvo mucho que ver con en quien me convertí, pero lo que trato de decir es que, todos tenemos cosas de las que nos sentimos culpables, todos llevamos sobre nuestros hombros el pasado, pero es gracias a ello que nuestro carácter es como es, y debo decirte que… a mi me encanta tu forma de ser.

Sonreí y sin pensarlo mucho, lo bese de nuevo. Alguien carraspeo interrumpiendo mi efusiva demostración.

—Lamento interrumpir—dijo Anne con picardía en su voz—, pero tu tía Anneth va a partir el paste—

Derek y yo nos pusimos de pie, me cedió el paso, y le sonrió a Anne con complicidad, mi amiga pareció entender algo que yo no, porque, regreso a la sala dándonos un momento mas de intimidad. Derek tomo mi mano con delicadeza deteniendo mi andar, me gire y reí por lo bajo al ver que tenia un poco de lápiz labial en sus labios, con mi dedo pulgar roce sus labios levemente.

—Elaine, ¿Cenarías conmigo mañana? —Su pregunta me hizo sonreír.

—¿Me estas invitando a salir? —pregunte con un tono tan seductor, que yo misma me sorprendí.

—Si, de hecho si, ¿me harías el honor de salir conmigo?

Asentí.

Tenia razón, quizá era momento de dejar de mirar hacia atrás y concentrarme en lo que tenia en frente.

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