184 Mala suerte

Me recargué sobre la puerta después de ponerle en seguro, mire hacia el techo y sentí como una lagrima recorría mi mejilla, ¿Por qué había dicho eso?. Debía de mantenerme positiva ante toda esta situación, ¿no es cierto? golpee mi cabeza suavemente sobre la puerta para intentar despejar mi mente pero había algo que me lo impedía.

-Todo estará bien... Todos estaremos bien.- Dije en voz alta para que me armara de valor y no sucumbiera ante el miedo que me causaba el descubrir todo.

Cerré los ojos con fuerza y respire un par de veces hasta que me calmé, me di un par de palmaditas en mis mejillas y caminé hasta el lugar en donde estaba mi maleta que había preparado mi amiga, saque un par de jeans grises y una camiseta blanca que tenía un cachorro, el verla me recordó a Louis usando mi camisa favorita en el día que me había ido a buscar a mi casa.

-Aún tengo personas que me quieren y todavía hay cosas que quiero hacer con ellos... Mo me daré por vencida.- Susurré mientras veía fijamente la camisa.

-¡Sash te espero abajo!.- Grito mi amigo justo después de tocar la puerta un par de veces.

-¡Sí!.- Respondí mientras me cambiaba la pijama a la velocidad de la luz, ricé un poco mis pestañas y aplique mascara, busque un labial con un poco de color. Miré mi reflejo y mi cabello estaba demasiado rebelde así que decidí hacerme una coleta alta, corrí por un par de botines y una chaqueta, tomé mi bolso y mi teléfono para encontrarme con los demás.

-¿Acaso tendrás una cita con Alex? Porque te arreglaste muuuuy bien.- Dijo Ash levantando sus pulgares y guiñándome un ojo.

Hice un mohín y le hice una seña a mi amigo que se levantó inmediatamente.

- ¿Seguros que no vienen a el centro?.- Dijo mirándoles mientras tomaba su billetera.

- Deja que nos arreglemos un poco, adelántense y les vemos en una hora en el centro comercial.- Respondió rápidamente mi amiga mientras sostenía la mano de el amigo de Alex y de Matt.

- Esta bien, les mando mensaje, pero recuerden que en una hora nos vemos... Tenemos cosas que hacer hoy.- Dijo abriéndome la puerta, yo salí despidiéndome de los demás.

-¿No están actuando raro?.- Pregunté mientras esperábamos el elevador.

- Ellos son raros.- Me dijo sonriendo, tomo mi mano y juntos tomamos el elevador.

- Pedí un taxi que nos llevará hasta el centro comercial, ahí venden los mejores helados del mundo.- Alex me mostro el camino y abordamos el auto mientras me daba un pequeño tour del lugar.

La cuidad era bastante tranquila y linda, me gustaba ver como pasaba el tranvía por las calles y me sentía mejor al ver que Ale estaba más tranquilo. Una vez que llegamos me dispuse a pagar el taxi pero mi amigo se adelanto.

-Se supone que yo invitaría.- Dije cuando nos bajamos del taxi.

- Yo solo entendí que tú pagarías el helado.- Sonrió burlándose de mí, colocó su brazo a un lado para que yo lo tomará, le di una ultima mirada de advertencia y lo tomé.

Caminamos durante un par de minutos hasta llegar a un pequeño local en donde vendían helados.

-Buenas tardes hijo ¿Qué vas a llevar?.- Dijo un hombre ya mayor con una gran sonrisa.

-Hola, buenas tardes, dos helados, uno de nuez y el otro de galleta.- Él me miro para confirmar y yo asentí con la cabeza.

-Claro que sí, dame unos segundos.- El señor comenzó a preparar los helados.

-Se cobra.- Dijo extendiendo un billete.

-No, eso si que no, yo te dije que yo pagaría esto.- Dije mientras tomaba su mano y extendía un billete que con trabajo había sacado de mi bolso.

-Lo siento joven pero siento que si digo que tu novia no cumplirá su palabra.- El dueño de la heladería le dio nuestros helados a Alex y tomó mi dinero.

-Gracias.- Dije sonriendo mientras recibía mi cambio.

- De nada hija, que tengan un buen día.-

Los dos nos alejamos y hasta que estuvimos lo suficientemente lejos buscamos un lugar para sentarnos.

-Eso fue extraño.- Susurró Alex entregándome mi helado.

- Lo sé.- Susurre de vuelta mientras un escalofrió recorría nuestras espaldas, al ver que los dos tuvimos la misma reacción no pudimos evitar reír.

-¡Rayos!.- Alex se detuvo para comenzar a comer porque su helado estaba a punto de gotear.

Ambos saboreamos nuestro postre mientras hablábamos de todas las aventuras que Alex había vivido en la ciudad, reíamos hasta que nuestro estomago dolía y las lagrimas salían.

-Espera.- Dijo Ale tomando aire para después responder el teléfono.- ¿Ya están aquí?.- Se levantó para ver a nuestro alrededor.- No les veo.- Dijo estirándose y buscando entre las personas. - ¿puedes hablar con ellos? voy a tirar la basura.- Tomé el teléfono y vi como se alejaba.-

- ¿Hola?.- Hable para ver de quien se trataba.

- Sash, ya llegamos, ¿Dónde están?.- Dijo Ash casi al instante.

-Eh... No sé, deja te describo el lugar porque Alex....- Me detuve al ver que una mujer embarazada acompañada de otras chicas se acercaba a él.- ¡Diablos! Ash estamos en... en una plaza donde esta una estatua y hay un cine al lado. ¡Debes venir ya! ¡Código rojo!.....- Dije mientras caminaba de prisa hacia Alex.

-¿Código rojo? ¡¿esos tipos están ahí?!.- Escuche a mi amiga entrar en pánico.

- No... nos encontramos con Elena ¡Corre!.- Dije antes de colgar y correr hacia mi amigo para salvarlo.

avataravatar
Next chapter