167 Dormir Parte II

Intenté ver a través de la sala con la poca luz de la luna que entraba por la ventana, no tenía miedo ni estaba asustada, simplemente me sentía un poco torpe porque chocaba con los sillones o con los muebles, si la electricidad fallaba en mi casa lo más probable era que anduviera caminando por todos lados sin necesidad de utilizar una lámpara porque conocía a la perfección mi hogar, sin embargo todo cambiaba en este momento porque no estaba familiarizada con el lugar.

- ¿Louis?- Dije mientras me las arreglaba para llegar a el barandal de la escalera para ir con él, volví a decir en voz baja su nombre pero nadie me respondió, subí con pasos lentos pero seguros hasta llegar a el segundo piso.

¿Era derecha o izquierda? ¿El primer cuarto a la izquierda?... ¿Era derecha? Intenté hacer memoria para recordar lo que me había dicho pero como siempre terminé olvidando todo. A pesar de tener dudas decidí ir hacía la derecha, me pegué a la pared y con mi mano guiandome fuí tocando la superficie hasta que llegué a la primer habitación, toque la puerta pero nadie me respondió toque la manija pero estaba cerrada con seguro, me di por vencida y seguí tocando la pared hasta llegar a la segunda puerta.

- ¿Louis? ¿Estás aquí?- Dije mientras tomaba la perilla para girarla, en esta ocasión si pude abrirla y entré, la habitación estaba más iluminada gracias a los dos enormes ventanales, me sentí más relajada y caminé con mayor seguridad buscándolo pero no estaba ahí.

- Sasha.- Escuché tras de mí de manera súbita, di un saltó y gire tocando mi pecho. - Perdón, no quería asustarte.- Dijo Louis acercándose a mí con la lámpara de su celular encendida.

- Estoy bien.- Respondí mientras calmaba a mi corazón que aún seguía agitado por tremendo susto que me había llevado.

- Estaba en mi habitación buscando un abrigo para tí cuando se fue la luz, tardé un poco en encontrar mi celular y bajé a buscarte pero no estabas, por un momento pensé que te habías marchado.- Sonaba preocupado pero tranquilo al verme.

- ¿Porque me iría?- Dije mirando su rostro, no sé si era por la poca iluminación que había pero gracias a los pocos rayos de luz pude notar cuán atractivo era, su piel era blanca y sus pestañas eran muy largas, su cabello negro estaba un poco desordenado pero no dejaba de lucir genial.

Louis no respondió, agachó la mirada y pude ver qué en sus ojos se reflejaban la tristeza y melancólica, mi corazón sintió un pinchazo al verle en ese estado, instintivamente levanté mi mano y la coloqué en su mejilla, una pequeña descarga impacto mi cuerpo, parecía que el tiempo se había detenido cuando nuestras miradas de encontraron, di unos pasos hacía él para quitar la distancia que nos separaba, mi respiración se agitó al igual que mi ritmo cardíaco, puse mi otra mano en su pecho con suavidad, me puse de puntitas hasta sentir que nuestras respiraciones chocaban, pasé un poco de saliva y contemple de nuevo a aquel hombre que tenía frente a mí, cerré poco a poco mis ojos y cuando estaba por besarle una llamada entró a su celular, regresé a mis cinco sentidos y de un salto me alejé.

- Ehh... yo... creo que te veré allá abajo.- Dije colocando un mechón de mi cabello que se había soltado del moño.

No pude siquiera mirarlo porque mi rostro estaba ardiendo, pasé a su lado de prisa y salí de la habitación casi volando, estaba por llegar a las escaleras cuando una mano se aferró fuertemente a mi muñeca y me hizo girar para encontrarme con unos ojos que amenazaban con devorarme.

- ¿Que...- Fue todo lo que pude decir antes de que sus labios se adueñaron de los míos.

Al principio nuestro beso fue un poco torpe pero conforme paso el tiempo ambos logramos acoplarnos, nuestras respiraciones se hicieron cada vez más pesadas, Louis me tomó de la cintura y me arrinconó contra la pared presionandome con su cuerpo, un mar de sensaciones me invadieron y fue hasta que nos quedamos sin respiración que rompimos el beso, con la respiración agitada abrí los ojos y pude ver cómo me miraba, mordí mi labio instintivamente.

- La electricidad volvió.- Dije después de ver cómo todo comenzaba a iluminarse.