14 Desilusión

El despertador sonó, ya eran las 7 de la mañana, fui al baño a lavarme la cara, como siempre había tenido un mal sueño, todas las noches solía tener pesadillas, ya había intentado buscar una solución pero nada cambiaba, al parecer tenia que vivir con eso el resto de mis días.

Bajé al primer piso, hice mi desayuno de siempre y comí, cuando terminé subí a mi habitación a buscar mi teléfono vi un papel tirado en el piso, me agaché y la leí, era la nota que había dejado el joven de la vez pasada, ya habían pasado algunos días y no lo había vuelto a ver, al parecer no vivía por la zona, arrugué el papel y lo tire bajo el escritorio, tomé mi teléfono, vi la hora y salí rumbo al trabajo, durante el trayecto vi a la señora Lilly, corrí y le tomé el brazo, cruzamos juntas la calle y nos separamos después de que me dio un dulce de miel, como lo hacíamos diario.

Cuando llegué a la biblioteca pude ver que ya había personas esperándome, así que rápidamente abrí las puertas, corrí a prender las computadoras donde llevo el registro de los clientes y la luz para iluminar los dos pisos del edificio, la gente iba llegando cada vez más, dentro de los clientes la mayoría eran estudiantes, al parecer tenían que estudiar y hacer trabajos, ya que se encontraban en exámenes finales.

Todo mi día pasó rápidamente, casi no tenia tiempo para sentarme, cuando sonó mi alarma vi que era hora de cerrar, pero veía que había algunos estudiantes, me acerque a preguntarles si tardarían mucho, ellos me pidieron más tiempo para terminar lo suyo, así que accedí a cerrar más tarde, después de todo ellos me recordaban a mi y a mis amigos cuando íbamos a la escuela, mientras ellos trabajaban en sus tareas yo iba acomodando y limpiando el resto de la biblioteca. Pasó alrededor de una hora y media cuando ellos terminaron, me dieron las gracias, me despedí de ellos y se marcharon, ordene el área en donde estaban sentados, hasta que oí una voz en la entrada.

-Buenas noches, ¿en que puedo ayudarle?.- Dije mientras bajaba una escalera de prisa, corrí hasta la entrada, tal vez era el joven de la vez pasada, me sentí emocionada, pero...

-Ahh... Hola, Buenas noches, disculpe, ¿de casualidad sabrá si en esta zona hay una papelería abierta?.- Dijo un hombre un poco mayor.

Al parecer estaba perdido, le di algunas indicaciones y se fue, cerré la biblioteca y caminé rumbo a mi casa, me sentía algo extraña como si algo faltará. Cuando llegué a mi casa, entré y fui directo a mi habitación, me puse mi pijama, cerré mi habitación con seguro y apagué las luces y cerré los ojos pero no podía dormir, no se porque, era como si algo me molestara y me hiciera sentir frustrada, recordé al hombre que había ido a la biblioteca, ¿estaba disgustada por eso?, ¿que me pasa?, ¿a quien quería ver?, tal vez yo estaba... un poco... ¿molesta de que no fuera él?.

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