Capítulo 2 - La desaparición

Nunca salía de mi departamento sin antes haber leído la edición del día del periódico, me gusta como los editores escriben las noticias a modo de ficción, como si fueran puras invenciones. Las historias que más me gustaba leer, eran todas aquellas en la que la historia estuviera envuelta en misterios y demás cosas extrañas o curiosas que a simple vista parecieran sin respuesta, como lo es en la mayoría de los crímenes que acontecen a diario en todo el mundo; las leo con mucho detalle y después de examinarlas, trato de imaginar un centenar de posibilidades -esto siempre me ayuda a ejercitar mi cerebro- no necesito escribir todas mis ideas en una libreta, porque tengo mi propio método de depuración, que consiste en buscar errores en cada uno de mis razonamientos, y al finalizar, determino cual fue la que tuvo menos errores y es en la que me baso para dar una tentativa al caso.

Cuando encuentro un crimen en el periódico que tiene que ser resuelto, me gusta jugar al detective secreto, sin avisar a nadie, decido investigarlo y resolverlo por mi cuenta propia, siempre lo hago en mis tiempos libres, usando solamente mi ingenio. Después del séptimo caso que resolví, comenzaron a llamarme "el señor Dupin", por el famoso detective de Edgar Allan Poe. Nadie sabía nada acerca de mí, era más como un detective fantasma, incluso hace un mes, salió un especial acerca del señor Dupin en el periódico local, en donde narraban a forma de ficción cada uno de los casos que resolví, y como lo había logrado. Me consideraban un tipo de héroe, y eso me hacía sentir muy bien. En la ACM sabían acerca del señor Dupin, pero incluso ni ellos sabían sobre su identidad, seguido escuchaba rumores, pero nadie estaba ni cerca de saber quién era.

El periódico de esta mañana me había resultado de lo más familiar, había una nota que cubría toda la primera plana, se trataba de Cintia y como titular en letras grandes decía: "Desaparición misteriosa de joven en la ciudad de Ciferia", y como cuerpo del mensaje tenía:

"El jueves 15 de octubre del 2015, la joven Cintia S. C. desapareció en condiciones inexplicables según la explicación de su propia madre, afirma haberla visto desvanecerse mágicamente en cuestión de segundos con su diario personal, en el que escribía todo lo que vivía día a día, además de también escribir cada uno de sus sueños. Cuenta que, en aquella ocasión, su hija no había salido de su cuarto, lo cual le pareció extraño, pues cada mañana ella se dirigía a su jardín y se la pasaba todo el día contemplando la naturaleza, que de por sí eso ya era extraño, pero su madre ya se había acostumbrado. Después de casi anochecer, su madre fue a su cuarto creyendo que algo malo le había ocurrido, pues no había escuchado ruido alguno. Cuando ya se encontraba afuera de su cuarto, se detuvo un instante, pues escucho a Cintia conversando con otra persona, se trataba de una voz masculina, aunque dice que no entendía nada de lo que decían, pero por su entonación de voz, le pareció que discutían, y fue entonces que abrió la puerta, creyendo que se encontraba en problemas; Cintia al escuchar el sonido de la puerta, volteo de una forma muy extraña, como si le hubiera espantado el ruido que había hecho su madre, y fue entonces que se desvaneció en el acto.

Después que la señora viera aquel acto tan extraño, se quedó inmóvil sin saber qué hacer, y a continuación cayó desmayada. Lo último que recuerda, fue haber visto a su hija sola en su cuarto, cerca de la ventana, con su cama destendida y volteando en dirección a su jardín. <<Señor Dupin lo necesitamos>>"

Esto se encontraba en toda la primera hoja, más algunas fotos de Cintia. Había leído casos extraños, pero ninguno como este, me había dejado la piel helada, no por el caso en sí, si no por tratarse de Cintia, aquella dulce niña tan extraña y tan hermosa. No era la primera vez que citaban mi nombre para ayudarles, ya se había convertido en un sello característico de ayuda. Podría sacar conclusiones, pero serían muy tempranas, esa narración carecía de muchos detalles y mis deducciones podrían ser erróneas.

Cuando quería investigar alguna nota que me había fascinado, me valía de varios recursos; como lo era la investigación de campo. Siempre me las arreglaba para estar en el lugar de los hechos, de esa manera podía visualizar mejor lo sucedido; pero no siempre era fácil, en algunos casos tenía que usar un poco más de ingenio. Los informes policiacos me eran de mucha utilidad, ya que en ellos describían con mucho detalle los acontecimientos, no siempre era fácil conseguirlos, pero con un poco de ingenio los conseguía todos, sin importar su clasificación.

Vagando entre mis especulaciones, sin bien no acertadas, me ayudan a ver los ángulos posibles del caso, aunque la mayoría de las ideas fantaseadas en esta etapa son ridículas, muchas veces se acercan a la realidad

Con algunas ideas en la cabeza, me dirigí hacia la agencia, estaba tratando de tejer toda la maraña de sucesos extraños relatados en el periódico, como primeras especulaciones puedo imaginar lo siguiente:

;;; Era más que obvio, que Cintia sufría de algún trastorno obsesivo-compulsivo, debido a que cada mañana hacia lo mismo a forma de ritual, esto además del hecho que fuera antisocial podría explicar una muy curiosa enfermedad o en su defecto, de algún trastorno, como lo puede ser el síndrome de asperger, que se caracteriza por personas como Cintia.

;;; El siguiente hecho, sin dudar, el más importante, es la persona con la que estaba hablando Cintia; la señora cuenta que la vio sola en su cuarto momentos antes que se desvaneciera. Habido descrito la primera especulación, podría deducir, que Cintia sufría de algún otro trastorno como lo puede ser la esquizofrenia, y que el producto de las voces haya sido una confusión de la madre entre el soliloquio de su hija y el miedo de saber que se encontraba en peligro, aunque tampoco puedo descartar la posibilidad de que la voz haya sido autentica y que la persona sea real. Siguiendo el camino de la deducción, puedo concluir que la persona es real, si Cintia tuviera esquizofrenia su madre estuviera acostumbrada a escucharla hablar sola, entonces si su madre escucho que discutían, es muy posible que lo haya deducido por la entonación de las voces, que difícilmente pudo haberlas generado una sola persona. Como primer aspecto puedo decir que, si la persona existe, no estaba en el cuarto, pero posiblemente si en su jardín, esta explicación toma más sentido al recrear los hechos de la historia, su madre escucho que discutían, no porque lo estuvieran haciendo, sino por el volumen de voz que debieron haber ocupado para poder comunicarse.

;;; Si bien, en este momento he concluido que Cintia tiene asperger, que la persona con la que estaba hablando es real y que esta persona estaba hablando con ella desde el jardín, aún no he explorado todas las posibilidades; existe la pequeña posibilidad de que todo haya sido una invención de la señora, y que ella hubiera participado en un posible secuestro a su propia hija, una teoría muy extravagante, pero en este mundo no podemos dejar lo posible en el territorio de lo inexplicable.

;;; Si mis razonamientos anteriores están en lo cierto y estuvieron hablando desde el jardín, es posible que esta persona hubiera arrojado de algún modo, algún tipo de polvo alucinógeno, que debió haber afectado la percepción de la señora, y por tal motivo vio a su hija desvaneciéndose mágicamente en el aire, cuando en realidad estaba siendo secuestrada, aunque en esta parte de mi historial deductivo del caso, puedo decir, que no fue secuestrada.

;;; Analizando este último punto puedo intuir aún más posibilidades, una de ellas, si bien la más probable hasta el momento, deja aún muchos cabos sueltos que después iré descubriendo. Como he dicho, es muy probable que la persona extraña sea real, que aquel día estuvieron hablando desde el jardín y que esa persona y Cintia hayan estado en contacto muchas otras veces, por lo tanto, la desaparición fue consentida.

;;; Bien, continuando con mis especulaciones, puedo deducir que ellos estuvieron hablando desde temprano, además que el tema fue de interés para Cintia, ¿cómo puedo saberlo?, me parece que es cuestionable pero bastante lógico para mí; ella jamás había dejado de salir de su casa, siempre estaba en su jardín, algo que puedo corroborar fácilmente, mi amigo también la había visto muchas veces en su jardín, incluso esas dos semanas que pase diario frente a su casa, siempre la vi ahí, siempre tan perdida en la belleza de la naturaleza, y si el jardín se había convertido en una de sus obsesiones, no era fácil que alguien dejara una obsesión, hay quienes necesitan terapias, pero incluso tomándolas les lleva tiempo dejarlas, pero Cintia, Cintia había olvidado el jardín aquel día, y no puede ser por otro motivo, más que por algo que le interesó más, quizás una conversación de vital importancia.

;;; Su madre tiene un pequeño negocio de comida enfrente de su casa y no describe nada sospechoso en el periódico, si bien este punto podría romper mi teoría, aún no he analizado completamente todos los ángulos. Analizando más a fondo puedo deducir, que ellos estaban hablando en el cuarto desde temprano, hay dos puntos a mi favor sobre esta deducción, la primera es que tuvo que ser desde temprano para que ella no hubiera salido de su cuarto y la segunda es que su cama estaba destendida, al mencionarlo en el periódico es probable que Cintia siempre tendiera su cama antes de salir de su casa; si mi razonamiento conduce a lo posible, es muy probable que si la conversación fue desde temprano, aquel sujeto extraño tuvo que estar en el cuarto y cuando vio a la madre de Cintia salir del negocio desde la ventana, este sujeto con gran habilidad logro salir del cuarto, posicionándose en el jardín. Esta última deducción refuerza más la hipótesis en donde todo fue un plan de Cintia y de la otra persona.

;;; Si bien todas estas especulaciones suenan muy lógicas, es algo que puedo imaginar y deducir con las circunstancias narradas en el periódico, pero entonces, qué hay de lo que vi, que hay de lo que pasó aquel día en que la vi tele transportarse en su jardín, dentro de mi cabeza, aun veo a Cintia desapareciendo y apareciendo mágicamente en su jardín, que hay de ello, no pude haberlo alucinado, creí haberlo hecho, pero después de haber leído el periódico, después de haber analizado cada punto, puedo decir que lo narrado en el periódico es real.

;;; Con lo dicho anteriormente no quiero decir que se trate de algo sobrenatural, de algo metafísico, de algo fantasmal, si no de otra posibilidad.

;;; A hora viene otro tema interesante, el asunto del diario personal, ¿Por qué lo llevaba siempre?, acaso escribía todo, no lo creo, de ser así, no cabría en un pequeño libro, por qué digo que era pequeño, pues de otra forma no lo cargaría todo el tiempo, lo que me hace deducir que solo escribía lo más importante, pero lo más importante de que, ¿Qué es lo que escribía?

Estaba a escasos metros de la puerta de la agencia, cuando escuche que alguien grito mi nombre, no el de el señor Dupin por supuesto, sino mi verdadero nombre.

- Israel –grito con firmeza­­­-

Se encontraba sentado en una jardinera enfrente del edificio de la agencia, vestía de forma elegante, estaba fuera de sí, cada uno de sus movimientos lo delataba, estaba desesperado, movía sus pies de una forma muy extraña, chocaba sus zapatos de charol contra el piso, uno después del otro, como si estuviera tocando una batería a un ritmo de rock pesado.

- ¿En qué puedo ayudarle? –le pregunte mientras lo saludaba-

-Usted es el detective Israel, es usted, -dijo de forma golpeada y segura-

-sí, soy yo, dígame cómo puedo ayudarlo

-disculpe mi modo tan bruto de hablarle –contesto de una forma un poco avergonzada- mire señor, soy el tío de Cintia, seguramente sabe quién es verdad, apenas leí el periódico esta mañana, me entere de lo sucedido, mi sobrina está desaparecida y mi cuñada está internada en un hospital, un policía de los que están en el caso, me hablo sobre usted, me dijo que usted podría ayudarnos a encontrarla, dígame que puede hacerlo

- Tiene que tranquilizarse

- No puedo señor, no sabe lo difícil que es para mí, la última vez que la vi, fue hace 10 meses, yo vivo en Eripa y las visito cada primero de enero, sé que debería visitarlas más seguido, pero siempre estoy ocupado, las quiero mucho, por favor diga que puede ayudarnos.

- Lo entiendo, pero no estoy seguro que pueda hacer mucho–le conteste mientras me sentaba a su lado- el caso primero será llevado por la policía local -Continúe-, que en caso de no encontrar al responsable, ellos podrán recurrir a nosotros para su investigación, aunque le aseguro que no es así de fácil, para que el caso llegue a nuestras manos, primero tiene que pasar por una rigurosa selección, si es de vital importancia, es decir si el crimen puede afectar a más personas, nos lo dan para investigarlo, pero si el caso es menor, no le dan la mayor importancia, incluso muchos de esos crímenes se quedan sin resolver y los afectados tienen que recurrir a instituciones privadas. Pero imagínese lo costoso que ha de ser.

- Sí, me imagino. –hablo de una forma ya más tranquila- pero acaso no puede involucrarse sin meter a la agencia, sé que usted es de Ciferia, y que Cintia fue a su misma escuela.

- Tiene razón, la conozco, aunque tengo que decirle que nunca le hable, ella era muy retraída. Hoy en la mañana también he leído el periódico y créame, el caso es muy misterioso, le puedo asegurar que daré todo de mi parte para poderles ayudar.

- Se lo agradezco mucho.

Sin más, se despidió. Él era un tipo muy raro, pero se veía que quería mucho a su sobrina.

Me quedé un rato más en la jardinera, meditando profundamente sobre el caso, cuando recordé que tenía algunos pendientes. Ya me esperaban en mi oficina, mi asistente me dio unos cuantos sobres que contenían la información de varios casos que se tenían que resolver. Me dirigí hacia mi escritorio y comencé a leer cada uno de los sobres, de cierta forma esperaba encontrar el caso de Cintia, pero ninguno era de ella, me sentí desilusionado. Todos los casos sonaban interesantes, pero ahora mi mente no estaba disponible para cualquier otro caso. Solo podía pensar en Cintia. Sin esperar un rato más, tome el periódico de esta mañana que se encontraba sobre mi escritorio y lo lleve hacia la oficina de mi jefe, la puerta se encontraba abierta y sin avisarle, entre.

- Observé esto –dije, mientras ponía el periódico con la noticia de Cintia encima de su escritorio-

- Pero que estás haciendo -dijo de una forma eufórica-, lo he leído, pero qué diablos te está sucediendo, sé que es un caso muy misterioso, pero no podemos hacer nada, y lo sabes.

- lo sé, pero tengo que ayudarla

- Conoces el reglamento, no dejamos que nuestras emociones invadan nuestro trabajo, es la chica de la que me habías platicado cierto.

- Si es ella, y conozco las reglas, pero tengo que ayudarla, podría tomar el caso.

- Pero no nos lo han dado, está en manos de la policía local, y dudo mucho que llegue hasta aquí, además piden la ayuda del señor Dupin, dudo mucho que no les ayude.

- Pero no puedo quedarme con los brazos cruzados, tengo que hacer algo

- Te diré algo, tomate una semana libre y lo que hagas con tu tiempo, es cosa tuya, pero eso sí, durante esa semana no trabajas en la agencia, no contaras con nuestra ayuda y no te respaldaremos, estás de acuerdo.

Que escena tan mas patética, tenía que hacerlo, mi jefe es un hombre muy frio de carácter, pero incluso él puede ser manipulado, si le hubiera pedido un tiempo libre, me lo hubiera negado, sé que pude resolver el caso de Cintia desde aquí, pero quería todo el tiempo libre disponible para hacerlo, sabía que el caso era especial y necesitaba todo mi tiempo.

Salí tan rápido como pude de la agencia, y en menos de una hora ya me encontraba entrando en la ciudad de Ciferia. Tarde un rato más en llegar hasta la casa de Cintia. En la entrada se encontraban dos patrullas estacionadas, en el rededor de la casa se encontraba una cinta amarilla de precaución. Sin esperar más, toqué la puerta; y que sorpresa me llevé, cuando la persona que me abrió, era uno de mis grandes amigos. Él también se había dedicado a los asuntos policiacos, pero el decidió quedarse en la jefatura de la policía local de Ciferia.

- Israel, pero que estás haciendo aquí –dijo con gran entusiasmo- ¡ya sé, ya sé!, vienes por lo de Cintia ¿no?, que pena lo sucedido, pero ya estamos en ello, pero cuéntame la ACM está involucrada.

- No, nada de eso, yo he venido por mi propia cuenta, quiero usar mis habilidades deductivas para encontrarla.

- Genial. no te habrá molestado que haya mandado al tío de Cintia a buscarte

- No, claro que no, ya me había interesado por el caso antes que él me hubiera pedido ayuda. ¿Puedes ayudarme a conseguir información?

- Claro que sí, pero tienes que apresurarte, mis compañeros no te conocen y empezaran a molestarte.

- Perfecto, entonces no creo que tengas problemas para que me enseñes tu reporte oficial del caso.

- Claro que no, y dime, porque te has interesado en este asunto, seguramente en la agencia tienes casos más interesantes.

- Sí, pero este me resulta peculiarmente más interesante, por sencillo que pueda parecer, además yo conocí a Cintia, fuimos juntos a la escuela, tengo que ayudarla.

- Sí, yo también la conocí –dijo soltando un suspiro-, toma es lo que llevamos hasta el momento.

Me dio una libreta en la que llevaba escrito todos los detalles del caso y que a continuación relatare.