1 EL COMIENZO DE TODO

SEÚL, COREA DEL SUR

MARZO DE 2004

El pequeño Hyunjin se encontraba realmente feliz, debido a que su cumpleaños sería en unos días.

-¡Hyunjin, deja de saltar en la cama! -dijo su madrastra apoyada desde el marco de la puerta.

El pequeño bajó de la cama para lanzarse a abrazar a su "madre".

Huyjin nació el veinte de marzo de 2000, en Seúl, Corea del Sur. El mismo día que su madre falleció. Su padre se encargó de él completamente solo, hasta que su pequeño cumplió los seis meses de edad. Su padre y ahora "madre" habían comenzado una relación y decidieron vivir juntos para así fortalecer más su "amor"...

Hyunjin le decía por su nombre, sabía perfectamente que no era su madre. Su padre siempre le dijo que se parecía mucho a su madre y su madrastra no tiene ni un pelo parecido al suyo.

(Suni es le nombre de la madrastra)

-Suni, ¿vamos a hacer galletas para papá? -preguntó el pequeño aferrándose a las piernas de su mayor.

-Claro -se puso a la altura del menor y alborotó su cabello-. Pero primero debemos lavarnos las manitos, ¿ok?

-Ok.

El pequeño salió a lavarse las manos y Suni estaba preparando los ingredientes y los elementos a utilizar. De pronto vio al pequeño venir hacia la cocina mientras jugaba con sus manos aún húmedas.

-Suni, ¿ya podemos empezar? -preguntó contento.

A Suni no le agradaba la idea de que Hyunjin le dijese por su nombre, quería que le dijera mamá ya que ella lo está criando.

-Bebé, ¿por qué no me llamas omma? -preguntó la mayor con una sonrisa fingida.

-Es simple...porque no lo eres -soltó Hyunjin. A pesar de solo tener casi cuatro años es bastante inteligente, no era nada fácil engañarlo.

-Lo sé, pero yo te estoy criando. Malagradecido -estaba a punto de golpear al menor.

-Volteó a verla sin ninguna expresión-intenta levantarme la mano y le diré a papá que te eche de la casa.

Si, claramente era una amenaza hacia la mayor. Realmente un infante podía ser tan ¿grande?

Todo el día siguió normal, terminaron de cocinar las galletas y solo estaban esperando a su cabeza de hogar.

Su querido padre llegó. El señor Hwang era un CEO muy reconocido a nivel nacional, y era el padre de un pequeño lleno de ilusiones.

-¡Papi! -Se lanzó a abrazarlo.

-Mi querido hijo, ¿cómo has estado? -tomó al pequeño en brazos y lo alzó.

-¡Papi, papi! ¡Suni y yo hicimos galletas!

-¿Tu madre y tú las hicieron para mí?

-No es mi madre. -el pequeño se bajó del agarre de su padre.

-Si, lo sé. Pero la debes querer como una. -miró a Suni.

-Déjalo, tarde o temprano lo hará. -dijo confiada.

-Voy a hacer una tercera opción. Nunca. -dijo con el ceño fruncido.

Hyunjin no parecía un Niño de su edad. Para su padre era como ver una oveja negra. Tenía la mentalidad de un niño de diez a catorce años y no le agradaba en absoluto a sus mayores.

La familia Hwang siempre estuvo rodeada de lujos. Su padre creyó que sólo con darle cosas materiales a su pequeño, remplazaría el amor de madre que le hace falta.

20 DE MARZO DE 2004

El día tan esperado para Hyunjin había llegado, era su cumpleaños número cuatro y quería pasarla bien, ¿quién no?

02:40 pm

Hyunjin se encontraba en la mesa principal esperando que su padre volviera del trabajo y así soplar las velas juntos. Pero nada fue como el pequeño lo planeó.

03:50 pm

-Nataly, ¿por qué no llega papá? -le preguntó a la secretaria de su padre, la cual se debía quedar con él en su día.

-Pequeño Hwang, perdóname...-dijo aquella mujer mientras secaba sus lagrimas.

-Flashback-

Nataly se encontraba en la oficina del señor Hwang organizando unos papeles. Pero recibió una llamada la cual la dejó atónita.

Llamada.

-Usted es Park Nataly, ¿verdad?

-Si, soy yo. ¿Con quién habló?

-El Señor Hwang tuvo un accidente y murió inmediatamente.

-¿C-Cómo...?

-Nataly, usted es su contacto de emergencia, por favor venga por el cuerpo y avise la familia Hwang.

-Está bien.

Fin de la llamada

Nataly no sabía que hacer. El pequeño Hyunjin estaba esperando a su padre para festejar juntos; pero este no volverá.

Se le partió el corazón en mil pedazos, Hyunjin había quedado completamente solo, no tenía más familiares y lo único que tenía por decirle es una mala noticia.

Fin del flashback

-Perdonarte, ¿por qué?. -el menor estaba confundido.

-Tu padre no volverá. -dijo con la voz entrecortada.

-Está bien, tiene mucho trabajo -forzó una sonrisa- mañana podré pasar con él todo el día.

-Hyunjin, entiende. Tu padre está en el cielo.

-¡NO! ¡CÁLLATE!

-Hyunjin, lo siento mucho...-Nataly no dejaba de llorar.

-Si es una broma es de muy mal gusto. Que salgan las cámaras. Ya no quiero seguir. -el pequeño se tapaba los oídos con sus dos manos y cerraba los ojos con fuerza mientras salían sus lagrimas.

-Vamos Hyunjin, debo de recoger el cuerpo de tu padre. -se puso erguida y caminó.

-¡No quiero, no quiero! ¡Váyanse todos de mi casa, es una orden!

avataravatar