Noche

Iteshi: Muchas gracias por el apoyo, como autor novato solo puedo decir estas palabras para ustedes, mientras alguien siga leyendo seguiré escribiendo cada día.

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Una reunión se llevaba a cabo en el nivel superior del hormiguero.

Bajo la luz de las antorchas, todos se mantuvieron en silencio mientras Victoria hablaba sosteniendo un abanico floral en sus manos. Cada vez que ella miraba a uno de los sobrevivientes estos bajaban la mirada, habían visto la forma que "Guan Yu" la trataba, si ellos la enfadaban era probable que "Guan Yu" los expulsara del refugio.

Caminando entre los sobrevivientes, Daisy anoto cada una de las profesiones o habilidades del grupo, la cantidad aumento casi a 300, teniendo la necesidad de llevar un registro minucioso de cada uno.

—Tengo algo que decir— levanto la mano una mujer con un traje marrón.

Jin abrió los ojos al escuchar la voz de la mujer, ella era la misma que cargo a un anciano en el último momento, en su rostro el pudo notar que ella estaba bastante tranquila ante la situación de perderlo todo.

—¿Tu nombre…?— pregunto Victoria tomando asiento en la mesa principal, ella quería conocer mejor a quienes serían sus nuevos compañeros.

Arreglando su blusa, ella hizo una reverencia con su cuerpo hacia Jin y levanto su voz —Mi nombre es Lin Yu…diseñadora de modas del conglomerado Yang—

Al escuchar el nombre de la mujer, todos comenzaron a suspirar en su interior, incluso alguien que no estuviera dentro del área de la moda conocía el nombre de Lin Yu, gracias a ella el conglomerado Yang comenzó a expandirse por todo el mundo junto a sus innovadores diseños llegando a tener billones de dólares en ganancias en solo un periodo.

Manteniendo su rostro sereno, Lin Yu se mantuvo inexpresiva ante Guan Yu, en el mundo que se encontraban las conexiones habían perdido mucho poder entre la población. Confiando en su experiencia y sus altas capacidades cultivadas desde que ella pudo hablar, ella saco una prenda de ropa del pequeño bolso a su costado.

—¡Qué bonito vestido!— dijo Lisa mientras era abrazada por Xiao Mei, el diseño del vestido era algo que solo podrían encontrar en las mejores tiendas de la Tierra.

Aunque Jin logro obtener parte del almacén de Ma Teng, llevándose gran cantidad de vestidos y ropa para el uso diario de sus compañeras, estos no eran suficientes para el tiempo que estarían en el hormiguero.

—Señor Guan Yu, me gustaría tener un lugar donde pueda seguir haciendo en lo que soy buena…si me consiguiera los materiales básicos yo podría crear una línea de ropa para todo el asentamiento— manteniéndose firme, ella le entrego el vestido a Victoria y espero la respuesta de Jin.

Levantándose de su asiento, Jin acaricio la cabeza de Leina que se mantenía a su lado y miro a Lin Yu —Esto va para todos, el nombre Guan Yu es la identidad falsa que use para entrar al asentamiento…Mi nombre es Kamisato Jin…atendiendo a tu respuesta, Lin Yu, tienes mi aprobación para tener un lugar especial para seguir fabricando ropa en el refugio…con respecto a los materiales que necesites, crea una lista completa y entrégasela a Daisy y veré que hacer…¿es de tu agrado esa respuesta?—

—Muchas gracias por permitirme seguir haciendo lo que me gusta, mientras pueda tener un lugar donde cuidar a mi padre seguiré todas las ordenes que desee— dijo regresando a su asiento, mientras ella pudiera ser alguien de importancia para Jin, su seguridad estaría asegurada siempre que el hormiguero se mantuviera en pie.

Al escuchar la respuesta de Jin, las personas que confiaban en sus habilidades comenzaron a levantar la voz evitando generar caos entre ellos, esperando su turno ellos explicaron las cosas que necesitarían para poder levantar el comercio como lo fue en el asentamiento de Ma Teng.

Mientras la reunión avanzaba, la noche llego junto a una brisa fría que se mezcló en el interior.

—Por favor síganme sin quedarse atrás, junto a Daisy nos encargaremos de indicarles donde pasaran la noche— Maria y Daisy caminaron hacia los pisos inferiores seguidos por el grupo de sobrevivientes, cada uno tenia pocas pertenencias sobre ellos y sus cuerpos estaban cansados después de caminar por tanto tiempo.

—Nii-san, antes de comer deberías bañarte…ayudare a Rosa en la cocina— dijo Leina mientras arreglaba su ropa, su sonrisa se mantuvo brillante llenando el corazón de Jin.

—Jin, después de la cena tenemos que conversar sobre algo importante— manteniendo su distancia, Victoria se mantuvo misteriosa mientras ella bajo al primer piso.

…

Jin dejo su ropa en una de las cestas en la entrada de las aguas termales, desde la ultima vez que entro Jin encontró varios cambios que agregaron mientras el estaba en el bosque.

Abriendo la puerta que daba la fuente termal, el vapor recibió a Jin quien no había descansado desde que abandono el hormiguero.

Luego de limpiar su cuerpo con un balde de agua, Jin se sumergió en las aguas cristalinas dejando que su cuerpo se acostumbrara a la temperatura.

—Darling…~

Con pasos ligeros como un felino, Margarita comenzó a quitarse la ropa mientras lamia sus labios con deseo, al ver la espalda de Jin ella extendió sus brazos y le susurro al oído —Darling…acaso no me extrañaste…—

Terminando de amarrar su cabello, ella se sentó junto a Jin y se acerco mirando su rostro —está dormido…mmm— dijo con las mejillas hinchadas.

Jin no abrió los ojos al sentir la llegada de Margarita, necesitaba dormir un poco y dejo que ella hiciera lo que quisiera, durante el tiempo que estuvo afuera el planeo las cosas que tendría que hacer para que el grupo pueda ser más fuerte.

Desde que la marea de monstruos comenzó a moverse, misiones fugaces aparecieron todos los días, si el quería aprovechar las oportunidades él tendría que abandonar el hormiguero para seguir explorando el bosque infinito.

Un punto que dejo atrás fue visitar la ciudad de los elfos, si Jin corría sin parar a través del bosque, demoraría un día en llegar a Ferys, el ultimo bastión de la raza élfica. Antes de partir Ilya le entrego una bolsa llena de hierbas y un colgante de jade, con él, los elfos reconocerían a Jin como uno de sus amigos, era solo que ella le advirtió que después de entrar tendría que esperar un mes antes de se le permitiera salir de ella.

Recordando las habilidades de Ilya, Jin sintió que ella escondía algo relacionado con Eva, nunca había visto a alguien que lograra encontrar la morada de Eva en su interior.

—Ahhh…~ Ahhh…~Ahhhh…~~~

Dulces gemidos se escucharon en las fuentes termales, sujetando el cuerpo de Jin con fuerza, Margarita aprovecho que el cuerpo de Jin reacciono a su presencia y guio el miembro hacia su interior.

Al recobrar el control sobre su cuerpo, Jin sintió la suavidad que envolvía a su compañero, dos ojos carmesí lo observaban mientras ella mordía sus labios con deseo.

—Darling…volviste~ dijo mientras dos brazos fuertes tomaban sus caderas, la suavidad de su carne sintió el impacto cuando el la empujo hacia el —¡Mmm!~—

Mientras la pareja devoraba sus labios, el deseo se extendió por todo el lugar, cada caricia gentil escondía una ardiente sensación que unió sus cuerpos por segunda vez.

Recuperando sus fuerzas, Jin la levanto en el aire y la apoyo contra la pared —Darling…— gimió ella al entender el deseo de su hombre, con cada movimiento ella entendió el deseo de Jin por intentar dominarla.

—Ahhhhhhhh~ Jin invadió su cuerpo mientras ella sonreía con una expresión lasciva, cada vez que el golpeaba lo mas profundo de su ser, sus paredes interiores se apretaban con fuerza.

—Se un poco mas fuerte…— con la lengua saliendo de sus labios carmesí, ella insto a su compañero para que la devorara con más fuerza, la sensación de ser llenada en su interior era algo que solo él podía entregarle.

La química de sus cuerpos solo podía amplificar la experiencia, ella no se sorprendió cuando sus labios inferiores no dejaron de liberar el jugo de felicidad al sentir que su cuerpo estaba por culminar.

Acercándose a sus labios, Jin la acerco a su cuerpo sin permitir que sus gemidos sean escuchados por los demás cuando el lleno su interior.

—Mmm…~~~—

Jin sintió que era momento de volver, la comida estaría lista en cualquier momento y no podía quedarse en el baño teniendo sexo sin control.

—Aún no hemos terminado…— empujándolo hacia las aguas, Margarita se sintió a horcajadas sobre el y rodeo su cuerpo con ambas piernas —No podrás escapar hasta que me sienta satisfecha— devorando a su compañero, ella sintió como una gran cantidad de semilla inundaba su interior.

Con los ojos bien abierto, ella se sintió feliz y dudosa a la vez, el había dicho que era peligroso tener hijos en este momento, que pasaría si ellos nacían en el momento que todo se viniera abajo.

—Ah ah ah ah— gimió cuando su mente se elevó al cielo.

Con la conciencia en las nubes, su cuerpo tembló cuando él no perdió la dureza. Acariciando su cabeza, Jin dejo que ella disfrutara el momento, , sus gemidos irregulares era algo que solo él podía escuchar.

—Estas devuelta pequeña princesita— antes que ella notara el cambio de lugar, Jin dejo que Margarita descansara en la cama.

Mientras la envolvía debajo de las mantas, Jin se aseguro que la puerta estuviera cerrada, no le preocupaba que una de sus compañeras pudiera ver el encuentro nocturno, era solo que tenia que mantenerse mas precavido desde que llegaron más personas al refugio.

Con el rostro sonrojado, Margarita escondió su cuerpo a la vista de Jin, aun en la oscuridad ella pudo sentir los ojos afilados que exploraban cada parte de su cuerpo.

Mientras el se deslizaba sobre la cama, ella sintió una corriente eléctrica atravesar sus manos al ser expuesta por el —Incluso la venus de milo no se puede comparar a tu belleza— envolviendo el cuerpo de Margarita, ella solo pudo ceder ante Jin cuando su cuerpo fue invadido por una fuerza imparable.

Con una expresión enamorada, un largo beso entre los dos comenzó a derretir la razón de Margarita. Consumidos por sus instintos, Margarita puso sus brazos alrededor de la espalda de Jin y lo abrazo, sin importarle lo que pasara en el exterior, Jin acaricio las caderas bien definidas de ella mientras la empujaba hacia la cama.

…

Caminando por el hormiguero, Victoria se sintió complicada en su interior, ahora que Jin consiguió mas personas ella no sabía en que posición estaría ella cuando mas personas capaces llegaran a su lado.

Ella era solo una profesora para niños pequeños, aunque ella fue una de las primeras en estar a su lado, la realidad era algo cruel, ella había visto como su amiga se entrego a el durante la noche el día que se unió a ellos, ella no tenia la misma personalidad que Margarita para hacer ese tipo de cosas, desde pequeña ella había creído en el amor verdadero, como los cuentos del príncipe azul salvándola en los momentos más difíciles.

Siendo enviada por Rosa, ella no encontró a Jin en las fuentes termales —Debe estar en su dormitorio— ella subió a través del hormiguero. Para ella fue algo increíble que una criatura como las hormigas pudiera crear un hormiguero tan grande como una montaña, por el tamaño de las habitaciones ellas deberían tener mas de dos metros de alto.

Llegando al sexto piso, una voz ahogada llego a sus oídos, apretando el abanico en sus manos ella camino lentamente hacia la habitación de Jin. El abanico fue un regalo de Rosa, ella estaba agradecida con Victoria por mantener unido al grupo, incluso en el momento que los hombres las maltrataron, fue su voz quien evito que sus cuerpos sean transformados en juguetes para ellos.

A un paso de la habitación, ella sintió que su parte inferior se humedecía, los constantes gemidos que salían a través de la puerta era una música que la haría culminar si ella fuera virgen.

En la habitación, Margarita ya no podía aguantar las embestidas que sufría en su interior, acercándose a su oído ella le suplico que la perdonara, incluso su cuerpo no la escuchaba como la escucharía Jin quien miro los ojos lujuriosos de ella.

Mientras su mente llegaba al cielo por quinta vez, Jin le dio un beso cálido y sencillo en su frente, envolviéndola en las mantas de su cama.

Caminando hacia la entrada, el no se preocupo en vestirse y avanzo sin sentir vergüenza, su cuerpo esbelto brillo por el encuentro que tuvo con su compañera, incluso sus músculos parecieron fortalecerse por la pasión con la que sus cuerpos se devoraron.

Mientras la puerta se abría, Victoria estaba arrodillada delante de la puerta con la respiración agitada.

—Hola…— dijo Jin al ver los ojos brillantes de Victoria, ella no escucho sus palabras cuando un miembro erecto estuvo a solo unas pulgadas de sus labios, si ella extendiera su lengua seria capaz de sentir aquello que hizo a su amiga una mujer devastada.

Antes que el viento frío entrara por la puerta, Jin la tomo entre sus brazos y la llevo al interior, en ningún momento ella se resistió, imaginando lo que sucedía en el interior, sus ojos se llenaron de lujuria cuando Jin la apoyo en la cama y cerro la puerta.