34 CAPITULO 34: En la grieta

Me encontraba sujetando mi espada, que estaba clavado en la pared del acantilado, bueno ahora como subo hasta arriba, saque la otra espada y también la clave en la pared.

Me pare encima de los mangos de las espadas, y observe como los demás insectos seguían cayendo, enserio estas hormigas estaban locas, para no fijarse que estaban cayendo en un acantilado.

Pronto las hormigas entraron en uso de razón y dejaron de aventarse. Pero aún se quedaron viéndome desde arriba, sí que son tenaces. Por alguna razón no querían meterse en esta grieta, o al menos perseguirme por las paredes, enserio las hormigas no pueden caminar por las paredes o estas hormigas son diferentes. Bueno eso ya no importa, tendré que buscar alguna salida.

Al parecer tendré que descender hacia abajo. Si subo esas hormigas me harán pedazos. Ajuste las espadas gantz para que midan solo 30 centímetros y las use como piolet, poco a poco comencé a descender, hasta que por fin se me hizo visible lo que se hallaba abajo.

Todo el fondo parece estar inundado con un extraño barro oloroso, al parecer algunos de los insectos logro sobrevivir a la caída de 1000 metros, lo más seguro es que ese barro logro amortiguar su caída, cada uno de ellos se puso de pie.

Por alguna razón las hormigas parecían asustadas y comenzaron a correr hacia las paredes. Sentía curiosidad de por qué se asustarían, ese barro no era lo suficientemente profundo para alguna de ellas terminen ahogándose o será fobia al agua.

Pronto descubrí de por qué le temían tanto a ese extraño barro. Primero el barro comenzó a burbujear, después vino lo escalofriante, del barro comenzaron a salir gigantescos gusanos que comenzaron a devorar a las hormigas. Las hormigas lucharon ferozmente pero cada vez que sus mandíbulas logran cortar aun gusano, el gusano como si no hubiese pasado nada continuaba adsorbiendo ala hormiga y la parte que había sido cortada consumía otra extremidad, pronto también la cabeza era consumida. Era muy similar a como una serpiente traga vivo a su presa, solo que aquí la presa no es asfixiada hasta la muerte.

Literalmente mi piel se puso como pálida y estaba transpirando como loco, además de quería vomitar, quería desmayarme de la horrorosa imagen que estaba viendo. Es que enserio estaba pensando en saltar a ese pozo, y solo imaginar que no desidia quedarme en la pared, me hubiese convertido en popo de gusano, me tranquilicé y comencé a respirar, pronto el ruido se detuvo y ese barro extraño, se quedó completamente quieto. Nadie podría pensar que en ese lugar ocurrió unos ferros pelea por la supervivencia.

Ahora que hago, no puedo irme para arriba, ni para abajo, sujeté fuertemente el mango de mis espadas y comencé a dirigirme hacia el lateral de la grieta, por suerte era de día, si hubiese sido de noche ni loco me movería de mi posición.

Al parecer ya era el medio día, el sol se encontraba en lo más alto. Ya iba cuatro horas haciendo esto y aun había barro debajo de mí, si no encuentro suelo firme dentro de media hora, solo me quedara subir, incluso si hay hormigas, no puedo pasar la noche en un lugar así, esta grieta expulsa un aura amenazante, será mejor que suba y si tanto buscan pelea, solo me quedara pelear a muerte contra ellas.

Pero cuando ya iban a pasar los 15 min, por fin logro ver tierra y no ese barro asqueroso. Me deje caer al suelo y comencé a pincharlo con la espada, solo para estar seguro, que no sea una trampa o que algún gusano se encuentre escondido en el suelo.

Saqué la pistola y comencé a reventarle de disparos al asqueroso barro que me dejo traumatizado. De partir de hoy tendré que vivir con miedo al barro y a los gusanos.

Devolví las pistolas a mi anillo y comencé a caminar hacia la salida de la agrieta.

Después de una hora de estar caminado tranquilamente, por fin me topo con otro insecto, eran escorpiones, en total son 12. Eran tan grandes como la mantis, pero no desprendían esa aura de amenaza que desprendían las hormigas.

Solo tengo que tener cuidado del aguijón venenoso que se encuentra en su cola y las dos pizas que tiene de manos.

Retiro la espada gantz de mi anillo y me lanzo hacia el más cercano, Quinta postura: Rueda de Fuego, use esta técnica en rápida sucesión con la Cuarta postura y ataca al enemigo mientras están distraídos con mi finta, logrando cortar su aguijón, cuando pierde un escorpión su aguijón, también pierde su equilibrio.

El escorpión termino cayendo al suelo, los demás comenzaron a moverse también, con los demás también apunte a sus colas y a sus piernas, sus pinzas son bastante fastidiosas por eso trate de evitarlos, lo más que pude.

Después de 10 minutos todos yacían muertos aun lado. Guardé de nuevo la espada y me puse a caminar. Eran fuertes esos escorpiones, pero no trabajaban en equipo como las hormigas. O me hubiesen costado mas matarlos.

Sentí que estaba subiendo una colina, poco a poco la oscuridad se fue deshaciendo, así que pronto saldría de esta grieta del terror.

Cuando por fin pude ver a lo lejos la salida de esta grieta. Sentí una horrible presión que venía de encima de mí, esa aura era tan fuerte como la de Yang lu, no me equivoco, esta aura era superior. Hasta ahora esta sería el contrincante más poderoso con el que me toparía.

Observé hacia arriba para verlo, era una araña blanca, tenía el tamaño de un auto. Todo a su alrededor estaba lleno de telarañas, lo único curioso es que esta araña solo tenía 7 piernas, parece que alguna vez termino perdiendo la otra.

Misión del sistema: Derrota al jefe de la grieta, la gran araña blanca

Castigo: serás enviado aleatoriamente, a cualquier ubicación.

Maldición el destino en realidad me odia, enviarme contra cualquier enemigo poderoso, como no lo voy a llamar mala suerte, solo tener esos cuatro ojos observándome me causa escalofríos.

No queda de otra, saqué mi espada gantz y me puse en posición de pelea.

avataravatar
Next chapter