1 Capitulo 1

Los cuentistas siempre relatan historias comunes, acerca de heroicos rescates y feroces batallas, romances eternos con un final conmovedor, historias acerca de bellas princesas, de valientes caballeros, de batallas épicas en rescate del amor que te espera atrás de una puerta de madera y acero. Encierran a los lectores, a los escuchones de estas historias en la idea de que él solo respirar es grandioso. Pero en estas historias, siempre hay cosas ocultas, cosas que solo desanimarían a al público que se ilusiona, sueña y creen en estas fantasías ¿Cómo lo se? Por qué yo vivía en esas fantasías, soñando con el grandioso momento en que me podría embarcar a la aventura de mi vida, pero el tiempo mata tus sueños, la sociedad aniquila la fantasía y la realidad acaba con tus esperanzas. La sola idea de qué podría irme a salir en una aventura fue borrada, deseaba tanto recibir alabanzas y elogios, pero solo recibí burlas y risas cuando compartía mis ideas. ¿Cuántos días pase llorando, arrinconado en la esquina de mi habitación? La verdad perdí la cuenta. Con el paso del tiempo me di a la idea de que las aventuras son solo destinadas para aquellos que nacieron con el privilegio de vivirlas, de que mi vida ya está escrita en un pergamino egoísta y cruel llamado destino. Alguien tan común como yo nunca podría salir del destino al que estoy amarrado, entonces sí acepto mi realidad ¿Puedo vivir feliz?

Soy de un pueblo sencillo llamado Hazten, un lugar calmado con grandes cerros rodeando el pueblo, paisajes mágicos que cambian con el tiempo, con un verde deslumbrante durante el Lazai, con un relajante amarillo durante el Garrir, la noche más hermosa en Lilura y el mas blanco sol en Zurhi. En fin un pueblo común y sencillo, dedicado a la siembra y el criadero de animales, nada especial que remarcar a excepción de la pobreza que va creciendo día a día todo culpa de la llamada Edad de la Ausencia.

Estando en este pueblo uno se puede aburrir fácilmente, si no fuera por mi trabajo en el campo seria odioso vivir aquí. Pero como siempre, en la vida de cualquiera se encuentran momentos interesantes, eventos que cambian la vida de la persona, una alternativa para salir de lo común. Recuerdo el día que conocí a una hermosa chica nos frecuentábamos reíamos y nos divertíamos, con el tiempo paso lo pasa entre hombre y mujer, la amistad evoluciono en un lindo romance. Yo creía que ella sería mi todo, la idolatraba, pensando que ella era la más bella doncella del lugar, que encontrar a otra persona como ella sería imposible, vivía con la idea de que estaríamos siempre juntos, que nuestro amor vencería todo, eran solo ideas infantiles cuando lo veo en retrospectiva. La otra realidad era que ella era la hija del Lord de Hazten y a pesar de que nos queríamos mucho, lo que estaba destinado era que nuestros caminos nunca iban a estar juntos. El comprometerse con el hijo de un socio importante de su padre era algo que se veía venir, lo cruel de todo esto fuera que ella decidiera dejar de dirigirme la palabra, por mas que la buscaba ella decidía dejarme en claro que no le interesaba ya mas nuestra relación, claro no sería bien visto que ella platique con un pobre trabajador como yo, además que mas le podría dar que no fuera solamente cariño, yo no tenia acceso a grandes cantidades de oro y plata mucho menos a las influencias necesarias. Claro esta que en esta vida el amor vale poco cuando el dinero y los contactos son mas importantes, eso me lo hizo ver muy bien su padre cuando me mando a golpear para dejarla de molestar. Ese día mientras estaba tirado en las tierra viendo cómo se reían nuevamente de mis sueños deseaba que en vez de que me golpearan me asesinaran que al fin y al cabo vivir sin ella no valdría la pena vivir.

Cuando llegué a casa mi padre me miró muy sorprendido por la forma en la que me veía, preguntó acerca de lo que había pasado, lo único que le contesté gritándole fue que la vida es injusta. El trato de estar sereno ante mis berrinches y cuando por fin tuvo la oportunidad de contestar mis reclamos lo unico que me dijo fue "tal vés la vida es justa, demasiado justa, tanto que nos parece injusta" palabras que marcaron mi forma de pensar, así es la vida es justa demasiado y esto es lo que me merezco, solo soy un pobre campesino que no puede aspirar a nada mas que a esa realidad si unos son ricos es justo que también halla pobres.