Soy un Simio!

Parker inmediatamente la siguió. Había permitido que la hembra cayera del árbol porque también estaba sorprendido. Sumamente ansioso, se agachó delante de la hembra y le preguntó:

—¿Estás bien, hembra?

Bai Qingqing se había torcido el tobillo izquierdo. Era extremadamente doloroso, pero no le prestó atención. Miraba nerviosamente al hombre leopardo.

El hombre leopardo aparentaba unos dieciocho o diecinueve años. Su piel era un color bronceado y saludable, y tenía rasgos más occidentalizados. Tenía tatuajes que parecían franjas animales en ambas mejillas, lo que le daba una apariencia salvaje. Sus ojos eran de un color dorado puro, y debido a que estaba cerca de Bai Qingqing, ella podía incluso ver cómo sus pupilas oscuras se contraían ligeramente, de modo que ahora eran verticales.

Cuando Bai Qingqing estaba evaluando al hombre bestia, él también la evaluaba cuidadosamente.

Lo mejor de Bai Qingqing era su piel clara e impecable. No parecía impactante a primera vista, pero cuanto más la miraba, más hermosa le parecía. Sus ojos grandes y ligeramente caídos la hacían parecer extremadamente inocente.

Parker sintió que la hembra era tan hermosa que se olvidó de respirar.

Los hombres bestia eran seres caprichosos. Una vez que ponían los ojos en alguien que les gustaba, reclamaban la propiedad de esa persona por el resto de sus vidas. Parker decidió que perseguir a esta hembra sería el objetivo de su vida.

Bai Qingqing se sintió intimidada frente al leopardo, que se había convertido en un hombre desnudo mirándola. Se movió hacia atrás, pero el hombre solo se acercó más hacia ella. Ella negó con la cabeza nerviosamente y dijo:

—Estoy bien. Mi nombre es Bai Qingqing. Gracias por salvarme.

—Eso es bueno. ¡Soy Parker, un macho leopardo! —Parker se agachó frente a Bai Qingqing e inhaló profundamente mientras la miraba detenidamente. Esta acción causó que una cosa enorme entre sus piernas se balanceara de manera salvaje.

El rostro de Bai Qingqing se enrojeció instantáneamente. ¡Se estaba comportando como un pervertido!

—¿Por qué... por qué no llevas ropa? —preguntó Bai Qingqing. Apartó la mirada, pero sus ojos no pudieron evitar mirar en esa dirección. Esta era la primera vez que veía un pene masculino en su vida.

¿Qué diablos? Esa cosa era enorme—¿no se balancearía cuando caminara?

—¿De qué hay que tener miedo? Solo eres tú —respondió Parker con indiferencia.

¡Eh! Incluso si solo soy yo, ¡todavía soy una persona! Bai Qingqing se quedó sin palabras.

La mirada de Parker era ardiente mientras observaba los brazos de Bai Qingqing. Se acercó rápidamente a ella y preguntó:

—¿Qué edad tienes? ¿De qué especie eres? ¿Dónde está tu gente?

Bai Qingqing se calmó. Todavía no sabía dónde estaba ni qué costumbres tenían los animales aquí. Sería malo si tenían alguna tradición feudal y la quemaban viva o la ahogaban por decir algo incorrecto.

Bai Qingqing no era una tonta. Mirando todas las señales, había transmigrado, tal vez incluso a otro planeta. Basándose en lo que Parker dijo, todo el mundo aquí parecía ser animales que podían transformarse en humanos. Por lo tanto, él también la consideraba un animal.

Tras entender la situación, Bai Qingqing se obligó a mantener la calma mientras decía, —Adivina.

Mientras Parker observaba las hermosas y exquisitas facciones de la hembra, no pudo evitar ser recordado de los hombres bestia conocidos por su belleza. —¿Zorro?

Bai Qingqing miró a Parker sin decir una palabra.

—¿Pavo Real? ¿Gente del Mar? —Sin poder pensar en otras respuestas, Parker hizo suposiciones al azar. —¿Tigre? ¿Oso? ¿Leopardo? ¿Águila? ¿Serpiente? ¿Simio?

Los ojos de Bai Qingqing se iluminaron y ella respondió en voz alta, —¡Simio! ¡Soy un simio!

Los humanos evolucionaron de los simios, así que decir que era un simio era probablemente la mejor manera de evitar ser expuesta.

Las cejas doradas marrón de Parker se juntaron ligeramente. —Eres un simio.

Los simios hombres bestia eran inteligentes, pero él les tenía aversión. Siempre sentía que estaba siendo maquinado contra cada vez que interactuaba con ellos.

—¿Por qué estás sola en el bosque? El bosque es demasiado peligroso para una hembra.

Bai Qingqing apartó la vista antes de responder naturalmente, —Me alejé de mi gente y terminé aquí por mi cuenta. ¿Qué lugar es este?

Parker sonrió, mostrando sus dientes blancos. —Eso es bueno.

—¿Qué? —Bai Qingqing se quedó petrificada.

—Te encontré, así que desde ahora, ¡eres mía!