20 Capítulo 20: El hombre que ríe

El Joker detuvo el retroceso del vehículo y puso en marcha el carro blindado. Del otro lado de la calle el batimovil continuaba su decidida acometida.

Se presagiaba una inminente colisión.

Ambos vehículos avanzaban temerariamente. Frente a frente, a gran velocidad. En la boca de Batman se reflejaba una mueca de absoluta vehemencia, sin pizca de vacilación, mientras que su antagonista en su vehículo blindado afrontaba aquel duelo con una risa demencial y jubilosa.

Justamente en ese momento de la parte de atrás del vehículo blindado apareció por encima de la cabina uno de los sirvientes del Joker empuñando una poderosa bazuca.

Batman reaccionó ante esto gritando: "Expulsar", al mismo instante que el secuaz apretaba el gatillo y un misil con la cabeza pintada con una cara sonriente surgía del arma con un silbido que era más un cantico de desgracia y muerte.

El batimovil emitió un pitido y con una explosión el capó fue lanzado por los aires. Seguidamente fue Batman quien salió eyectado por lo alto como si fuera el piloto de un avión caza.

Abajo el proyectil impactó contra el batimovil destruyéndolo en una tremenda explosión que lanzó en todas direcciones diferentes partes de la malograda máquina. Y para remate, en ese momento el carro blindado lo chocó a toda velocidad apartándolo del camino y dejándolo a un costado como un montón de chatarra retorcida y humeante.

Arriba Batman expandió su capa permitiendo que pudiera suspenderse en el aire como si tuviera un planeador. En esa circunstancia apuntó una pistola de agarre en dirección al camión. El gancho salió disparado y dio en el blanco atajándose en una de las puertas del camión uniéndolo a este por un alambre.

-¡No es una fiesta hasta que algo se rompe!-gritaba el príncipe payaso del crimen sujetando fuerte el volante del blindado.

Luego miró hacia ambos lados buscando algún rastro del murciélago, pues era bastante consciente que la principal característica de ese juego era que estaban condenados a enfrentarse una y otra vez. Diversión asegurada por siempre ahora que misteriosamente había vuelto.

-¿Alguien puede decirme adónde se fue volando el murciélago?

El coche blindado aceleró mientras Batman que continuaba suspendida en el aire fue acercándose mano a mano trepando por el cable conectado al camión. Lo dominaba una furiosa determinación. Un ruido se escuchó hasta la cabina del camión.

-Preguntado y respondido -dijo el payaso ante la evidencia de donde se hallaba el insistente caballero de la noche.

Entonces Batman se asomó por la ventana lateral de la cabina. El Joker dio un respingo sorprendido.

El murciélago comenzó a golpear con furia el vidrio a prueba de balas. A cada golpe la estructura se estremecía como si la dominara el miedo, pero aun así se mantenía resistente. Ante lo cual Batman sacó un batarang con el que marcó una X en el cristal. Después prosiguió con los potentes ataques con el puño.

-Interesante -comentó el Joker con sus sirvientes.

Los puñetazos le dieron resultados al cruzado encapotado, quien logró marcar una rajadura en el cristal.

-Persistente, ¿no? -mencionó el Joker despreocupado.

Afuera del vehículo Batman golpeaba la ventana lateral. Gruñendo con cada rabiosa embestida. Golpeando, golpeando. El cristal finalmente se rindió y un agujero irregular se dibujó en su superficie.

Una mano enguantada entró por la ventana y trató de agarrar la garganta del comodín que se carcajeaba descontroladamente mientras evitaba que esa mano tomara su cuello.

-Buen intento muchacho... ¡Pero parece que esta es tu parada! -y el payaso frenó el vehículo con ambos pies al mismo tiempo que tiraba el freno de manos.

El vehículo detuvo su marcha tan bruscamente que por un momento pareció que sufriría una volcadura, sin embargo, aguantó en pie con un chillido de neumáticos, saliendo expelido el Caballero de la Noche.

Su cuerpo aterrizó duramente contra el pavimento dando repetidos tumbos por varios metros. Batman sintió su cuerpo adolorido, pese a la protección que le brindaba su traje recubierto de Kevlar y aleaciones de metales livianos, pero fuertemente resistentes.

Batman se concentró en incorporarse superando cualquier dolencia padecida, pero en ese mismo instante la brillante luz de unos faros aproximándose lo iluminaron. ¡El vehículo estaba a punto de atropellarlo!

Pero repentinamente frenó a escasa distancia del héroe caído.

Al parecer, pensó Batman ante la dificultad de moverse, su cuerpo aún no se recuperaba del todo de los efectos de tan duro aterrizaje.

De la cabina del camión blindado apareció el Joker con su diabólica sonrisa. Caminó alegremente, con ligeros pasos de baile, hacia Batman que aún luchaba por levantarse.

-Lástima que tu amigo del pijama rojo y azul no me mató cuando tuvo la oportunidad -y acto seguido lo pateó en la cara.

Batman apoyó sus manos en el suelo y escupió sangre. Tocó con su lengua sus dientes milagrosamente todavía completos. El zapato del payaso criminal tenía punta de acero.

-Muy malo para ti. Y una lástima para la deliciosa Lizzie-Beth.

Entonces el Joker le lanzó varias patadas, Batman trató de cubrirse con los brazos, controlando su respiración, haciendo un supremo esfuerzo por dominar el dolor.

Las patadas continuaron cada vez más salvajes.

-Cuando la veas en el infierno... -y al terminar de decir esto apretó la garganta de Batman- Dile "Hola".

El caballero oscuro sintió la falta de oxígeno incapaz ya de reaccionar, consciente de que había llegado la hora del fin. Sin embargo, extrañamente, los dos sirvientes tomaron fuertemente de los brazos al Joker y lo alejaron de Batman que seguía tendido.

-Todo bien, todo bien, todo bien -y recobrando lo que él consideraba cordura manifestó-. Dije que estoy bien.

Sus sirvientes se miraron entre sí y convencidos por la seriedad con la que hablaba el Joker lo liberaron. Este se alisó el traje y se justó la corbata. Luego caminó hacia Batman con una media sonrisa.

-Sí, sí. Los chicos tienen razón. Ahora no es el momento. Pero no te desesperes, pequeño Bruce.

Y el Joker le dio una patada final en la cabeza. Fue un golpe muy duro y violento. Sus sirvientes hicieron el ademán de volver a sujetarlo, pero rápidamente el Joker levantó las manos indicando que no volvería a atacar. Aquí no pasaba nada.

Pero antes de retirarse una vez más se dirigió a Batman que continuaba en el suelo. Lo hizo con una voz muy seria.

-Muy pronto sentirás su frío beso. Muy pronto.

Y el cruzado pudo ver que el Joker se alejaba siendo escoltado por sus secuaces. A lo lejos sonaban las sirenas de policías. Hizo un esfuerzo por levantarse, sus brazos respondieron y abandonó el pavimento.

Se puso de pie sangrante, derrotado.

avataravatar
Next chapter