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Capítulo 2: El karma sirve para tener mascotas

Era mitad de la noche, el pequeño Alan de cuatro años no podía dormir ya que su ultima dosis de "Polvo de hadas" (como decidió llamarlo) fue un poco mas fuerte de lo normal.

Aburrido d no poder dormir, fue a dar un paseo por la casa, no era la primera vez que lo hacía y su familia ya ni se preocupaba por sus rarezas. Había veces donde Alan actuaba como una persona mucho mas madura para su edad, pero en otros momentos era un niño idiota que decía lo que pensaba sin importarle las consecuencias.

Mientras Alan paseaba, pudo ver que aún había luz en la habitación de sus padres por lo que fue a ver. Era un mundo sin tecnología por lo que las velas y luces mágicas era la forma de iluminarse, sin embargo las luces mágicas eran caras.

Alan trató de escuchar que hacían sus padres, aunque Alan tenía muchos fetiches, el voyeur no era uno de ellos, hubo ocasiones en que escuchó a la pareja teniendo intimidad y Alan, como el idiota que era, entró a la habitación mientras gritaba "¡Yo sigo!".

Desde entonces sus padres han estado frustrados ya que el pequeño desgraciado tenía un sexto sentido para interrumpirlos en sus momentos de pareja.

Mientras Alan ponía su oreja contra la puerta, escuchó el murmullo de sus padres.

- Este año la cosecha no fue tan buena.

- Querido, solo debemos esforzarnos y saldremos adelante.

- La perdida no es tanta, podríamos aguantar hasta la siguiente cosecha, pero…

- ¿Pero?

- Somos una familia de siete y apenas podemos mantenernos en circunstancias normales, quizás si hubiera menos bocas que alimentar-

- ¡¿Qué estás diciendo?!

- ¡Shhh vas a despertar a los niños! Mira, se que suena duro pero si solo hubiera una boca menos, con solo ahorrarnos el dinero de uno de los niños podríamos salir adelante.

- ¡No puedo creer que lo digas en serio!

- ¡No hay otra opción, y no soy el único que lo piensa, la familia encargada de la cosecha sur!

- Pero…

- Se que es difícil, pero he hablado con otras familias sobre esto, mañana vendrá una caravana de comerciantes de esclavos, cada familia acordó vender a un niño para que podamos llegar a la siguiente cosecha.

- …

'Umu, me pregunto quien será el pobre diablo que será vendido jajaja… Ah mierda, ¿No seré yo verdad?' Alan pensó que, con su suerte, era seguro que lo elegirían.

El no planeaba resistirse ni le molestaba la idea, desde que renació, Alan nunca considero a sus progenitores como sus padres, en su corazón solo sus padres de su vida pasada eran su familia, personas repugnantes y patéticas cuyo único propósito en la vida fue ser una escoria.

En su nueva vida, aunque no recibió el afecto de sus nuevos padres, tampoco fue maltratado, en la opinión de Alan, sus progenitores eran solo cuidadores a los que eventualmente dejaría para poder explorar este mundo mágico.

Alan fue a su habitación a hacer preparativos, no durmió en toda la noche preparando algunas sorpresas para cuando fuera llevado por la caravana de esclavistas, incluso si Alan algo masoquista y no odiaba la esclavitud, el nunca sería un esclavo.

A la mañana siguiente y sin sorpresa, Alan fue elegido para ser vendido a la caravana. Su padre le dijo que se subiera a la carreta mientras que su madre se encerró en su habitación, seguramente llorando.

Alan vio varios niños en la carreta, algunos lucían confundidos, otros estaban asustados, algunos pocos tenían expresiones vacías. Alan se acomodó en una esquina y comenzó a comer una galleta sin preocuparse por las miradas de los otros niños.

- Umu, el chocolate va bien con polvo de hadas.

Alan sonrió mientras revisaba el catalogo de la [Tienda] y pensaba en las recetas que podría hacer.

La caravana fue moviéndose, se detenían en algunos pueblos para reabastecerse o comprar más esclavos.

Los niños recibían la mínima comida para no morir de hambre, pero evitando que tuvieran la fuerza para intentar escapar. La excepción a esto fue Alan quien seguía comprando alimentos en la tienda de su sistema, solo había algo que lo molestaba cada vez que abría su sistema.

[Puntos Karmicos (PK): 1.7 millones]

Sus PK habían estado subiendo sin que el hiciera algo, Alan no sabía porque estaba siendo recompensado, pero al no tener a quien preguntar decidió solo disfrutar el dinero gratis.

- Oye mocoso ¿De dónde sacaste esa galleta?

- ¿De mis pantalones?

- Muy gracioso niño, dame esa galleta.

- Tengo más ¿Quieres?

- Solo dámelas mocoso ¡Oigan, miren lo que encontré!

- ¡Oh, esas galletas lucen bien!

Alan le pasó un paquete de galletas al comerciante. Ya se había aburrido de viajar con el grupo y decidió que era hora de viajar por su cuenta.

Actualmente estaban en las orillas de un bosque. Alan había descubierto algo interesante de su habilidad [Bendición del Mundo], tenia un gran efecto en los animales y monstruos de bajo intelecto. Esto lo descubrió cuando un cuervo le llevó comida cuando fue castigado sin cenar por poner picante en la ropa interior de uno de sus hermanos.

Sobre los monstruos, un circo ambulante había visitado la región presentando algunos monstruos de bajo nivel como goblins, la criatura verde actuó como un perro domestico cuando vio a Alan haciéndole entender un poco más de su habilidad.

Alan pensó en irse al bosque después de dejar la caravana de esclavos. Los animales salvajes y monstruos de bajo nivel deberían de poder ayudarlo a cuidarse un par de años hasta que su cuerpo madure lo suficiente para viajar por su cuenta, claro, el pan tenía grandes riesgos ¿Y si había monstruos inmunes a su habilidad? También podría haber una raza inteligente que habita el lugar, así como plantas e insectos venenosos. Alan también pensó en esto, pero su pensamiento fue "¿Y qué?", a veces la locura de Alan estaba mas en el lado de la estupidez.

- ¡Dame esa puta galleta o voy a matarte!

- ¡Intenta quitármela hijo de puta, esta es mía!

- ¡TE MATARE PEDAZO DE MIERA, A TI Y A TODA TU FAMILIA SI NO ME DAS LA PUTA GALLETA!

- ¡Aaagh mi pierna!

Alan dejó la caravana mientras los comerciantes de esclavos peleaban a muerte para conseguir las galletas. Alan las llamó "Locura de chocolate", estaban hechas con cuatro tipos de chocolate natural, leche, cacahuate, masa de trigo y almendra, eran una de las creaciones mas deliciosas de Alan que podían volver adicto a cualquiera con papilas gustativas.

Solo para asegurarse de que su plan saldría bien, Alan también agregó su última versión mas potente de Polvo de hadas. El resultado fue una super galleta que contiene todo el sabor y dulzura del chocolate con solo la mitad de las calorías, y bueno, algunos efectos secundarios de adicción desenfrenada.

Varios niños escaparon durante el caos, Alan se fue por su cuenta ya que no era un jugador de equipos y prefería el trabajo en solitario.

Entrando al bosque, Alan se encontró con un grupo de lobos del tamaño de un hombre adulto. Contrario a sus apariencias feroces, se comportaron como lindos cachorros que encontraron a su dueño perdido. Alan fue llevado a la madriguera de los lobos y pasó una cálida noche entre el esponjoso pelaje de los animales.

A la mañana siguiente, Alan estaba paseando por el bosque mientras un par de lobos lo seguían desde lejos como una especie de guardaespaldas.

Mientras Alan repasaba los datos que componen las plantas, vio una pequeña cabeza con cabello dorado que se asomaba entre los árboles.

Mirando a la cabeza rubia, Alan uso su [Cálculo Universal]. Los datos fueron tantos que Alan se sintió mareado, la información sobre la raza, edad, linaje y apariencia eran lo de menos, el problema fue cuando su habilidad comenzó a mostrar los datos de algo que Alan aún no había visto, magia.

La pequeña figura vio como Alan la miraba y luego comenzó a tambalearse. Curiosa, decidió acercarse para ver al extraño chico. Se veían de una edad similar, el niño tenía el cabello negro con un flequillo que cubría un poco sus ojos, estaba vestido como un campesino común con ropa de cáñamo, su piel tenia un ligero bronceado como todo niño de campo. A pesar de su apariencia de campesino, el niño era adorable y poseía un encanto especial, la pequeña figura rubia sintió el deseo de acercarse, aunque ella no sabía por qué.

Cerrando los puños, la pequeña figura decidió que debía acercarse, de todas formas estaban en medio del Bosque de los Elfos y no había ninguna raza que pudiera entrar en la región por lo que estaba segura.

- ¿E-Estas bien?

- Ah sí, he tenido resacas peores.

- ¿Resaca, que es eso?

- Aun eres muy joven para saberlo, los niños no deben tomar.

Alan miró a la loli rubia con una sonrisa de desdén haciendo que la loli inflara sus mejillas.

- ¡También pareces de 5 años como yo!

- Je, cronológicamente tengo 28 y según el ultimo examen que me hice, mentalmente 14 así que soy mayor.

- ¡Parecemos de la misma edad así que no importa!

- Físicamente tengo 4 años.

- ¡Entonces soy mayor!

- ¿No escuchaste lo que dije antes mocosa?

- ¡Tú eres el mocoso!

Ambos niños continuaron discutiendo como… Bueno, niños. Se detuvieron cuando ambos quedaron sin aliento por tanto discutir.

- Que mocosa tan inmadura.

Lo dijo el reencarnado que discutió con una niña.

- ¡Mou te dije que no soy una mocosa!

- Hasta que no tengas un cuerpo como tu madre seguirás siendo una mocosa.

- ¿Conoces a mamá?

- No, ¿Es hermosa?

- ¡Mamá es la mujer más hermosa!

- ¿Me la presentas?

- ¿Por qué quieres conocer a mamá?

- Cosas de adultos que no le importan a un mocoso.

- ¡Tú eres el mocoso!

La pobre loli se sentía agraviada, aunque su familia no era de nobles importantes, aun tenían cierto nivel de prestigio por lo que ser molestada de esta forma era una nueva experiencia nada agradable.

- Entonces mocosa ¿Sabes que lugar es este?

- ¡Tú eres el mocoso! Y este es el Bosque de los Elfos ¿Acaso te perdiste?

- Me perdí.

La niña trató de burlarse del niño pero Alan respondió alegremente como si perderse fuera un gran logro. La niña finalmente se rindió en tratar con el niño extraño.

- ¿Entonces eres un mini elfo?

- ¡No mini elfo, soy un noble elfo!

- Así que un mini elfo.

- ¡Oye!

- Eso explica los datos sobre magia.

- ¡No me ignores!

- Oye mocosa, ¿Sabes sobre magia?

- Claro que se de magia, todos los elfos somos genios de la magia.

- ¿Me enseñarías a hacer magia?

- ¡No!

La niña saco la lengua, feliz de poder burlarse de Alan por primera vez, pero su rostro se congelo al ver lo que Alan sostenía.

- Si me ayudas te daré esto~

- Gulp.

Alan sostenía una galleta de arándano. Esta era una galleta normal sin sustancias cuestionables, pero solo su apariencia y olor fueron suficientes para hacer que la pequeña elfa salivara.

- La magia de los elfos es un secreto que no debemos compartir…

- Dos galletas~

- E-Es un secreto familiar…

- Tres galletas por cada clase de magia que me des~

- ¡Ahhh, cuatro, que sean cuatro!

- Hecho jajaja.

Alan sonrió de manera macabra como un pervertido que engañó a una niña con dulces, aunque eso fue lo que pasó.

ʕ•́ᴥ•̀ʔっ Los primeros capítulos serán algo tranquilos y desordenados ya que forman las bases del poder de Alan, su comprensión del multiverso y sus primeras relaciones. Las cosas que Alan haga durante su infancia tendrán repercusiones en el futuro. Espero que no sea aburrido y hare mi mejor esfuerzo para que lo realmente emocionante no tarde en venir… ¡Violencia y waifus, yey!

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