61 Fireball

¿Qué es ese punto que vemos en la pantalla?, alguien de la sala de control menciono, de pronto las miradas se levantaron de las computadoras para visualizar a que se refería la compañera. Elena quien miraba el mapa ya se había percatado de la anomalía, sin embargo esperaba alguna señal de alerta. Por otro lado, Benedek escribió algunos comandos y pronto el conteo inicial terminó, logrando que los satélites se conectaran.

" Acceso correcto, sistema Ghost activado, Bienvenido al programa Medusa, indique la palabra clave para continuar usuario"

Una voz resonó en la sala proveniente de la plataforma principal, Mein que se encontraba minimizada en el hombro de Benedek, tembló.

- Mein Eledek - dijo en voz alta Benedek. Todos permanecieron a la expectativa y sosteniendo la respiración de manera involuntaria.

"Comando correcto, reconocimiento de voz activado, Bienvenido Sr. Benedek, iniciando protocolo de pareamiento"

Instantáneamente una serie de alertas se escucharon en todo el complejo generando que todo el personal dejara lo que estuviera haciendo para dirigirse al área de armamento y equipo de defensa.

Mientras tanto, las cámaras del sistema ghost se posicionaron en el extraño punto que aparecía en el radar haciendo aparecer en la pantalla junto con una serie de estadísticas, la imagen de lo que parecía ser una bola de fuego.

- Capitana, es una nave no identificada que, de acuerdo a los datos calculados tiene como punto de colisión la montaña donde nos encontramos - dijo en voz alta y ansiosa uno de los controladores del radar.

- Calculen el tiempo de colisión - ordeno Elena sin emoción alguna, su mirada permanecía fija en la pantalla donde el objeto rodeado de fuego por la entrada a la atmósfera aparecía. 'Es demasiada coincidencia, justo en el último ejercicio esta anomalía tenia que surgir, ¿podria ser una distracción?', este pensamiento alertó a Elena, quien rápidamente se acercó a Benedek.

- Beni, ¿como esta el estado del sistema? ¿alguna infiltración? - dijo en voz baja solo perceptible para ellos mientras toda la sala (y el complejo) se encontraban en caos.

- Hasta ahora el sistema no tiene ninguna alteración ni fluctuación, el pareamiento fue un éxito y las comunicaciones están completamente intervenidas - Benedek continuaba navegando por las pantallas de códigos en busca de algo.

- Algo no esta bien... - murmuro Elena, de pronto una idea surgió como rayo - Abre las cámaras del complejo, quiero que cheques el sector C - apresuró a uno de los encargados de la vigilancia interna.

En cuestión de segundos, en la pantalla apareció una maquinaria similar a una excavadora pero gigante emergiendo del suelo del hangar. Era algo salido de una película, del cual bajaron una veintena de invasores con traje de swat y visión nocturna.

¿Visión nocturna? ¡Rayos!

- Eikadrin, activa protocolo Killer, tenemos intrusos en el sector C, el topo esta aquí, repito esta aquí.

Elena, se comunicó con su mejor equipo por medio de los brazaletes, después de lo cual saco spistola guardada detrás de la espalda.

- Mein protocolo killer, código 90318K - grito la joven. Benedek solo la miro estupefacto, ¿en verdad iba a activar un programa tan radical? Por estar pendiente del OVNI y del proyecto Ghost, no entendía la decisión repentina de su amiga. Sin embargo, antes de decir algo, Mein contestó con su habitual voz pero en tono amenazante.

- Comando de voz detectado, Protocolo Killer activado, Usuario Lei Savage, Iniciando desembarque de paquete S.

Una vez que Mein termino de hablar, todo el complejo se apagó, el personal de la cabina de control se quedo atónito y Benedek solo se sentó en su lugar, balbuceando, "no saben donde se metieron".

De pronto, de entre las penumbras un ente se movió entre los integrantes, sonidos de líquido salpicando, choque de navajas y objetos cayendo se escuchó. En menos de un minuto, las luces se volvieron a encender, Elena estaba en su mismo lugar, solo que sus ropas estaban salpicadas de sangre y en sus manos estaban dos navajas de las cuales goteaba el liquido rojo aun fresco. En su rostro se podía ver la mirada asesina y expresión fría. En la cabina, los cuerpos de veinte personas yacían en el suelo, los que aun estaban vivos sabían que era por su lealtad y, como si nada continuaron trabajando. El mismo objeto incendiado dominaba la pantalla.

- El tiempo estimado de colisión es 15 minutos, de acuerdo al peso y densidad supuesto, media montaña podría colapsar - el operador trago saliva después de decir esto. No se atrevían ninguno de los que estaban en mirar nuevamente a su capitana, muchos habían escuchado de que su sobrenombre "savage" lo había ganado enteramente por su desarrollo, sin embargo era la primera vez que lo presenciaban en carne propia, la adrenalina del suceso y el olor a sangre que impregnaba el ambiente comenzaba a ser insoportable.

Elena que había permanecido en trance, finalmente contesto.

- Tenemos la infraestructura para tolerar una bomba atómica, limpien el desorden, hay que terminar con los intrusos.

Después de la cual, guardo sus cuchillos y salio del lugar, el uso de la pistola solo había sido una distracción para los topos, al final ella les dio muchas oportunidades de redimirse, después de lo ocurrido con Ferrau y Claude, había tomado precauciones, no podía ser alguien simple, solo los del equipo de Benedek sabían del poder de los brazaletes y la misión de la nada, de ahí fue muy simple. La asociación la había subestimado, esta vez era su turno.

- Eikadrin, es hora de rescatar a los gemelos - Dijo una Elena vestida en traje de espía armada con dos katanas a la espalda y una seria de cuchillas distribuidas en cintura y muslos, al igual que otros aditamentos preparados por Beni. Su caminar era seguro y su aura imponente, de mirada fría y tenaz.

- Si capitana - respondió con entusiasmo el equipo que estaba vestido con la ropa de los intrusos, mismos que yacían sin vida en el suelo. Pronto el equipo subió al transporte, desapareciendo por donde había emergido.

- Vamos bebe, esta vez tengo una sorpresa para ti - dijo con una sonrisa maliciosa Elena mirando como la tierra se abría ante sus ojos, llevándola a la guarida secreta de su mayor enemigo.