41 Back to normal

De regreso en el departamento, Elena estaba de mejor humor, platico con Carlos de que quizás cerraría su proyecto y que además dentro de una semana seria el aniversario luctuoso de su hermano, platico de como se sentía, de la soledad que vivía, platico de todas esas cosas que había guardado, claro, sin mencionar que tenia una doble vida como espía y que estaba trabajando para atrapar un grupo terrorista demoniaco, sin embargo, si hablo de lo importante, de ella misma.

Carlos la escucho atentamente mientras estaban botados en la alfombra, recostado en el puff de la sala, la televisión encendida como ruido de fondo, jugueteando con las manos de ella, otras veces acomodando algún cabello fuera de lugar, dando besos pequeños en sus mejillas cuando comentaba algo triste, estaba completamente embebido en la plática. Estaba inmensamente feliz de ver a la niña de sus ojos siendo tan abierta, contando sus temores y tristezas, hacia mucho tiempo que sabia de sus pesadillas, de la mirada distante y perdida, de la frialdad de su corazón. Ahora, finalmente, estaba dándole una pizca de confianza y eso encendía dentro de si una necesidad inmensa de protegerla, ayudarla y amarla incondicionalmente.

Elena sentía como sacos de arena se iban quitando de sus hombros conforme platicaba con él, estaba recostada en sus piernas, concentrada en lo que hablaba, a veces imágenes de recuerdos pasaban y otras solo miraba el techo, pero en ningún momento había fijado su mirada en Carlos, por lo que no se percataba de lo atento y embelesado que estaba. De pronto, poco a poco su cuerpo comenzó a relajarse hasta quedarse completamente dormida. Lamentablemente el joven aun no podía cargarla sino sus heridas sufrirían y estar lejos de ella nuevamente era un precio que no se disponía a pagar. Después de pensar por un buen rato, con cuidado movió la cabeza de la chica y la coloco en la alfombra, ella ni siquiera se movió, cuando Elena dormía relajadamente se volvía un peso muerto. El joven coloco una almohada y la colcha encima de ella, la noche estaba fría pero la alfombra era peluda y calentita, él se coloco a su lado, acurrucándose al tiempo que la abrazaba. Suspiro con cierta decepción pues esperaba que esta fuera la primera noche que durmieran en la misma cama, al fin como pareja de enamorados. Después de un rato, se quedo completamente dormido, mañana era día libre, un día para disfrutar juntos.

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En un edificio no muy lejano, unas 10 calles de donde Elena y Carlos vivían, había un personaje que, en la soledad de su habitación, tecleaba miles de códigos frente a tres pantallas diferentes, la velocidad con que lo realizaba era tal que se podría pensar que era de otro planeta pero no, era cien por ciento humano.

- Amo es hora de su descanso, la cena esta lista - una voz femenina robotizada salia de un displayer 3D de la cocina. Era una sirvienta como de esos animes japoneses con uniforme de mini falda negro y su plumero. El joven que estaba oculto tras el gorro de su chamarra no realizo ningún gesto, fue como si nada hubiera pasado.

- Amo, la ultima vez programo la interfaz para que no se saltara otra comida, solo así su cerebro tendrá la energía necesaria para ser mas ágil - insistió la interfaz pero ahora con un tono dulce y animado.

No hubo respuesta.

La interfaz solo puso una "poker face", ¿porque tengo que hacer eso si soy una inteligencia superior?.

- Amo, mi vido de mi vida, puedes venir a cenar, tengo lo que mas te gusta.

La voz infantil y dulce era demasiado para la interfaz que solo esperaba que esta vez funcionara.

¡Y funcionó!

- Voy corazón de mi vida...

" ring, ring, ring"

- Bueno - contesto el joven que iba a medio camino a la cocina.

- Benedek, ¿ya tienes listo el programa de rastreo? No lo encuentro y Elena me mando correo de que le urgía para hoy - la voz de Min So se escuchaba preocupada del otro lado.

- No te preocupes, ya hable con ella,me dijo que el lunes lo veíamos, ten un feliz fin de semana.

- Gracias Beni!! me has salvado el fin de semana, diviertete también!!

Después ambos colgaron, Benedek siguió la cena con su asistente virtual.

- Amo, la joven Min So es muy bonita, ¿por que no sale con ella? También esta interesada en usted - Dijo en forma seria la interfaz.

- Deja de loquear, ¿como puedes estar segura que le gusto? - dijo el joven con la boca llena de comida, después de lo cual tomo un sorbo de refresco.

- Es obvio amo, de las 53 llamadas mensuales que recibe, 50 han sido de Min So normalmente en viernes, sábado, domingo y miércoles que de acuerdo con mis cálculos son los días de promoción en cine, ferias o restaurantes, además el 50% son referente a cosas de trabajo que no le corresponden o temas de robótica que de acuerdo con su historial académico domina superior al conocimiento de amo.

Estupefacto era la palabra para describir el rostro de Benedek en ese momento.

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