Cuando acepté ir a cenar con Silas, lo último que esperaba era que se esforzara tanto. En el momento en que salí del edificio de columnas blancas en el que me hospedaba bajo la atenta mirada de Oden, me encontré con la sonrisa de Silas.
No iba vestido de manera informal como hubiera supuesto, sino que llevaba pantalones negros, una camisa morada oscura abotonada con las mangas remangadas e incluso zapatos de vestir. Todo su atuendo gritaba dinero, y desde el brillo de lujuria oculto bajo su mirada, me sentí completamente desaliñada en mi vestido azul de verano.
Bajando lentamente por la escalera de piedra, mi mano deslizándose suavemente contra la barandilla, lo miré con duda e incertidumbre.
—Uh—Creí que habías dicho que íbamos a cenar. ¿Por qué te has vestido tanto? —le dije.
La risa se escapó de él mientras giraba en un pequeño círculo extendiendo sus manos como si me diera una mejor vista.
—Bueno, quería impresionarte, Cassie. ¿Lo logré? —su sonrisa se ensanchó.
Support your favorite authors and translators in webnovel.com