webnovel

Capítulo 2: Alfa

Oculto entre las sombras de un arbusto, calculé que habían pasado poco más de dos horas desde mi despertar. Dos horas desde mi encuentro con las malditas bestias [Monagro]. Mi respiración era un caos, mi cuerpo temblaba, y mi barra de vida seguía peligrosamente baja.

El dolor era real, un latigazo constante que hacía difícil pensar con claridad. No recordaba qué expresión llevaba en el rostro, pero no sería nada halagador. Poco a poco, como un eco en la distancia, mi mente comenzó a estabilizarse, quizás gracias a algún mecanismo del sistema que velaba por mi cordura.

Aun así, no podía ignorar la sensación de una espada de Damocles pendiendo sobre mí. Entre el caos mental, una voz se impuso como un rugido: una orden clara y rotunda. 'Sobrevive', esa orden aplastó el tumulto de pensamientos hasta convertirlo en una calma tensa.

Mientras mi mirada se aferraba a la barra de vida con desesperación, sentí una punzada de terror: ahí estaba.

'El Alfa'hubiera escupido de no ser por mantener la seguridad de mi actual escondite. Lastima que fracase.

[Monagro, (Alfa)

Nivel 9

HP- 580/580

SP- 300/300

MP- 170/170

CONTROL- 6%

Lealtad- Reina

STR- 21

VIT- 8

AGI- 15

DEX- 12

INT- 6

WIL- 6

CM- 5

LUK- 7

Descripción:

Monstruo de Rango F+. El Monagro Alfa es una casta superior a sus homólogos regulares, destinada al liderazgo y combate, es leal a su reina y se encarga de cuidar una camarilla de los suyos que lo obedecen sin dudar, si su grupo o colonia se ve amenazado, este atacará de manera brutal. Capaz de utilizar magia básica, la utiliza para potenciar sus ataques y protegerse por un breve periodo de tiempo hasta que él o su enemigo perezcan.

EXP ganada matándolo: 30-40 EXP]

El monstruo, más grande que mi antebrazo completo, me había notado y fue directo en contra de mí, sus tres compañeros, dos nivel 3 y un nivel 6, fieles a su líder, siguieron su ejemplo. Delante, izquierda o derecha, era una muerte instantánea, así que retrocedí (una pena, la vista era hermosa), no tan bien como me hubiera gustado al tropezarme y perder el equilibrio, pero era lo mejor que pude hacer mientras me llevaba parte del follaje encima. Me hubiera encantado presumir que de alguna u otra forma les hice frente a la pandilla de monstruos como alguna especie de héroe que sacaba voluntad y fuerzas de Dios sabía donde (bien podría ser de su trasero), pero la verdad fue… &#%/T.

"¡DÉJENME EN PAZ!", corrí por 10 !/¡=%$# minutos de esas cosas que estaban a pocos centímetros de perforarme de pies a cabeza, %#/-*# (aunque una voz lo encontró hilarante antes de volver a ser sometida y posteriormente fusilada).

'¡VAMOS, VAMOS VAMOS!', cómo era capaz de correr a casi nada de morir escapaba del sentido común, pero incluso entonces no le buscaría 3 pies al gato. Si eso me mantiene vivo era suficiente, rectifique ese último punto en lo que la barra de SP desciende a la par que el agotamiento se hacía más y más cohesivo.

[¡Debido al constante movimiento has ganado un punto en AGI!]

[¡Debido al constante ejercicio has ganado un punto en VIT!]

'Bueno… alegría…', pensé tras descartar los mensajes, los efectos, un segundo aire lo suficientemente revitalizante como para que por fin me adelantara unos cuantos metros de los crustáceos voladores. Me detuve por un instante, jadeando y mirando al suelo. Había llegado a una sección rocosa cerca del lago, un terreno que, aunque irregular, podría servirme de ventaja. Levanté la mirada hacia los [Monagro], que se acercaban con movimientos amenazantes, acechando como depredadores experimentados (irónico). Sin otra opción, me agaché y agarré un puñado de piedras del suelo.

Las lancé con todas mis fuerzas.

[- 12 HP!]

Intentaba debilitar a los más pequeños, eliminarlos uno a uno. Era una estrategia de último segundo, pero mejor eso que dejar que me destrozaran. Una roca impactó de lleno en uno de ellos, pero los demás seguían implacables. Cada vez que se acercaban demasiado, retrocedía a toda prisa, tropezando con las piedras sueltas. Al final, volví a lanzar más proyectiles en un intento frenético por mantenerlos a raya.

[- 12 HP!]

[- 12 HP!]

Dos impactos más, bien. Uno de los [Monagro] tambaleó, herido de gravedad, pero todavía no caía. Repetí el proceso con una precisión que solo el miedo podía proporcionar (de nuevo, irónico), eliminando finalmente a las criaturas de nivel más bajo. Sin embargo, justo cuando me preparaba para enfrentar al último de nivel 5, un mensaje apareció frente a mí.

[¡Debido a lanzar constantes objetos has ganado un punto en DEX!]

El destello de la notificación me distrajo un segundo. Suficiente para que uno de ellos me emboscara. Sentí un dolor punzante familiar al ser atacado, dejando mi barra de vida en un peligroso sexto porciento. Con una mezcla de rabia y desesperación, me lancé hacia la criatura herida y, antes de que pudiera reaccionar, lo agarré y lo estampé contra el suelo con todas mis fuerzas.

[¡Has conseguido un golpe crítico! ¡Obtienes +8 ATK extra!

- 32 HP

¡Has ganado 7 EXP!]

Ignoré los mensajes y, sin detenerme, corrí como si mi vida dependiera de ello... porque, bueno, lo hacía. Esta vez seguí corriendo el tiempo suficiente para permitir que mi HP se regenerara, aunque mi SP pagará el precio de ello. Cuando mi barra alcanzó un 90%, me detuve y, armado nuevamente con un puñado de piedras, me preparé para lanzar de nuevo.

[- 15 HP!]

[- 15 HP!

¡Has ganado 8 EXP!]

"¿Aumentó el ataque?" Fue lo primero que se me cruzó por la cabeza. Sin embargo, no tenía tiempo de detenerme a analizarlo en detalle; todavía quedaban el [Monagro] de nivel 6 y el temible [Alfa], volando hacia mí con una furia implacable, como si la muerte de sus compañeros no significara nada.

Corrí para repetir mi estrategia, aunque esta vez permití que mi mente divagara un poco, analizando lo ocurrido. El aumento en mi daño parecía estar asociado de una u otra manera con el punto extra conseguido en DEX. Tenía cierta lógica… o eso creía en lo que me detuve y lancé otra tanda de piedras, completamente concentrado en mantener las distancias.

[- 15 HP]

[- 15 HP]

[- 15 HP

¡Ha ganado 7 EXP!]

Esta vez di todos los proyectiles en el blanco. Incluso con algo tan básico como las piedras, la diferencia de un solo punto en mis estadísticas era evidente, proporción de uno a tres hipotéticamente: 'Debería tomar nota'. Solo quedaba el [Alfa], y al verlo solo, me permití un pequeño suspiro de alivio, casi victorioso. El peligro no había pasado, pero al menos ya no me sentía tan arrinconado.

Con el traqueteo de tomar más piedra, saque la lengua y entrecerrar los ojos, entonces, con toda la precisión que pude reunir, le arroje una directo hacia el gran blanco que era su caparazón. El proyectil impactó, y un mensaje de daño apareció brevemente frente a mí, la roca destrozada en fragmentos. Pero algo no encajaba. El [Alfa] no se movió.

Fruncí el ceño, inseguro de qué estaba ocurriendo. Le lancé una segunda piedra, y está también dio de lleno. Fue entonces cuando la bestia soltó un chillido ensordecedor, y vi cómo su tez azul cambiaba a un tono más oscuro de lo que parecía verde esmeralda.

[- 8 HP!]

El daño disminuyó drásticamente. Mi confusión se transformó en pura conmoción cuando el [Alfa] se lanzó hacia mí con una velocidad mucho mayor que antes. Intenté escapar, pero en cuestión de segundos me alcanzó. Sentí un dolor insoportable al notar cómo su cola perforaba mi espalda. Era como si me estuvieran atravesando los huesos con un clavo gigantesco. Miré mi barra de vida; de nuevo en rojo y parpadeando peligrosamente, anunciando su gravedad.

"¡HIJO DE +%%&/!" grité con todas mis fuerzas, canalizando toda mi frustración en un codazo bien propinado a armadura orgánica de la criatura.

[¡Ha ganado un golpe crítico! ¡Obtiene 8 ATK extra!

- 32 HP!]

[¡Debido a una acción específica se ha creado una habilidad pasiva!]

[Habilidad: Codazo - Nivel 1 (0%)

Usa tus codos de manera efectiva en el combate, gracias a la "punta afilada" formada por el antebrazo firmemente doblado sobre el brazo, esta afeitadora es particularmente adecuada para llevar a cabo ataques que causan cortes profundos.

+1% DMG]

El impacto logró que el [Alfa] retirara su cola y cayera al suelo. Sin embargo, yo apenas podía mantenerme en pie. Mis piernas se debilitaron, y caí de bruces al suelo. Sin otra opción, comencé a arrastrarme con los brazos, giré la cabeza hacia atrás para ver al monstruo. Estaba tirado en el suelo, completamente inmóvil. Pero no me quedaría para averiguar qué le había sucedido. Sin mirar atrás, continué arrastrándome hasta el borde de un árbol, la hierba debajo arruinada por la fuerza de arrastre más allá de los parches de rojo carmesí que cubrían su originalmente saludable y rebosante verde.