[Fue así cómo Akira abandonó a Shun y se encaminó a Fukushima para poder proveer a su hermano menor.
Dejarlo solo era un sacrificio necesario para la supervivencia de ambos.
Esto le partió el corazón a Akira, pero también lo llenó con determinación. Determinación de volver con su hermano lo antes posible.
Su travesía por las prefecturas en guerra de Japón fue larga y ardua.
Pudieron entrar y salir de las ciudades sin ningún problema gracias a que eran trabajadores. Los vigilaron de cerca eso sí, pero no hubo ningún inconveniente mayor.
Tras varias semanas de viaje, finalmente llegaron a la prefectura de Fukushima.
El lugar estaba militarizado completamente, al igual que todas las demás prefecturas.
El trabajo de Akira y compañía era construir una gran muralla en el borde de Fukushima con la prefectura de Tochigi.
Esto debido a que las tensiones con dicha prefectura habían aumentado.
Se montó un pequeño campamento en la zona de trabajo con casas de acampar.
Ahí dormirían Akira y los cientos de trabajadores más que habían contratado.
También los alimentaban de manera gratuita, pero debían dedicarse a la construcción de la muralla de sol a sol.
Las primeras semanas fueron difíciles para Akira ya que su cuerpo no estaba completamente acostumbrado a este excesivo trabajo físico.
Pero su fortaleza mental era superior al cansancio. En su mente solo residía la imagen de Shun, su hermano menor.
Cada día que pasaba, su espalda dolía cada vez más por cargar los enormes y pesados bloques de piedra.
Pero esto solo sucedió durante los primeros meses. Después su cuerpo se tonificó y su fuerza y resistencia aumentaron.
No solo trabajaba más rápido, sino que también lo hacía mejor. Lo único que hacía era apilar bloques.
El único momento que tenía para charlar con sus compañeros era en el almuerzo, pero en ese momento todos estaban cansados y se disponían simplemente a comer.
El sol salía y se ocultaba en repetidas ocasiones. Sin un calendario, sin estar en la ciudad, sin socializar con personas que no fueran sus compañeros.
Akira perdió la noción del tiempo. Parecía una eternidad, que nunca iba a terminar.
Sin embargo, cuando menos se lo esperó, ya habían transcurrido los cinco años.
La muralla ya estaba casi completada, solo faltaba un último bloque.
Y justo cuando lo subieron a lo más alto con unas cuerdas, y lo colocaron en su lugar.
Todos los trabajadores brincaron de alegría. El interminable trabajo, por fin estaba completado.
Durante estos cinco años les pagaron debidamente, pero todo ese dinero iba a sus seres queridos.
Ellos no vieron ni una sola moneda.
El hombre que reclutó a Akira lo abraza con gran alegría.]
Hombre: ¡Lo logramos muchacho!, ¡bueno!, ¡ya no eres un muchacho después de todo!.
¡Ya eres todo un adulto!, ¡¿el tiempo pasa volando no?!.
[Un joven trabajador de nombre Naotaka se les acerca. Es el mejor amigo que Akira formó durante este tiempo.]
Naotaka: ¿Por fin se terminó?.
Hombre: ¡Así es!, ¡una sola noche más!, ¡dormiremos aquí y partiremos mañana en la mañana!.
[Naotaka comienza a llorar levemente.]
Naotaka: Extraño a mi hermana menor… ella era una bebé cuando me fuí.
Me preguntó si aún me recordará…
Hombre: ¡Seguro que lo hará!, ¡Akira!, ¡¿no estás emocionado de ver a tu hermano?!.
¡Por fin volverás a casa!, ¡todos lo haremos!.
[Akira sonríe levemente.]
Akira: Si.
[Al anochecer, todos los trabajadores comenzaron a beber y festejar.
Había fogatas a lo largo de la muralla. Comían, bebían y reían, es como si el infierno hubiera terminado.
El mismo hombre se coloca frente a la muralla completada y levanta un tarro con una bebida alcohólica.]
Hombre: ¡LO LOGRAMOS MUCHACHOS!, ¡MAÑANA!, ¡TODOS NOSOTROS VOLVEREMOS A CAS-!
[Sin previo aviso, la muralla que está detrás de él explota sepultandolo en escombros.
Los más cercanos a la pared también sucumben. El resto cayó al suelo debido al estruendo.]
Akira: ¡¿Pero qué?!.
[Akira levanta la mirada y observa cómo soldados armados con armaduras y katanas entran por el agujero.
Estos hombres comienzan a masacrar a todos los trabajadores que se cruzan por su camino.]
Trabajador: ¡¡SON SOLDADOS DE LA PREFECTURA DE TOCHIGI!!.
[Soldados con arcos también entran a Fukushima y comienzan a disparar flechas cubiertas con fuego y envueltas con dinamita.
Al impactar provocan grandes explosiones.]
Naotaka: ¡Akira!.
[Akira observa como a la distancia, una espada atraviesa el estómago de Naotaka.
Ambos se miran fijamente a los ojos hasta que él cae muerto. Detrás suyo está un samurai que continúa matando a más trabajadores.
Toda la paz que había vivido estos cinco años, se desvaneció en cuestión de segundos.
Su mente recuerda como en Nagasaki, su tierra natal, fueron atacados por soldados de Saga.
En pleno shock, Akira se da cuenta de algo.]
Akira: Es cierto… lo había olvidado… vivimos en un país en guerra…