Ellos enviaron cartas

Las habilidades médicas del doctor eran bastante buenas, además de su pierna rota, las otras heridas de Mu Yuxi eran superficiales y no causaron más problemas. Con varias personas sujetándola, el proceso se manejó rápidamente. Por supuesto, Mu Yuxi no sentía que el proceso se estuviera tratando tan rápidamente. Continuaba gritando y aullando como si la estuvieran masacrando todo el tiempo que estuvo sujeta.

¡El dolor! El dolor insoportable era demasiado para ella.

Todos los que estaban fuera de la casa Mu para ver el espectáculo podían entender sus gritos mientras trataban la pierna rota, pero no comprendían por qué seguía gritando durante todo el proceso, era como si no estuvieran viendo a un doctor tratando la lesión de una paciente, sino a un carnicero tratando con su presa. ¡Los gritos eran espeluznantes!

Aquellos que vinieron a ver el espectáculo no pudieron evitar sacudir sus cabezas.