Un perro de té verde

Los dedos de Yu Dong se contrajeron después de escuchar lo que estos dos buenos primos de Fang Chi intentaron hacer aquí. Como oficial que a menudo trabajaba en la zona de combate, nunca tuvo tiempo para ocuparse de otra cosa que no fuesen zombis, su día comenzaría matando zombis y su día terminaría después de matar zombis, trabajó tan duro en cumplir con sus deberes que estaba demasiado cansada para preocuparse por otras cosas, pero aun así, fue capaz de reconocer a Fang Nan por lo que era: ¡una perra de té verde y de la habilidad más fina!

No cualquiera tenía el talento para cambiar la opinión pública tan fácilmente; sin embargo, ella estaba realmente sorprendida de ver a alguien así aquí. De todos modos, esto no era importante, lo importante era que a diferencia de todos los demás con los que había tratado, no podía tratar a Fang Nan de la misma manera. Este pequeño mierda ya había ganado la opinión pública, si lo atacaba sin razón alguna, ella y Fang Chi serían los condenados.