¿Su salvador?

Fu Yu Shen fingió que todo estaba bien y miró a Qi Genghis con una sonrisa. —No es nada, se suponía que debía terminar mi trabajo, pero me fui de fiesta y no terminé los informes que necesitaba, así que mi hermano mayor se enojó y me castigó, nada más.

Se esforzaba mucho por no mirar a la mujer fantasma y al niño que estaban detrás de él, en cambio, miraba fijamente a Qi Genghis, quien brillaba como un faro sagrado en ese momento. Sabía que debía actuar más varonil frente a la mujer con la que había dormido, pero el constante frío en su espalda le impedía actuar con la extravagancia de siempre, en cambio, incluso si fingía que estaba bien, ¡no podía ignorar las feas caras que le estaban lanzando miradas fulminantes!