A pesar del fuerte golpeteo en la gran puerta, Kisha logró quedarse dormida, reconfortada por la presencia de Duke. Su calor y protección la hacían sentir segura, sabiendo que no importaba lo que sucediera, Duke nunca dejaría que nada le hiciera daño.
Al igual que en su vida anterior, no importaba cuán sutiles fueran sus acciones, siempre la protegía desde las sombras, actuando como un héroe silencioso.
Todos estaban ocupados con sus respectivas tareas. Gorrión estaba fuera en reconocimiento, mientras que Buitre estaba ocupado preparando comida en una mesa improvisada usando dos grandes tambores y un gran trozo de madera contrachapada. De dos a tres personas se turnaban para manejar el dron, mientras que el resto vigilaba los tres puntos de salida del almacén, asegurando que informaran cualquier movimiento de zombis que pudiera resultar en una brecha en la puerta asignada.
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