Después de salir de la tienda, Robert caminaba con una satisfacción creciente. Había logrado plantar las semillas del caos en **Glitch Fashion**, y ahora solo era cuestión de tiempo antes de que los costos absurdos y la tecnología innecesaria empezaran a desmoronar la tienda desde adentro. Pero antes de irse por completo, le dejó claro a **Carlos** una última instrucción: **"Gasta todo el dinero. No dejes ni un centavo sin usar."** Carlos, sin dudar, asintió con firmeza. Estaba decidido a seguir cada palabra de Robert al pie de la letra.
Robert asintió, con una sonrisa oculta. **"Si gasta la cantidad que le he dado para **Glitch Fashion**, más lo que estamos gastando en el nuevo juego de coches y el éxito limitado de **Horrible Threads**, finalmente podría ver algunas pérdidas."** Se frotó las manos mientras hacía algunos cálculos rápidos en su cabeza.
Con **Horrible Threads** todavía generando ingresos inesperados, y el nuevo juego de estrategia —**Rebirth: Dystopian Era**—, que había tenido éxito más allá de lo previsto, Robert sabía que sus esfuerzos para perder dinero hasta el momento habían sido inútiles. Pero ahora, con la combinación de estos proyectos y el gasto masivo que **Carlos** realizaría, las cosas podrían cambiar.
"Vamos a ver... si **Carlos** gasta todo el presupuesto en esos materiales caros y la tecnología innecesaria, eso debería generar suficientes pérdidas para cubrir al menos las ganancias de **Horrible Threads**." Robert calculaba mentalmente. "Y con el proyecto del juego de coches, las cosas ya deberían estar estancadas por ahí. Incluso si sigue funcionando de alguna manera, lo que perderemos con **Glitch Fashion** debería equilibrar las cosas."
Pero entonces, un pensamiento inquietante cruzó la mente de Robert. **"No puedo simplemente dejar que las cosas sigan así para siempre."** Recordó el sistema, ese enigmático y misterioso poder que le proporcionaba dinero siempre que fracasaba. Pero había reglas. El sistema no le permitiría detenerse sin más. Necesitaba seguir creando, invirtiendo y generando empleo. De lo contrario, el sistema podría dejar de proporcionarle fondos. Y eso... eso era algo que Robert no podía permitirse. Si perdía el sistema, tendría que trabajar de verdad.
**"Maldita sea,"** murmuró Robert para sí mismo. **"No puedo dejar de hacer proyectos. Si dejo de generar trabajo, el sistema podría desaparecer, y entonces tendría que... trabajar por mi cuenta."** La sola idea le causaba escalofríos. Desde que el sistema había entrado en su vida, se había acostumbrado a un ritmo cómodo: despertarse cuando quería, ver series todo el día, leer cómics, y relajarse sin preocuparse por el dinero. Pero si el sistema desaparecía, toda esa comodidad se iría con él.
**"Tengo que seguir haciendo algo,"** pensaba mientras su mente se aceleraba buscando una nueva idea. **"Algo que no genere beneficios... pero que no rompa las reglas del sistema."**
Y entonces, una idea comenzó a formarse. Un negocio que podría fallar sin mucha dificultad: **comida a domicilio**. **"Eso podría funcionar. Puedo abrir un restaurante de comida a domicilio, y al ser mío, no pagaría tanto por las entregas. Claro, tendría que gastar dinero en cocineros, en la logística, pero si manejo las cosas de manera lo suficientemente torpe, podría ser una mina de pérdidas."**
Robert se quedó un momento pensativo. **"Un servicio de comida que sea exclusivo, que ofrezca algo tan raro o poco demandado que nadie lo compre... pero que parezca una gran idea desde el principio."** Una sonrisa pícara se formó en su rostro.
**"Un menú completamente orgánico y exótico, con ingredientes difíciles de conseguir. Eso incrementaría los costos de producción de manera absurda. Y para hacer el servicio de entrega exclusivo, podríamos limitar el radio de entrega a zonas donde sé que hay poca demanda."** Robert comenzaba a entusiasmarse con la idea.
"Sí," se dijo a sí mismo mientras caminaba por las calles, con la mente completamente inmersa en su nuevo plan. **"Un servicio de comida a domicilio que esté condenado desde el principio, pero que parezca una idea brillante. Nadie lo verá venir."**
Robert se detuvo un momento para mirar a su alrededor, sintiendo que, aunque el sistema lo obligaba a seguir trabajando, esta vez tenía la clave para finalmente lograr lo que más quería: **perder dinero.**
Decidió activar el sistema mentalmente, haciendo que la interfaz flotante apareciera ante sus ojos. **"A ver cuánto tengo ahora,"** pensó, esperando ver la cifra de 60 mil euros, o quizás algo más, pero lo que vio lo dejó completamente atónito.
**97,845 euros.**
**"¡97 mil euros! ¡¿Qué diablos?!"** pensó, sintiendo cómo su corazón se aceleraba. **"¡El límite era 60 mil! ¿De dónde han salido esos 37 mil adicionales?"** Su mente comenzó a procesar rápidamente, y entonces vio el desglose de los ingresos. Las ventas constantes de **Rebirth: Dystopian Era**, los beneficios de **Horrible Threads**, y ahora, para colmo, **Glitch Fashion** ya empezaba a devolverle parte de sus ganancias.
**"¡Esto no tiene sentido!"** Robert se levantó de golpe, cerrando los ojos y llevándose las manos a la cabeza. **"¡Estoy tratando de perder dinero, maldita sea! ¡Pero todo lo que toco sigue generando más ingresos!"** Su frustración era palpable, pero sabía que no podía permitirse perder la calma.
Intentó calmar su respiración. **"Vale, no pierdas los nervios... Tienes 97 mil euros. Está bien, solo... solo hay que encontrar una forma de gastarlo antes de que esto se vuelva peor."** Miró a su alrededor, tratando de encontrar una solución.
Entonces, una nueva idea surgió en su mente, y su rostro cambió a una sonrisa maliciosa. **"Comida... comida a domicilio."** Pensó en lo que había planeado antes, y decidió llevar la idea a otro nivel. **"Sí, podría hacer que todos mis trabajadores coman gratis. ¡Incluso los de **Glitch Fashion**! ¡Ahí sí que empezaría a gastar!"**
Pero la idea no terminó ahí. **"Y no solo eso... podríamos servir la comida con cubiertos adornados con joyas. ¡Joyas que valgan cientos de euros!"** Su sonrisa se ensanchó aún más, pero entonces recordó las reglas del sistema. **"Ah, no, el sistema no me deja simplemente dar cubiertos tan caros."**
Sin embargo, su mente ya estaba pensando en la siguiente solución. **"Pues bien, entonces contrataremos a un equipo especial para que recoja esos cubiertos. Sí, un grupo de empleados que se encargue de ir una hora y media más tarde a recoger los cubiertos y limpiarlos. Pero claro, estos empleados también necesitarán supervisión. ¡Cada grupo de recolectores tendrá su propio jefe! ¡Y cada repartidor tendrá un **manager** encargado de controlar todo el proceso!"**
Robert se echó a reír para sí mismo. **"Soy un maldito genio."** La idea de crear una cadena completamente innecesaria de empleados y managers para una tarea tan simple lo llenaba de satisfacción.