Capítulo 19: Moda Glitch

Carlos caminaba por la tienda, todavía intentando encontrar la dirección adecuada para **Glitch Fashion Inc.**. Aunque el espacio estaba impecable, y las primeras renovaciones habían dado un aspecto exclusivo al lugar, Carlos sabía que había algo fundamental que le faltaba: una visión clara de lo que realmente debía vender. **"No sé nada de moda"**, pensaba, mientras recorría las vitrinas vacías y los maniquíes que esperaban ser vestidos.

Esa misma tarde, Alejandro Favreau, el diseñador que había ayudado indirectamente a **Horrible Threads** a ganar notoriedad, llegó a la tienda tal como habían acordado. Alejandro, siempre impecable, lucía una chaqueta futurista que combinaba texturas metálicas con patrones digitales, una muestra perfecta de su estilo vanguardista.

Carlos decidió llamar al post con más likes sobre Horrible Threads a hacer una colaboración con la tienda. Tenía presupuesto para los Servicios de Alejandro.

"¡Carlos!" exclamó Alejandro al entrar, observando la tienda de arriba abajo. "Este lugar tiene potencial. Me gusta lo que has hecho con el espacio, pero... no veo una línea clara en cuanto a estilo. ¿Cuál es tu propuesta?"

Carlos tragó saliva, consciente de que esa era precisamente la pregunta que lo había estado atormentando. "Para ser honesto, Alejandro, no tengo ni idea. Soy bueno con los videojuegos, pero la moda... esto es nuevo para mí. La idea de la tienda era hacer algo que encajara con el concepto de 'glitch', pero no sé cómo traducirlo a la ropa."

Alejandro asintió, como si estuviera esperando esa respuesta. "Es normal. No todos los días uno se lanza a un sector completamente nuevo. Pero ¿sabes qué? Esa idea de 'glitch' tiene mucho más potencial de lo que imaginas. La moda y lo digital se están fusionando más que nunca. ¿Por qué no hacer algo que mezcle lo real y lo digital? Puedo ver ropa con patrones geométricos, efectos visuales que recuerden a errores de pantalla, colores distorsionados... algo que haga que la gente se sienta parte de ese mundo glitch."

Carlos abrió los ojos, sorprendido de lo bien que Alejandro había captado la idea que él mismo no sabía cómo expresar. "Eso... eso suena increíble. ¿Cómo podríamos empezar?"

"Deja eso en mis manos", respondió Alejandro con una sonrisa confiada. "Puedo ayudarte a crear los primeros diseños y lanzar una colección inspirada en el concepto de 'glitch'. Puedo hacer que esta tienda sea un reflejo de esa estética. Pero, Carlos, si quieres que esto funcione, no podemos quedarnos solo en la tienda física. Necesitas conectar esto con **Horrible Threads**, con tu mundo. Al final, **Glitch Fashion** es hijo de **Glitch Games**, ¿no?"

La idea golpeó a Carlos como una revelación. **"Claro, tiene razón"**, pensó. **"No puedo separar ambas cosas."**

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Esa misma tarde, Carlos hizo una llamada urgente a **Adrián**. Sabía que, si quería que **Glitch Fashion** tuviera el impacto necesario, necesitaba aprovechar el éxito de **Horrible Threads**. Al fin y al cabo, era su creación original, y muchos de los jugadores que habían disfrutado del juego ahora podrían ser los clientes ideales para su tienda de moda.

"Adrián, ¿estás ocupado?" preguntó Carlos al escuchar la voz de su compañero al otro lado de la línea.

"No mucho, ¿qué necesitas?" respondió Adrián, curioso.

"Quiero hacer algo grande con **Glitch Fashion**. Se me ocurrió que podríamos hacer una colaboración entre la tienda y **Horrible Threads**. ¿Qué te parece si metemos los logos de la tienda o algunos de los diseños que estamos trabajando en el juego? Así podríamos promocionar la tienda dentro de **Horrible Threads**."

Adrián guardó silencio por un momento, pensando en la idea. "Eso tiene mucho sentido, Carlos. Ya que la tienda es parte de **Glitch Games**, podemos integrar los diseños y logos en las actualizaciones del juego, y así promocionamos ambas cosas. Además, a los jugadores les encantará ver contenido nuevo que esté vinculado al mundo real."

"¡Exactamente!" exclamó Carlos, emocionado. "No quiero que esto se sienta como una tienda cualquiera. Quiero que sea una extensión del juego, algo que conecte el mundo virtual con el físico."

Adrián rió al otro lado de la línea. "Me parece genial. Yo me encargo de coordinar todo. Podemos incluir los diseños de **Glitch Fashion** en los personajes del juego, o tal vez hacer eventos donde los jugadores puedan desbloquear prendas exclusivas si visitan la tienda online."

Carlos no podía ocultar su emoción. Todo estaba empezando a encajar. Con el respaldo de Alejandro y la colaboración con **Horrible Threads**, la tienda no solo sería un espacio físico, sino que tendría una presencia digital, atrayendo a los jugadores y entusiastas del diseño por igual.

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Esa noche, después de haber tenido esas conversaciones clave, Carlos se quedó mirando la tienda, imaginando cómo sería una vez que los primeros diseños de Alejandro estuvieran en exhibición y los jugadores de **Horrible Threads** comenzaran a interactuar con la tienda a través del juego. Sabía que había mucho trabajo por delante, pero por primera vez, sentía que el proyecto tenía dirección.

Mientras tanto, en la oficina de **Glitch Games Inc.**, Robert revisaba los informes financieros. Las renovaciones de la tienda y los primeros gastos para la colección **Glitch** estaban empezando a sumar, pero aún no había visto los resultados. **"Esto es una apuesta segura"**, pensó. **"Carlos no tiene idea de lo que está haciendo. No puede salir bien."**

Poco sabía Robert que Carlos, sin saber mucho de moda, había conseguido el apoyo de Alejandro y ahora estaba armando una estrategia de promoción inteligente que vincularía su tienda con el éxito de **Horrible Threads**. Lo que Robert veía como otro fracaso en camino, estaba empezando a tomar forma como algo mucho más grande de lo que había anticipado.