Raiser se levantó de la cama, sintiendo aún el calor de la noche anterior en su piel. Las suaves respiraciones de sus tres elfas, Olga, Ephildis y Dinelynd, junto a las de Merlin y Kuroka, creaban una atmósfera de paz que contrastaba con la intensidad de sus encuentros. Sonrió al verlas dormir plácidamente, satisfechas y felices.
Después de disfrutar de un baño caliente que lo revitalizó, salió hacia su comedor privado. El aroma del desayuno recién preparado llenaba el aire, y no pudo evitar sentir un cosquilleo de anticipación de algo que su padre le regalo. Varias sirvientas semi humanas se acercaron a él, cada una más encantadora que la anterior: lamias con escamas brillantes, mujeres minotauro con unos pechos imponentes pero una dulzura inesperada, arpías con alas delicadas y onis voluptuosas y llevaban lencería reveladora que dejaba libres sus pezones y coños afeitados. El sabía su dever como Phoenix. siendo ruval un milagro al nacer y el junto a ravel parte del último lote fértil de su padre que nació atrabes de inseminación ... se reia internamente de su hermano el cual al no querer cumplr lo enseraron en un cuarto lleno de sirvientas y gas afrodisíaco, fue u buen dia para el al ver al seco y palido ruval apenas levantarse.
Raiser se deleitó al observar cómo sus coños correaban ante su presencia, sus caderas se movían con gracia mientras servían los platos. Cada vez que una de ellas se agachaba para colocar la comida sobre la mesa, sus pechos rebotaban ligeramente, capturando su atención. Era un espectáculo que nunca dejaba de fascinarlo.
Mientras disfrutaba del desayuno, su mente divagaba entre pensamientos sobre sus mujeres y los deliciosos placeres que le esperaban. Sabía que cada día traería nuevas oportunidades para explorar no solo su poder como demonio de la lujuria sino también los deseos y pasiones que compartía con su harem.
Con una sonrisa traviesa en el rostro, Raiser tomó un sorbo de su bebida la cual salia caliente y cremosa de los pesones de las tetona sirvienta minotauro. Esta mujia de placer mientras sus piernas temblaban y su coño choreaba desesperado por ser tomado.
Raiser se acomodó en su asiento, disfrutando del ambiente que lo rodeaba. Las mucamas, conscientes de su presencia, comenzaron a moverse con una gracia seductora, cada una buscando captar su atención de manera sutil pero efectiva.
La lamia de la especie boa arcoiris se acercó primero, sus escamas brillando a la luz del sol que entraba por la ventana. Se inclinó ligeramente, dejando que su cabello cayera sobre su rostro mientras le ofrecía un plato de frutas frescas. Raiser no pudo evitar admirar la forma en que sus caderas se balanceaban al moverse, un baile hipnótico que lo mantenía cautivado con el brillo arcoiris de sus escamas.
"¿Te gustaría algo más, mi amo?" preguntó con una voz suave y melódica, sus ojos brillando con un destello travieso mientras hacia un gesto de mamada y su lengua larga y vifida salia.
Antes de que pudiera responder, la sirvienta oni se acercó por el otro lado, trayendo una bandeja humeante de pan recien horneado. Su presencia era imponente, pero había una dulzura en su mirada que desmentía su apariencia robusta con esas deliciosas jarras de leche goteando por atención. "He preparado esto especialmente para ti", dijo ella con una sonrisa cálida. "Espero que te guste."
Raiser sonrió y tomó un bocado, disfrutando del sabor mientras las dos mujeres lo observaban con interés. La tensión en el aire era palpable; cada movimiento y cada palabra parecían cargados de erotismo.
La mujer minotauro, con sus grandes pechos que parecían desbordarse de la lenceria, se acercó a él con una bandeja llena de manjares. Su mirada era intensa y seductora, y Raiser sintió un cosquilleo de deseo recorrer su cuerpo a ver como con cada paso salia gotas de su leche favorita. "¿Te gustaría algo más, mi lord?" preguntó ella con una voz profunda y sensual, mientras sus ojos brillaban con lujuria esperando mas atención de su amo.
A su lado, la lamia boa arcoíris se movía con gracia, sus caderas anchas balanceándose hipnóticamente. "Quizás un poco de fruta fresca para acompañar tu desayuno," sugirió, deslizando una rodaja jugosa de melón hacia él. Su lengua bífida asomó brevemente entre sus labios, añadiendo un toque exótico a la escena.
Las arpías gemelas, con sus alas extendidas y plumas brillantes, volaban suavemente alrededor de la mesa, sirviendo café y té. Sus risas eran melodiosas y llenas de picardía. "¿No te gustaría volar un poco con nosotras después del desayuno?" preguntó una de ellas, guiñándole un ojo mientras le ofrecía una taza humeante y abria su coño con su otra mano.
Raiser disfrutaba del momento; cada mujer a su alrededor representaba un deseo diferente que ardía dentro de él. Con una sonrisa arrogante y confiada, levantó su copa para brindar por el placer que estaba por venir. " terminre este delicioso desayuno y a lo que sigue después," proclamó, sintiendo cómo el ambiente se cargaba de tensión erótica.
Raiser tomó un sorbo de su bebida, disfrutando del sabor intenso del café mientras sus ojos recorrían a las sirvientas que lo rodeaban. La atmósfera estaba cargada de una tensión palpable, y él podía sentir cómo el deseo se intensificaba en el aire.
La mujer minotauro se inclinó hacia él, dejando que su pecho rozara ligeramente su brazo. "¿Te gustaría que te sirviera algo más, mi lord?" preguntó con un tono seductor, sus ojos fijos en los de Raiser. Él sonrió, sintiendo cómo la lujuria comenzaba a burbujear dentro de él.
"Quizás un poco más de atención," respondió Raiser con una sonrisa arrogante. La minotauro entendió la insinuación y se acercó aún más, sus labios apenas a centímetros de los suyos.
Mientras tanto, la lamia boa arcoíris se deslizó por el lado opuesto, su cuerpo sinuoso moviéndose con gracia. "Puedo ayudarte a saciar tu hambre de otra manera amo," dijo con un guiño travieso, acercándose para acariciar suavemente su muslo con su cola que desabrocha lentamente su pantalon y deja libre un apretado boxeador.
La oni detrás de él apretó suavemente sus hombros y dejo que sus grandes tetas envolvieran su cabeza, haciendo que Raiser sintiera una oleada de placer recorrer su cuerpo. "Siempre hay tiempo para disfrutar mi señor," murmuró al oído de Raiser, mientras sus manos comenzaban a explorar su torso.
Raiser dejó escapar una risa baja y profunda. "¿Y si decidimos hacer esto más interesante?" propuso, mirando a cada una de las mujeres a su alrededor. La idea de tenerlas todas juntas lo excitaba aún más.
Con un movimiento rápido y decidido, Raiser se levantó y atrajo a la minotauro hacia él, besándola apasionadamente mientras sus manos exploraban su figura voluptuosa. Las otras mujeres lo miraron con deseo ardiente, sabiendo que estaban a punto de ser parte de la orga matutina.
Raiser sintió cómo la pasión lo envolvía mientras sus labios se encontraban con los de la minotauro. El beso era intenso, lleno de deseo y lujuria. Sus manos se deslizaron por su cintura, sintiendo la firmeza de su cuerpo bajo sus dedos.
Las otras sirvientas lo observaban con miradas llenas de anticipación. La lamia boa arcoíris se acercó, su cola serpenteando alrededor de la pierna de Raiser, provocando un escalofrío placentero. "¿Te gustaría que te ayudara a explorar más?" preguntó con un tono seductor, mientras sus ojos brillaban con picardía.
Raiser rompió el beso y miró a la lamia, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. "Definitivamente," respondió, su voz grave llena de deseo y de una llamrada 3 Raisers aparecieron.
La lamia sonrió y se acercó a uno de los clones, dejando que su cuerpo se deslizara contra el de él y este la tomo sus firmes megillas y empezo a frotar con fuerza. La lamia siseaba de placer mientras su labios eran reclamados por su dueño y amo.
Las arpías comenzaron a revolotear alrededor de otro clon. Una de ellas se acosto en el respaldo de la mesa y ensima de ella su gemela unio, ambas abrieron sus muslos regordetes que apartir de la rodilla terminaban en unas cuidadas piernas de agila real. observando con una sonrisa traviesa la colita emplumada de la gemela de ariba se movia de alegria. "Nos encanta ver cómo te diviertes," dijeronal unísono las gemelas mientras en sus espaldas movían sus alas y tras aliniarse en ambos coños umedos las dos chillaron de alegria al sentir como su amo las llenaba.
"Chirp~hmhmmm...ahaha/chirp~mmmmhm...ahaha". Las gemelas disfrutaban de cada estocada de Raiser, sus cuerpos aunque pequeños estaba llenos de erotismo con esos muslos regordetes y sus pechos aunque no grandes eran perfectos para amasar.
"Canten mis pajaritos, canten", raiser aumento sus empujes dentro de ellas, sus coños se extendieron a lo máximo que pudieron y con un empuje fuerte del Phoenix, ambas águilas reales fueron llenadas, "chirp~mhmhaaaaaa/mmhmm
...chirp~". Las dos arpías resonaron con su voz al unísono, y quedaron satisfechas por el clon que no se detuvo asta que soltó su tercer carga e ellas, para desaparecer en llamas que consumió el original.
La oni detrás de Raiser continuaba acariciando sus hombros, sus manos explorando lentamente hacia abajo por su espalda. "No olvides que estamos aquí para complacerte," murmuró al oído, haciendo que Raiser sintiera un escalofrío recorrer su columna vertebral.
Raiser giró para enfrentar a la oni y la besó apasionadamente. Ella respondió con fervor, sus manos aferrándose a su cabello mientras lo atraía más cerca y sentia como era lebantada del piso y su coño se llenaba con dos pollas gordas y largas.
"Umhmnhmn...ha~". Un gemido grabe salió de los labios de la oni la cual era duramente follada por el original. "Te gusta perra" Raiser la bajo con un poco de rudeza al piso alfombrado y con la espalda de ella en el ella, el levantaba sus caderas y pensaba más y más sus pollas dentro de su ya rotos coño el cual soltaba chorro tras chorro de su liberación.
"¡SIIII...por favor, castige a esta oni mala, por favor amo llene mi sucio coño con su valiosa semilla y permitale a esta sucia oni tener a su hijo!...hummmhm~" la oni amaba el toque brusco de su amo y tras unos empujes más, ella fue puesta de rodillas y follada fuertemente por ambos orificio, a la vez que su regordete culo fue amasado y abofeteado asta quedar más rojo de que la piel de la oni.
"Ahaa...amo y-yo.... me vengo...ughghmhmhmmm~".la oni callo al no poder sostener sus temblorosos brazos al estar en dicha orgasmica al ser llenada por la calida semilla de su amo dejandola semi inconsciente. Pero lamentablemente para ella esa es la primera carga y Raiser no paro asta dejar su tercer carga, ella quedó en un lío babiante, su suabe piel roja due manchada de semen y debes en cuando su cuerpo tenía espasmos por los orgasmos residuales que hacían salir su semilla y liberación. Ya libre y con 2 clones desioados miró a su última adquisición a su harem la cual estaba atendiendo a su último clon.
La minotauro fue tomada por un clon y acostada en la mesa limpia de toda la comida de antemano. Un mugido fuerte resonó de su garganta . Sus pesones chorreaban y el clon se deleitaba al consumir el elixir de esta mujer bobina mientras abusaba de sus grandes ubres."muuuuu~...amo prmitame complacerlo ". La mujer vecina cambió de lugar con su amo, sus grandes tetas abrazaron calidamente a ambos pollas. La minotauro sintió la calidez y palpitación de cada una y con avides chuoaba cada punta al igua que su amo cuando la ordenaba, sus ubres subían y bajaban de los dos ejes, estimulando para optener su anciada leche, pero antes de optenerla el original apareció detrás de ella.
"¿MO?" No pudo decir más al ser llenada asta el tope por el demonio lujurioso el cual arremetió sin piedad."mooooooo~...mhmhgh.. ha.... amoooo~". Ella no paro de mugir al sentir como ambos ejes la golpeaban deliciosamente mientras ella atendía al clon tratando de ordeñar su semilla y la cual consiguió al clon explotar y llenar su garganta de un caudal de seme.
Mietras el original disfrutaba del cuerpo voluptuoso de la mujer. Sus grandes caderas, sus pecheos grandes y su regordete estómago era algo que disfrutaba, una mujer perfecta para criar y dejar embarazada, y es lo que intentsra con cada mujer la cual su subsuerte le sonreía la baja natalidad Phoenix no las afectaría.
"Moooohaaaa~ por favor amo...permita a esta sirvienta dar a luz a su hijo.. mmhmmoooo~". Cumpliendo con la petición Raiser golpio con fuerza sus caderas en la mujerla cual callo rendida en la mesa donde el clon se disipó y volvió su original. El choque de la pelvis del demonio con el melocoton suabe dela mujer vobina rezono por el comedor, y con un último empuje, el la lleno el estómago y entrañas de la minotauro que quedó inconcente al no soportar más orgasmos.
Sus grandes pechos chorreaban y Raiser, no desperdicio nada al voltearla y joderla de nuevo mientras disfrutaba de su nueva bebida matutina favorita.
El último clon con la lamia libero sus labios. "¿Te gustaría explorar un poco más conmigo?" susurró la lamia, su voz suave y seductora con un toque de abitación el clon asintió, sintiendo una oleada de anticipación recorrerlo. La lamia sonrió y comenzó a rodearlo con su cola, creando un lazo cálido y envolvente.
Con movimientos fluidos, ella se acercó aún más, sus labios apenas a centímetros de los de él. "Permitame darle un hijo amo," dijo, antes de cerrar la distancia entre ellos y besarlo nuevamente. El beso era dulce al principio, pero rápidamente se intensificó mientras Raiser respondía a su invitación.
Las manos de la lamia exploraron su torso, deslizando sus dedos por su piel mientras el deseo crecía entre ellos. Raiser podía sentir el calor de su cuerpo contra el suyo, y cada roce enviaba chispas de electricidad por todo su ser.
"Déjame llevarte a un lugar donde solo existamos tú y yo mi señor," murmuró la lamia mientras se separaba ligeramente para mirarlo a los ojos. Su mirada estaba llena de esperanzas y deseo por una nueva oprtunidad de ser madre del hijo de su amo.
Sin esperar respuesta, comenzó a guiarlo hacia un rincón más apartado del comedor, donde las sombras danzaban suavemente bajo la luz tenue del sol. Allí, lejos de las miradas de las demas, la lamia lo atrajo hacia ella nuevamente, sus labios encontrándose en un beso ardiente que parecía consumirlos.
Raiser sintió cómo la cola de la lamia se enroscaba alrededor de su cintura, manteniéndolo cerca mientras sus manos recorrían su espalda con ternura y deseo. "Quiero que marque como sulla, cada parte de mí le pertenece," dijo ella con un tono suave pero firme.
Mientras continuaban explorando el uno al otro, Raiser se dio cuenta de que había algo placentero en la forma de copula. La lamias no solo era hermosas; había una profundidad en sus ojos que lo exitaba.
"Muéstrame," le pidió Raiser con voz grave, deseando que la lamia se entregarse completamente a el. La lamia sonrió ampliamente antes de comenzar a desabrochar lentamente las prendas que cubrían su figura esbelta, revelando una piel suave y brillante que parecía capturar la luz junto a sus dos coños humedos, siendo un reflejo de su anatomía de reptil al igual que Raiser el cual tenia dos miembros al tener los despertados los geners ocultos de su ancestro.
La lamia sisieo de placer y dolor al ser llenada en ambos coños los cuales se estremecieron. Raiser notó que era la primera vez de su nueva sirvienta y aunque un bastardo lujurioso, el se preocupa profundamente por cada una de sus amantes y esta lamia no será la excepción.
Tras unos segundos ella asintió y Raiser golpio fuertemente dentro de ella. "Shshshmmhm...mmhmm~ por favor amo no pare", la lamia siseaba de placer mientras envolvía con su cuerpo a Raiser el cual arremetió contra su pecho y trasero.
Como especie constructora los chorreantes coños, constriñian sus pollas en busca de exprimirlo y lo estab logrando al el aumentar su intensidad y tras varios minutos de una apastante presión dentro de la lamia, Raiser lleno las dos cavidades que se conectaban a un solo punto. El estómago de la lamia se llenó y tras unos par de segundos ella callo redida al placer orgasmico mientras su amo la abrazaba suavemente para volver a arremeter contra sus derrotados coños asta que todas sus cargas se agoten dentro de ella.
Raiser ajustó la corbata de su traje, sintiendo cómo el tejido se ceñía a su cuerpo esculpido. Cada día, sus entrenamientos y experiencias lo hacían más fuerte, y la imagen del joven dio Brando se reflejaba cada vez más en su figura. caminaba por el pasillo, notó cómo el traje acentuaba sus músculos, dándole una apariencia aún más imponente.
Detrás de él, las bellezas semi humanas permanecían en un estado de satisfacción, disfrutando de los ecos de la atención que les había brindado. Cerró la puerta con un suave clic, dejando atrás la lujuriosa escena y adentrándose en un mundo donde el poder y la ambición dominaban.
Mientras avanzaba, escuchó la voz seductora del sistema que lo asistía. "Buenos días, Raiser. Tienes varias actualizaciones disponibles en la tienda", comenzó a informar. "Además, hay promociones especiales en gacha que podrían interesarte."
Sin embargo, fue una nueva opción la que realmente capturó su atención: "También he añadido una función para enviar tu panfleto de contratación a otros mundos. Esto podría abrirte nuevas oportunidades para expandir tu harem o incluso formar alianzas estratégicas."
Raiser se detuvo en seco, considerando las implicaciones de esa opción. La idea de atraer a más seres poderosos y bellos a su lado era tentadora. Podría reunir un grupo aún más diverso y formidable, aumentando no solo su poder personal sino también su influencia en el mundo ademas de que una de su metas es tener una dependencia diversa.
"¿Qué tipo de mundos puedo contactar?" preguntó Raiser, intrigado.
"Existen múltiples mundos disponibles", respondió la IA con entusiasmo. "Desde reinos mágicos hasta tierras donde los guerreros son venerados como dioses. Cada uno tiene sus propias características únicas y potenciales aliados."
Con una sonrisa astuta dibujada en su rostro, Raiser continuó caminando por el pasillo mientras consideraba sus opciones. La posibilidad de expandir su imperio personal lo llenaba de emoción; sabía que cada decisión que tomara podría cambiar el rumbo de su vida y sus relaciones para siempre.
"Prepárame el panfleto", ordenó con determinación. "Quiero explorar todas las posibilidades.".