Ian se detuvo un momento frente a la entrada de la biblioteca, observando el impresionante edificio que se alzaba ante él. La fachada de mármol blanco y cristal parecía brillar bajo la luz de las luces flotantes que adornaban la ciudad. A su alrededor, libros flotaban lentamente en los ventanales, mientras que pantallas holográficas proyectaban información en idiomas que Ian apenas reconocía.
Al cruzar el umbral, fue recibido por una cálida brisa que olía a papel antiguo y a tecnología avanzada. Un par de golems de aspecto rústico, hechos de piedra y metal, estaban a los lados de la entrada, vigilando discretamente a los que entraban y salían. Ian se dirigió a un mostrador de recepción, donde una criatura parecida a un duende, con una piel azulada y orejas puntiagudas, le indicó que el acceso costaba 5 núcleos.
Con un leve suspiro, Ian entregó los núcleos sin dudarlo. Sabía que lo que encontraría en esta biblioteca bien valdría la pena. Una vez hecho el pago, el duende le entregó una pequeña ficha dorada que debía insertar en una ranura cercana para acceder a las instalaciones.
Cuando la ficha se insertó, un suave resplandor envolvió a Ian, y de repente, las puertas hacia la vasta sala de la biblioteca se abrieron ante él. Al entrar, la vista fue aún más sorprendente. Estanterías altísimas llenas de libros antiguos se alternaban con áreas llenas de terminales holográficas, donde todo tipo de razas consultaban información. Algunos usaban computadoras con cascos de realidad aumentada, mientras que otros parecían estar absortos en grimorios mágicos que flotaban frente a ellos.
Ian avanzó despacio, absorbiendo todo a su alrededor. A su izquierda, una elfa de cabello plateado estaba rodeada de libros que levitaban, mientras su mirada estaba fija en una pantalla holográfica que proyectaba diagramas complejos. A su derecha, un grupo de seres con aspecto de insectos manipulaban con destreza varios dispositivos tecnológicos, sus múltiples ojos brillando con interés.
Se detuvo en una terminal vacía y se sentó frente a ella, colocando el casco que encontró en el asiento. La pantalla frente a él se iluminó, proyectando una interfaz en varios idiomas, que rápidamente cambió al idioma común que Ian entendía. "Bienvenido a la Biblioteca de Hikari-Tek", decía el mensaje inicial.
Sabía que aquí podría encontrar respuestas a muchas de sus preguntas, pero primero, tenía que saber por dónde empezar. Había tanto por aprender en este mundo donde la magia y la tecnología se entrelazaban de maneras que él apenas podía imaginar.
Ian, decidido a entender mejor el lugar en el que se encontraba, comenzó a buscar información sobre la historia de Hikari-Tek y sus alrededores. En la pantalla de la terminal, apareció un menú con diversas opciones. Sin dudarlo, seleccionó "Historia" y se dispuso a explorar.
La interfaz proyectó un mapa tridimensional del lugar, mostrando la extensión del imperio y las ciudades conectadas por portales. A medida que exploraba, Ian se sumergió en una narrativa detallada sobre el origen de este lugar.
Hikari-Tek, junto con otras ciudades similares, había sido fundada por una alianza de varias razas del universo, unidas por un objetivo común: extraer recursos valiosos y saquear los tesoros que este mundo ofrecía. Sin embargo, no todo había sido fácil. Las razas nativas, conocidas como los aborígenes, habían luchado ferozmente contra estos invasores, defendiendo su tierra con todas sus fuerzas.
Para asegurar su control y mantener a raya a los aborígenes, la alianza construyó una serie de ciudades interconectadas por portales. Estas ciudades no solo servían como centros de extracción de recursos, sino también como bastiones defensivos. Con el tiempo, esta alianza de razas fundó su propio imperio, conocido como **El Imperio de Hikari**, uniendo sus fuerzas para proteger sus intereses tanto de los aborígenes como de otras razas que codiciaban las riquezas de este mundo.
El mapa mostraba claramente la distribución del poder en este mundo. Había cuatro imperios serranos que dominaban vastas regiones:
1. El Imperio de Hikari: Fundado por la alianza de varias razas del universo, es el más avanzado tecnológicamente y controla las ciudades interconectadas por portales.
2. El Imperio de Valyria: Un imperio místico, conocido por su dominio de la magia antigua, sus habitantes son maestros de las runas y las artes arcanas.
3. El Imperio de Zul'Kor: Un imperio bélico y agresivo, famoso por sus poderosas máquinas de guerra y su ejército implacable.
4. El Imperio de Kael'Thar: Un imperio dirigido por una raza de guerreros orgullosos y honorables, conocido por sus tácticas militares y su estricto código de honor.
Además, había seis países, dos de los cuales eran alianzas de diferentes razas del universo:
1. La Confederación de Orpheon: Una alianza de razas tecnológicamente avanzadas que comparten recursos y conocimiento en pos del desarrollo científico.
2. La Alianza de Rakkor: Un conglomerado de diversas razas guerreras que unieron fuerzas para resistir las amenazas externas y mantener su autonomía.
Entre los imperios aborígenes, dos destacaban por su poder y resistencia:
1. El Imperio de Morthgar: Conocido como el Imperio de los Muertos Vivientes, este reino es temido por sus legiones de no-muertos que marchan incansablemente bajo el mando de poderosos necromantes.
2. El Imperio de Thalassia: Un imperio aborigen compuesto por una coalición de diversas razas nativas que, a pesar de sus diferencias, se mantienen unidas para resistir la invasión de los extranjeros.
Ian absorbió toda esta información, comprendiendo que este no era un lugar donde la paz prevalecía, sino un mundo en constante conflicto, donde cada facción luchaba por su supervivencia y control. Con esta nueva comprensión, supo que necesitaría estar preparado para enfrentar cualquier desafío que pudiera surgir en su camino.
Ian, aún asimilando toda la información sobre los imperios y países que componían este mundo, se dio cuenta de que, a pesar de todo lo que había aprendido, esto era solo la punta del iceberg. La interfaz de la terminal comenzó a mostrar una vista más amplia, alejándose del mapa detallado de los imperios y revelando una inmensa extensión más allá de lo que había imaginado.
A medida que el mapa se expandía, un nuevo título apareció en la pantalla: "El Infierno Interdimensional".
Este mundo, con sus poderosos imperios y alianzas, era apenas un rincón de una vasta realidad interdimensional que parecía no tener fin. Una red de dimensiones conectadas, cada una más peligrosa y caótica que la anterior, se extendía infinitamente en todas las direcciones. Cada uno de estos mundos estaba lleno de sus propias criaturas, civilizaciones, y horrores inimaginables, todos compitiendo por sobrevivir en un ambiente implacable y hostil.
A pesar de su tamaño y poder, el Imperio de Hikari y las demás facciones que Ian acababa de conocer eran solo pequeñas fuerzas en comparación con las entidades y potencias que habitaban en los confines de este infierno interdimensional. Las leyendas hablaban de seres antiguos, más allá de la comprensión mortal, que vagaban por estos rincones oscuros, gobernando sobre reinos que desafiaban las leyes de la realidad.
Ian sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que su viaje no se limitaría solo a este mundo, sino que eventualmente podría llevarlo a explorar y enfrentar los peligros que acechaban en las profundidades de esta vasta red interdimensional. Su objetivo final, el verdadero propósito de su cultivo, quizás se encontraba más allá de los límites de este mundo, en los lugares donde ni siquiera los imperios más grandes se atrevían a aventurarse.
Con una nueva determinación, Ian cerró la terminal. Ahora tenía una visión más clara de lo que podría estar en juego y de los desafíos que lo esperaban. Sabía que necesitaría mucho más poder y conocimiento para enfrentarse a lo que vendría, pero estaba listo para continuar su viaje, sin importar cuán oscura o peligrosa fuera la senda que tenía por delante.