Capítulo 125

Al día siguiente.

Grupo Festín.

—¿Por qué no le has dado a Wanwan el amuleto de la paz que rezamos en el Templo Montaña del Espíritu hace unos días? —Por teléfono, Tang Xuelan estaba insistiendo otra vez. Agotado por una reunión que acababa de concluir, Li Hanxian se frotaba las sienes mientras explicaba caminando:

—Fue apenas ayer que el Maestro Yizhu me entregó el amuleto de la paz. He estado ocupado con el trabajo y los preparativos de la boda, y olvidé entregárselo a Wanwan ayer.

—¿Crees que puedes esconderme eso? Escuché que pediste especialmente al Maestro Yizhu hacer un conjunto de cuentas de Buda para ti, por eso tardó tanto. —Al mencionar las cuentas de Buda, un atisbo de algo inusual cruzó por los ojos de Li Hanxian—. Abuela, por favor no te enojes. Enviaré a alguien inmediatamente con el amuleto de la paz a Wanwan.

—¡Tú, tú necesitas prestarle más atención a Wanwan! ¡Ella está llevando a tu hijo!