—Está en problemas —murmuró Kace para sí mismo al recibir una llamada en su teléfono. De inmediato usó los binoculares para ver si había alguna amenaza a su alrededor, pero solo estaban hablando. "¿Qué está pasando?" se preguntó.
—En la mesa del comedor, Michelle sonrió a Anastasia mientras le ponía un vaso de jugo de naranja delante. El aire estaba denso con una tensión no expresada; ambas sabían que Anastasia era alérgica a las naranjas. Esto era una prueba deliberada. Si tenía una reacción, confirmaría su identidad como Anastasia y no como Selene.
—Ya sabes, Selene, fui yo quien exprimió las naranjas, especialmente para ti —dijo Michelle con una gran sonrisa en sus labios—. Es muy delicioso, deberías probarlo —añadió.
Anastasia miró fijamente el vaso de jugo de naranja frente a ella, el intenso aroma cítrico ya hacía que su nariz le picara. Respiraba superficialmente, combatiendo el impulso de estornudar.
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