— Entonces estos son los resultados que necesitas para completar la raíz cuadrada de 64.
Donald, en la sala de estar de su casa, ayudaba a su hijo con las matemáticas, como un experto en la materia. Solo él podía entenderse a sí mismo.
La mirada completamente confundida de su hijo Dylan daba un claro indicio de que no había podido entender absolutamente nada.
Su mujer a su lado, no pudo evitar dejar escapar una carcajada ante los intentos de su marido de enseñar a su hijo algo tan simple, pero de una manera tan complicada.
—hijo, multiplica 8 por 8, y el resultado será 64. Las matemáticas son más o menos así.
Verónica le insistió a su hijo, viendo como este asentía en una contemplación de entendimiento tácito.
—comprendo, —el niño agradeció, pensando en que la respuesta nunca pudo haber sido más clara.
Donald solo observó con los ojos en blanco a su esposa, quién se encogió de hombros y prosiguió a seguir observando su revista.
El niño se mantuvo realizando su tarea sin la necesidad de más intervención de su padre. Donald parecía satisfecho por la capacidad de su hijo para resolver problemas, aunque le desconcertaba que él al igual que muchas personas no pudieran aplicar un poco de lógica a todo lo que decía cuando se trataba de ciencias o matemáticas.
Dejó escapar un suspiro de relajación, sintiéndose cómodo en casa.
Aquí adentro no había conferencias de prensa, no había filmaciones, no había fotos con fans, no había catástrofes que resolver o personas que rescataron. No habían traidores intentando meterse en su piel.
Amaba a estar en casa, más que su trabajo, más que todo lo que había logrado en su vida. Estar en familia era un nuevo significado para su vida.
—estabas un poco tenso esta tarde. ¿Algo de lo que desees hablar? —Verónica le preguntó sin la necesidad de desviar su rostro de su revista. El vestido azul que observaba le quedaría de maravilla para el sábado.
Donald no pudo evitar suspirar mientras, recordando aquella interacción infructuosa de él y Neuman, procedió a explicar.
—una vieja conocida se acercó a mí para hablarme de cosas extrañas.
Su mujer dejó de leer lo que estaba en su revista para observar a su marido. Levantó una ceja, analizando las expresiones de fastidio y amargura por parte de su marido.
—¿me estás diciendo que Victoria Neuman volvió a acosarte una vez más?
Donald negó con la cabeza con algo de incomodidad ante la pregunta de su esposa. Ella tenía una enemistad muy plausible con neuman. Después de todo, aquella mujer que ahora trataba de joder a su esposo constantemente, trató de socavar su reputación, había intentado robarlo y destruir su familia.
La muy desgraciada incluso había sacado secretos de su pasado con el fin de separar a su esposo de ella, sin importar los medios utilizados para lograr el propósito deseado.
La detestaba, no, la odiaba por eso. Neuman estuvo a punto de destruir su matrimonio con alguien especial que sí la valoraba, como parte de su resentimiento infantil de separar a los seres queridos de su marido y aislarlo, aislarlo solo en su problema con la ira.
—voy a interpretar que la mandaste a la mierda.
Ella preguntó, pareció más un mandato que otra cosa. Donald levantó las manos en señal de apaciguamiento, no quería una discusión con su esposa, no tenía mucho de esos en meses, pero cuando pasaba, las cosas tendían a salirse un poco de control.
—si te refieres a que ella desea joder conmigo de alguna u otra forma, descuida, nada de eso es lo que parece.— Donald le aseguró.
—¿Entonces? ¿Cómo demonios logró infiltrarse a vought sin que la sacaran a patadas?
Ante la pregunta de su esposa Verónica, Donald simplemente pudo encogerse de hombros desconociéndo la manera en como ella logró ingresar siquiera al estacionamiento.
—no tengo ni la más mínima idea. —confesó. —pero tal parece que tenía alguna especie de información que quería entregarme a toda costa.
Verónica dejó su revista de lado, tomando interés en lo que decía su esposo.
—¿Qué tipo de información?—ella preguntó.
—cosas serias, yo diría que locuras. De alguna manera está incriminando about con alguna especie de crimen o algo por el estilo. — Donald explicaba mientras reflexionaba sobre lo sucedido. — no negaré que la empresa ha tenido su oscuridad. Todos sus héroes en su mayoría son basura. No puedo negar y desviar la vista de todas las pendejadas que hacen, pero desde hace 10 años, las cosas han ido para mejor. Se podría decir que es una empresa como cualquier otra, solo que manejando superhéroes.
Verónica miró a su marido con algo de preocupación.
—Donald, solo enfócate en tu trabajo. Sé que vought te ha abierto las puertas y te ha dejado hacer un montón de cosas que han sido para mejor para todo el mundo. Pero esa empresa no es normal.
—soy consciente de eso. — Donald asintió. —no soy loco o ignorante, pero creo que lo que ella está diciendo Ya es demasiado.
—ignora todo lo que ella te está diciendo por favor. Solo continúa con tu proyecto, haz algo bueno por este mundo, ayuda a los Súper humanos que están siendo azotados por el congreso en estos últimos años. Es en lo único que debes enfocarte.
Verónica le aconsejó para que su marido se enfocará en lo suyo y solo en lo suyo. donald por su parte asintió mientras reflexionaba al respecto los pensamientos, sin embargo, no lo dejaron descansar en lo más mínimo.
Esa misma noche, Donald fue a su despacho en la hora de la madrugada, sin sueño y pensando en todo lo que su alguna vez colega le había dicho.
Tenía el dispositivo que le había entregado en sus manos, y sin poder evitar controlar su curiosidad arrancó la cinta adhesiva que lo protegía, y descubrió que se trataba de nada más y nada menos que alguna especie de caja negra.
—extraño.
Pensó mientras observaba el dispositivo. Parecía de última Generación. Agarró unos cuantos cables, la conectó a la caja negra, buscó su ordenador personal y procedió a investigar sobre las grabaciones que tenían.
Al momento de proceder a observar las grabaciones, los videos, no pudo evitar sorprenderse a darse cuenta de que esto pertenecía a la aeronave accidentada del difunto alcalde Baltimore.
En aquellos videos encontró de todo. Desde el alcalde festejando a lo grande dentro de el jet, hasta las múltiples orgías que este organizaba dentro de la aeronave.
Nunca hubiese pensado el alcalde Baltimore fuera pasivo, hizo todo lo posible por adelantar lo máximo posible cualquier tipo de filmación comprometedora relacionado con las excentricidades de Baltimore.
No fue una vista que pudiera apreciar.
Entonces juega cuando se acercó a la última grabación por parte de la aeronave, en el que se dirigía hacia Nueva York. Se encontraba junto con su hijo y la junta directiva que le seguía.
Donald observó con interés la manera en Cómo el niño observaba hacia la ventana, en lo que se supone que había afuera.
Incluso el alcalde se había acercado, por la manera en Cómo su cuerpo reaccionaba, decía estar alarmado, y eso llamó su atención.
Entonces cuando observó las siguientes perspectivas, lo que se supone que estaba grabando por fuera, el corazón de Donald se apretó, mientras terminaba en incredulidad.
"no puede ser".
Allí, en el video, se podía apreciar a una persona volando a altas velocidades entre las nubes relampagueantes. Su capa era era única e indistinguible, sus ojos rojos en un calor intenso únicos en su clase.
Homelander seguía el avión de Baltimore.
Donald se estremeció cuando observó con sus ojos sin poder creerlo, Cómo el rayo láser cortó a la mitad el avión que llevaba al alcalde.
Los últimos momentos del alcalde tratando de proteger a su hijo fijándose al suelo de la cabina, sin poder hacer nada ante la explosión que lamió sus cuerpos, carbonizándolos al instante.
Homelander había sido responsable de la caída de la aeronave. Homlander había asesinado al alcalde y a sus acompañantes.
La caja negra siguió grabando por un momento más hasta que ya no había más metraje que mostrar.
Se quedó ahí, observando hacia la nada, sintiendo que su vida se caía.
Su amigo, su hermano, era un asesino.
" vought no es lo que parece..."
Recordó las palabras de Neuman, llegando a la conclusión que parecía precipitada.
Corrió de inmediato hacia su teléfono celular, marcó desesperado al número que deseo poder olvidar, al que no marcaba desde hace mucho.
Tan pronto como apretó el número de llamar, la espera solo duró unos 5 segundos.
[Habla el número privado de Victoria Neuman, ¿con quién tengo el placer de hablar?...]
—¿Es acaso esto cierto? —donald le interrumpió, esperando que todo esto sea solamente algún video falso con el propósito de incriminar a su amigo.
[Donald, creo que es demasiado tarde para hablar sobre algo tan delicado como esto. ¿Por qué no mejor...]
—¡no tengo tiempo para tus rejuegos maldita sea!
[Donald, cálmate por favor]
—¡¡Solo CONTESTA!!
Donald rugió, completamente enfurecido y devastado por la situación en el que se encontraba comprometido alguien muy apreciado para él.
La llamada permaneció en silencio por unos breves momentos, sabiendo Neuman a lo que Donald se refería.
Donald se dio cuenta de su Arrebato momentáneo y se lamentó por esto.
—yo... Dios. lo siento, Neuman. no quería arremeter contra ti... Solo No juegues conmigo por favor, dime que lo que acabo de ver no es real, que solo se trata de alguna especie de Nueva estratagema que tienes contra mí o los 7.
Donald pidió disculpas mientras mantenía su voz al mínimo. Se sentía furioso, sentía la ira y viendo en su interior. Pero no dejó que esas emociones dominara sobre su ser, él era mucho más fuerte que ésto, y lo demostraría una vez más como todos estos años, incluso en esta situación.
[Descuida, Donald. Te entiendo muy bien... Sé que esto es muy duro para ti, Pero esto es cierto. Todo lo que acabas de ver es real.]
Donald permaneció el silencio por un momento antes de asentir para sí mismo.
—yo, entiendo. Gracias por la información.
Desde el teléfono asintió, sonriendo para sí misma. El primer paso ya estaba dado, y Thor, el único héroe de valor dentro de la empresa de vought, estaba fuera de la ecuación.
Ahora solo necesitaba darle tiempo antes de que este vuelva a donde ella creía que pertenecía.
[Sé que esto es duro, pero... Descansa un poco por favor. Ya mañana sabrás qué hacer. Y Si alguna vez necesitas ayuda, lo que sea. Sin importar nuestros problemas y todo lo que haya pasado entre los dos, recuerda que siempre tendrás una mano ayuda de mi parte.]
—sí, gracias por eso. —Donald agradeció. —Hasta mañana, Victoria.
Neuman sonrío desde su casa, habiendo notado Que su plan había dado el éxito que necesitaba.
—hasta mañana Donald.