Roxana seguía al Lord de ojos plateados pensando que de alguna manera le recordaba a ella misma. Podía ver la travesura en sus ojos y sabía más de lo que aparentaba. Era peligroso y tendría que tener cuidado a su alrededor. No podía adivinar cuáles eran sus intenciones y por qué le daba un trato especial. Quizás la veía como una payasa y pensaba usarla como su recadero para espiar al rey. De cualquier manera, él quería algo de ella y con el tiempo lo descubriría.
Ahora se encontraría con el rey encapuchado. No podía negar que tenía curiosidad por verlo pero también estaba nerviosa. Si él la reconocía, entonces ya había preparado su mentira habitual.
Cuando llegaron frente a una grande puerta de madera, el Señor Quintus asintió a los guardias. Uno entró y cuando salió hizo una señal.
—De acuerdo —dijo el Señor Quintus girándose hacia ellos—. Hizo una señal para que los aprendices de los cuarteles de Su Majestad entraran primero.
Support your favorite authors and translators in webnovel.com