¡Cuñada, eres genial!

El chico de la camisa floreada tenía los ojos llenos de un aura feroz de bandido. Era obvio que había pasado por peleas sangrientas. Los ojos de Shen Hanxing eran gélidos, pero sonrió y dijo:

—Veo que Ji Qian no ha vuelto a casa a medianoche. Estoy preocupada, así que vine a echar un vistazo. Después de decir eso, pareció hacer la vista gorda a la situación en el cuarto privado mientras entraba paseando tranquilamente.

A medida que Shen Hanxing se acercaba, las personas en el cuarto privado finalmente pudieron ver su rostro claramente. Su piel era tan suave como la crema y su rostro era como una flor de durazno. Todas las descripciones bellas del mundo podrían usarse para describirla. Era como la flor más bella del mundo, tan hermosa que podía capturar el alma de alguien. Maldita sea.

—Maldita sea. ¿Por qué es tan hermosa la mujer de una familia rica? —Ji Qian escuchó al hombre a su lado. Él jadeó y suspiró suavemente:

—¡Es realmente impresionante!