Maquinando Secretamente

—Sé obediente y serás mi buena hermana —las comisuras de la boca de Cheng Songyang se torcieron y él puso una sonrisa falsa—. Ve a casa e intenta persuadir a mamá. Trata mejor a la familia Ji el día del banquete. Solo cuando yo esté bien, nuestra familia estará bien. Entonces ambos podrán seguir viviendo una vida tan lujosa. ¿Entiendes?

Él palmeó la mejilla de Cheng Liu dos veces con su gran palma fría. El frío que penetraba los huesos parecía extenderse desde su mejilla hasta el fondo de su corazón. Cheng Liu no pudo evitar temblar y sus labios tiritaron.

Al ver la expresión aterrorizada de su hermana, Cheng Songyang sintió un sentido de alegría en su corazón. La sonrisa en su cara se agrandaba. —Te estoy preguntando, ¿entiendes? Respóndeme rápido.

Su palma se deslizó lentamente hacia el cuello de Cheng Liu. Su gran palma se apretó ligeramente como si pudiera romper su delgado cuello en el siguiente segundo.