Cavilando

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—¡El Sr. S era muy inferior a Elena!

Jiang Yue respiró con cuidado. No se atrevía a hacer ningún movimiento brusco ahora. Su cara estaba lívida mientras miraba los seductores vestidos.

Realmente no había esperado que Qiao Nian tuviera la capacidad de conseguir que Elena diseñara un vestido para ella.

La cara de Liu Yu se volvió pálida, pero todavía no quería creer que esos vestidos fueran diseñados por Elena. Dijo sin ceder: "Las palabras son inútiles. ¿Quizás estás mintiendo?"

—Sí, he oído que Elena solo hace ropa para la familia real. Nunca he oído que diseñe ropa para las socialités de este país.

—Así es, así es. Aunque nunca hemos interactuado con Elena, todos conocemos sus preferencias.

…

En ese momento, una joven salió de la multitud. Su mirada cayó sobre los espectadores y dijo: "Esta señorita tiene razón. Dejen de hablar. Ninguno de ustedes sabe nada y solo están diciendo tonterías. ¡Esto es realmente muy vergonzoso!"