De vuelta a casa (parte 5)

— Yo... Quiero lo mismo que ella. — Señalo a Jen.

— ¿Una margarita de limón virgen?

— Sí, eso está bien.

— Con permiso, regreso en un momento con su orden.

El mesero se marcha dejando una atmósfera algo incómoda por el tema anterior.

— Antes de que nos traigan la cena, quisiera compartir contigo una noticia muy importante. — Dice el señor Harris sacando unos documentos de su saco.

— ¿Conmigo? — Me pongo nerviosa sin siquiera saber por qué.

— Sí querida. — Afirma la señora Harris.

— Jen nos dijo que estabas contemplando la posibilidad de conseguir un trabajo de medio tiempo para completar tus pagos de la universidad.

— Sí, es cierto tengo algunas opciones para comenzar a trabajar el siguiente semestre.

— Como eres una excelente y dedicada estudiante, tenemos una sorpresa para ti.

El señor Harris me da los documentos en la mano, al ver la información que contienen me quedo completamente helada.

— Hemos pagado el 100% de tu matricula, sabemos que puedes llegar muy lejos y no queremos que te desenfoques de tus estudios, eres como una segunda hija para nosotros, espero este regalo te abra las puertas para un mejor futuro.

Mis ojos se llenan de lágrimas por tan increíble obsequio, es muchísimo dinero el que invirtieron en mi educación.

— No sé cómo podré pagárselos. — Digo con la voz entrecortada.

— Si quieres pagarnos de alguna forma solo enfócate en graduarte con honores.

— Se los agradezco mucho. — Me levanto a darle un abrazo a ambos. — No los voy a decepcionar.

Los señores Harris siempre han sido muy buenos conmigo, me han apoyado y me han dado también el cariño que mi madre no me ha podido dar durante este tiempo.

— ¿Si te gusto el regalo? — Pregunta Jen con mucha emoción.

— Sí, mucho. — Limpio mis lagrimas con delicadeza para no dañar el maquillaje.

— No sabes cuanto me costó guardar el secreto.

— Lo puedo imaginar. — Nos reímos juntas.

Jen es el tipo de persona que si va a regalarte algo y falta un poco de tiempo para la fecha especial no resiste por mucho tiempo no decirte que fue lo que te compró, esta vez sí me sorprendió mucho, se esforzó bastante en no revelarlo antes de tiempo.

— Incluso pensamos en no decirle. — Revela el señor Harris.

— ¡Oye! — Protesta Jen.

El resto de la velada es bastante amena, Jen y yo compartimos de nuestra comida para comparar cual está más deliciosa, esto es algo que hacemos siempre desde pequeñas.

— Kate ¿Me acompañas al baño? — Jen se pone de pie antes de siquiera esperar una respuesta.

— Si, vamos.

Ella toma mi mano para guiarme a aquel lugar, al cerrar la puerta detrás de nosotras me observa el rostro con bastante detalle, cuando está segura de lo que está viendo frunce el ceño.

— ¿Quién te golpeo? — Pregunta molesta. — Dime para devolverle el golpe.

— Fue mi madre. — desvío la mirada al suelo mientras suspiro al recordarlo.

— ¿Tú ma...? ¿Por qué hizo eso?

— Ya sabes que me odia. — Me encojo de hombros. — No importa.

— Claro que importa, ella no tiene derecho de hacer eso, aunque sea tu madre. En serio necesita buscar ayuda profesional, esto ya se está saliendo de control.

— Lo sé, se lo dije. Como siempre solo me ignoró.

— Lamento mucho que estes pasando por todo esto. — Me da un fuerte abrazo. — ¿Quieres quedarte en mi casa a dormir?

— No, de todos modos, ella se fue, no me sorprendería que regrese mañana después de que yo me haya ido.

— Bueno, supongo que es lo mejor.

— deberíamos volver a la mesa, tus padres nos están esperando.

El tono de llamada de mi teléfono interrumpe nuestra conversación, el número no parece estar registrado en mi celular por lo que solo veo el numero ¿Quién podrá ser?

— ¿Vas a contestar o no? — Pregunta Jen bastante impaciente al ver que no hago más que ver la pantalla.

— Si ya voy, ya voy. — Presiono el icono verde y coloco el teléfono en mi oído sin decir una sola palabra.

— ¿Hola? — Dice Shawn del otro lado de la línea.

— ¿Shawn? — Pregunto incrédula.

Jen se pega al teléfono también para poder escuchar la conversación.

— Sí, soy yo ¿Llamo en un mal momento?

Inmediatamente Jen me hace señas de que le diga que no.

— No para nada, estoy con Jen de hecho, pero puedo hablar.

— Genial, bueno solo llamaba para que tengas mi número, y también para saber cómo estas.

— Estoy muy bien, bastante ansiosa por regresar de hecho.

— Ansiosa por volver a clases ¿eh? — Se ríe.

— Sí, algo parecido. ¿Qué hay de ti?

— Yo estoy más ansioso por verte a ti que de volver a clases para ser sincera.

— ¿A m—mi? — Tartamudeo por los nervios que siento.

— Sí, espero poder verte mañana en la subasta.

La madre de Jen entra también en el baño, no quiero que me escuche hablando con un chico así que decido que es mejor terminar la llamada.

— Oye tengo que colgar, supongo que nos veremos por allí.

Cuelgo la llamada de inmediato, espero no se moleste por ello.

— ¿Todo en orden? — Pregunta la señora Harris.

— Sí, ya estábamos por regresar.

— Bien, las estamos esperando con el postre. — Sale del baño luego de retocar su peinado en el espejo.

— ¿Te invitó a la feria? — Pregunta Jen sorprendida.

— No, claramente dijo que nos veríamos por allí, eso no es una invitación.

El resto de nuestra estadía Jen no deja de molestarme con Shawn enviando mensajes sobre el tema.

° Que envidia, quisiera ser yo quien bese a esos dos.

Suertuda, aprovecha la oportunidad.

Jen 8:52pm ✓✓

° Olvidé decirte que vi una historia de Denver.

Atrás sale Kane con otra chica.

° ¿Él qué?

Bueno, no me sorprende, él es así.

Jen 8:54pm ✓✓

° Es un idiota.

No sé ni porque lo besé.

° Pero besa bien ¿No?

Jen 8:55pm ✓✓

° Lo odio por besar tan bien.

— ¿Ustedes dos porque tienen esa sonrisita mientras hablan en privado? — La señora Harris arquea una ceja al vernos.

— Nada. — Decimos al unísono guardando nuestros celulares al mismo tiempo.

— ¿Listas para irnos? — Interrumpe el señor Harris luego de pagar la cuenta.

Llego a casa a las nueve cuarenta y cinco de la noche, voy directo a mi habitación para desmaquillarme y lavarme el rostro antes de ir a la cama. Aprovecho también para subir a mis redes sociales una foto que me tomé con Jen en el restaurante.

° Hola, lamento haber cortado así.

° No importa. No estabas en casa ¿Cierto?

Shawn 10:03pm ✓✓

° Estaba cenando con los padres de Jen.

° Lamento la interrupción.

Shawn 10:04 ✓✓

° No interrumpiste nada, me alegro de haber hablado contigo.

Tienes una linda voz, me gusta mucho escucharla.

Mi corazón se acelera de tan solo decir eso y mi cara hierve ¿Será por los nervios?

° ¿Ah sí? Entonces quizás deberíamos hablar más,

así puedes seguir escuchandola.

Te ves muy hermosa en esa foto que publicaste. <3< p>

Shawn 10:06pm ✓✓

Aquellas palabras terminan por hacer explotar mi corazón, no sé ni siquiera que responder.

° Gracias, que dulce eres.

° Puedo ser aún más dulce cuando me conoces bien.

Shawn 10:09pm ✓✓

° No puedo esperar a conocerte mejor. :3

Oye, estoy algo cansada, iré a dormir.

° Que tengas dulces sueños.

Shawn 10:10pm ✓✓

° Gracias, tú también.

Doy vueltas en mi cama una y otra vez, me descubro con la sabana porque me da calor y luego vuelvo a taparme cuando siento frío, mi cerebro no deja de dar vueltas en muchos temas de conversación, es imposible poder conciliar el sueño, finalmente me siento en el borde de la cama dándome por vencida, decido que es mejor arreglar mi maleta de una vez para el vuelo de mañana.

— Ya fue suficiente de este comportamiento irracional con tu hija. — Escucho a mi padre hablar en su habitación en el silencio de la noche.

— Ya te dije que no quiero hablar de esto.

— Aun así, vamos a tener esta conversación, estoy cansado de que trates a Kate de esta forma, ella no tiene la culpa de nada.

— Si ella no hubiera escapado del sótano quizás nuestro hijo seguiría con vida.

— De no haber salido quizás los tres estarían muertos ¿Por qué no puedes entender eso? A demás Steve fue quien la alentó a salir, él la salvó ¿Por qué no puedes verlo de esa forma? El último acto de amor que tuvo por Kate fue salvarla de aquellos hombres. ¿Por qué no respetas su decisión y sigues adelante?

— ¿Así como tu sales adelante? Usando tus tiempos libres del trabajo para buscar a dos personas a las que jamás vas a encontrar.

— Esta conversación no es sobre mí. Vas a ir a terapia y eso no está a discusión.

— Y si no quiero ir ¿qué?

— Si no vas quiero el divorcio, no puedo seguir viendo como lastimas a nuestra hija.

— Si te quieres divorciar de mi hazlo, no me importa.

— Lo haré, pero no por ahora, por el bien de nuestros hijos que ya han sufrido mucho. No creo que sea justo hacerlos afrontar otra tristeza más de momento.

— En ese caso vete a dormir a la habitación de huéspedes.

— Solo te diré una cosa más, recuerda que no fuiste tú quien sufrió el trauma de ser secuestrada, ni de encontrar a tus hermanos heridos desangrándose, tampoco que uno de ellos muriera en tus brazos. Kate y Travis se llevaron la peor parte en todo esto así que ya deja de victimizarte y empieza a actuar como una madre, ya no les causes más daño del que sufrieron.

Seguido de esto la casa vuelve a estar en silencio, no se escucha nada más que el reloj del pasillo marcar la media noche. Mi padre sale de la habitación, bastante molesto, puedo deducirlo por los fuertes pasos que se escuchan en el pasillo.

No sé en qué momento comencé a llorar, pero las lágrimas ruedan por mis mejillas hasta llegar a mi mentón.

— Kate, sé que estás despierta. — Mi padre toca la puerta.

Limpio mis lagrimas lo mejor que puedo para que no note que estaba llorando, antes de abrir la puerta respiro profundamente para tranquilizarme.

— Hola papá ¿Qué pasa?

— Escuchaste todo ¿No es así?

— Sí. — Otra lágrima más se escapa de mis ojos. — ¿En serio piensas divorciarte?

— Lo lamento tanto. — Me abraza fuertemente. — Creí que ya estabas dormida. No te atormentes con esto ¿Sí? Tu mamá entrará en razón solo cuando vea que todo se derrumba a su alrededor.

— Espero sea pronto, creo que lo mejor para todos será que me quede en la universidad hasta que mamá supere todo esto, podrías venir a visitarme si quieres.

— ¿Eso te dejaría más tranquila?

— Sí, creo que será lo mejor.

— Hablaremos sobre eso más adelante ¿sí? De momento intenta dormir, tienes que ir al aeropuerto en menos de cinco horas. Descansa. — Me da un beso en la frente.

— Descansa.