Después de un momento de reflexión, Lin Hao finalmente dijo:
—Llama al señor Chen ahora, necesito confirmar algo.
—¿Hacer una jodida llamada telefónica? —Reddy maldijo enojado—. No me importa ningún miembro Platinum ni miembro VIP. Aquí no significan una mierda. He decidido sobre estas dos mujeres hoy, y ni siquiera el rey del cielo puede detenerme, ¿entiendes?
Las palabras de Reddy fueron claramente dirigidas a Lin Hao.
Lin Hao solo pudo lograr forzar una débil sonrisa:
—Disculpa por molestarte, Joven Maestro Di, he arruinado tu estado de ánimo. Pero realmente necesito confirmar este asunto primero, te pido tu comprensión.
Antes de que Reddy pudiera hablar, el joven con rastas detrás de él de repente se agitó.
—¡Mierda, confirmar qué? Quítate de en medio. ¿Crees que no puedo acabarte ahora mismo? —gritó.
Al escuchar esto, los veinte o más secuaces de la Pandilla Wanlong detrás de él avanzaron, inflando el pecho, luciendo fieros y agresivos.
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