Capítulo 29: Llamada entrante

Punto de vista de Theodora

Me sentí jodidamente mal del estómago. Una piedra que pesa en mi pecho. Me dolían los hombros por lo mucho que lloraba. Mi columna se curvó hacia adelante hasta que abracé mis rodillas contra mi pecho. Recé para que mis padres estuvieran bien.

Pero no lo sabía con seguridad.

Sólo sé que podría haber hecho algo.

Salté de la pasarela y los salvé de la misma manera que yo no pude salvar a mi pelotón. Pero Mads no me dejó. Me arrastró hacia atrás, sus pies tropezaron con sus brazos, sujetándome mientras gemía. Pero ahora todo ese dolor se sentía entumecido.

Me sentí entumecido.

El vaso de luz de estrellas que había sobre mi escritorio aún estaba intacto. Me lo serví, pero antes de que pudiera beberlo para calmar los temblores, caí sobre mí y lo tiré en seco al cubo de la basura. No surgió nada, pero mi estómago daba vueltas y vueltas.