—Lo siento, pero el nivel más alto de la medicina china no es internacional; es Huaxia.
Tan pronto como se pronunciaron estas palabras, ¡Guo Xinlei y Lin Xue a su lado se quedaron atónitos!
Se sintió un orgullo nacional dentro de ellos.
Esto era exactamente lo que habían querido decir, y ahora, alguien había dado un paso al frente para decirlo.
Guo Xinlei miró a Ren Feifan con sorpresa, preguntándose de dónde había salido este chico y por qué nunca lo había visto antes.
Justo cuando el profesor Stephen estaba a punto de replicar, Ren Feifan ya había caminado directamente al podio y tomado naturalmente un trozo de tiza.
—Aquí, como amante e heredero de la medicina tradicional Huaxia, explicaré tres cosas a todos.
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