—¿Dónde has estado estos últimos dos días? Siempre apareces y desapareces como un fantasma —frunció el ceño Lindsey Wolfe.
—No he estado haciendo mucho, solo pescando en el río para venderle a la Directora Xia —dijo Greg Jensen con una sonrisa tonta.
—¿Dónde no puede comprar pescado la Directora Xia? Solo compra tus peces porque piensa que eres un simplón. No deberías pescar más, es una carga innecesaria para ella —Lindsey Wolfe lo miró fijamente y dijo.
—Mmm.
Greg Jensen estuvo de acuerdo rápidamente con la boca, pero internamente se estaba riendo para sí mismo.
—A propósito, van a levantar las vigas del techo de la casa en los próximos dos días. Deberías apresurarte a volver y ayudar —dijo Lindsey Wolfe.
—De acuerdo —Greg Jensen sonrió y salió de la tienda de verduras.
Amber Hall estaba sentada al lado, mirando la espalda ancha de Greg Jensen, sus hermosos ojos llenos de primavera, pensó: «¿Se habrá puesto aún más robusto Greg?».
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