Yang Chen tenía que admitir que no había otro camino. Dado que el Emperador Bai Wei se atrevía a decir eso, debía estar completamente seguro. Ocultarlo ahora sería inútil y solo haría que el Emperador Bai Wei le tomara aún más antipatía.
En cambio, era mejor ser franco. Quizás todavía había un atisbo de esperanza para él.
Ahora Yang Chen estaba verdaderamente sin opciones y no podía fingir no estar nervioso.
Bajo el control de un gran emperador, casi no tenía ninguna oportunidad de escapar. Todos sus medios eran inútiles, el Emperador Bai Wei podría matarlo con facilidad. Con su fuerza actual, no estaba calificado para escapar de las manos de un fuerte a nivel emperador.
El Emperador Bai Wei entrecerró los ojos y se rió con desdén. —Chico, realmente te atreves a admitir que no eres de la familia Bai.
—Los juniors no tienen otra opción si no lo admiten —dijo Yang Chen con una sonrisa amarga.
El Emperador Bai Wei retiró su aura opresiva y dijo seriamente:
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