Basil Jaak miró a la chica frente a él, la que Alejandro llamaba Sara. Era mono y tenía un rostro encantador, pero parecía un poco ingenua. A pesar del maquillaje pesado en su rostro, no podía ocultar su inocencia juvenil.
—¿Tu nombre es Sara? —Basil echó un vistazo al rostro ingenuo de la chica y preguntó con curiosidad.
—¡Sí! —Sara asintió suavemente, un atisbo de timidez en sus ojos. No estaba seguro si todo era una actuación.
—¡Guía el camino! —Basil sonrió.
—Claro, señor, por favor sígame —dijo Sara, sonrojándose un poco, asintió y cordialmente condujo a Basil al interior.
Guiado por Sara, Basil Jaak hizo un tour por el salón, entendiéndose así los fundamentos del casino subterráneo.
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