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Capítulo 16

[Escuela de Xavier para Jóvenes superdotados].

Los amplios pasillos de la escuela se abarrotaban de una multitud de estudiantes que se dirigían a sus clases. Estos estudiantes parecerían normales como cualquier otro ser humano, pero si se mirara con más atención se podría ver a algunos cuantos con extrañas apariencias. Había uno con largas uñas metálicas, había otro al cual le salían protuberancias de la cabeza similares a cuernos de rinoceronte, y así como ellos había más jóvenes con apariencias diferentes.

Pasando por los pasillos se destacó un hombre robusto, este hombre también poseía una extraña apariencia aún más evidente, era tan alto que casi llegaba a los dos metros de altura, pero lo que más se destacaba era que se parecía a una figura humana hecha de metal.

Cada vez que algún estudiante lo veía pasar lo saludaba con respeto. El hombre asentia a los estudiantes con rostro inexpresivo, pero ningún estudiante se sintió intimidado, todos sabían que esta era la aptitud habitual de esta persona y eso no significaba que estuviera de mal humor.

Pronto el hombre fue encontrado por una mujer de cabellera plateada y piel bronceada. —Peter, ¿el profesor también te ha llamado? -dijo la mujer tratando de entablar una charla.

—Ororo, es bueno verte. Regresaste temprano de la misión. Parece que el profesor necesita decirnos algo importante, de lo contrario no habrías regresado tan temprano -dijo el hombre con un remarcado acento ruso mientras caminaba junto a ella.

La mujer asintió. —Parece ser que hay algo que ha estado inquietando al profesor. Por eso nos ha convocado a todos para que nos reunamos. Hank se adelantó para llegar primero con el profesor. En cuanto a Jean, Scott y Logan, ellos están en camino.

Si Rilley supiera que el profesor X presentía sus intenciones, en verdad estaría algo sorprendido por tan aguda intuición, tal vez lo atribuiría a sus desarrollados poderes mentales. El profesor ya no era joven, era un hombre experimentado con el tiempo suficiente para familiarizarse con su poder y darle un uso mayor a lo convencional. Al final Rilley simplemente sonreiría por tan conveniente serie de acontecimientos, sin dar ni un solo paso atrás con su plan.

El plan de Rilley era simple, atacar a la escuela mutante para llamar la atención de todos los principales integrantes del equipo X-Men, en cuanto ellos lo atacaran huiria inmediatamente, o eso era lo que les haría pensar, porque en realidad iría directamente al profesor X desprotegido. Rilley atacaría al profesor y lo obligaría a usar su habilidad de control mental para probar el uso de su microchip de protección mental.

No tenía miedo de fallar, no era que tuviera absoluta confianza en su propia creación, si bien en verdad la tenía, también había dejado un plan de contingencia en caso de que Charles Xavier lo controlara o incluso lo matara. Rilley no acostumbraba a dar las cosas por hecho sin importar si hubiera una alta posibilidad de éxito, a menos claro está que no hubiera otra manera.

Estos planes ya los había pensado desde mucho antes que el microchip de protección mental fuera producido. El haber producido la primera versión le sirvió como un estímulo para decidirse a ejecutar su plan lo más pronto posible, todo esto porque estaba ansioso por comprobar la función de su dispositivo.

Antes de que ambos llegaran a la entrada de la oficina del profesor, se escuchó una fuerte explosión a lo lejos en los pasillos exteriores de la escuela.

¡BOOM!

Las explosiones continuaron en una serie consecutiva. De pronto la puerta de la oficina del profesor se abrió revelando a un hombre que vestía un traje formal de color oscuro, este hombre tenía una apariencia extraña, era de un color azul cubierto de un denso pelaje por todo su cuerpo.

Soltando un gruñido sin prestar atención a las dos personas, el extraño hombre rápidamente se dirigió hacia donde provenian las explosiones a cuatro patas como si de una bestia se tratara.

Peter y Ororo se miraron, sin perder más tiempo ambos también corrieron siguiendo al extraño hombre de pelaje azul.

...

Rilley trepó las paredes de forma cautelosa evitando con extremo cuidado el no ser captado por las cámaras de seguridad instalados por toda la escuela mutante. De no ser porque había instalado el microchip de protección mental y ya había establecido una conexión con la IA Sophin probablemente no podría ser capaz de darse cuenta de la existencia de tan ocultos dispositivos de vigilancia.

Rilley tenía que admitir que Charles Xavier en verdad podría haberlo engañado al hacerle creer que no tenía dispositivos de monitoreo en su propia escuela, incluso pensó que el profesor era un poco tonto por dejar sin supervisión a un grupo de jóvenes mutantes. Pero todo apuntaba a que el tonto había sido él mismo por creer en estas cosas, Rilley simplemente pudo sonreír burlándose de sí mismo.

Llegando a la cima del muro se quedó quieto hasta que recibió la señal de que ninguna cámara apuntaba en su dirección. Con extrema velocidad dio un salto que lo catapultó directamente al techo de la mansión, pero rápidamente se movió quedando adherido por debajo del techo de un pasillo exterior.

La agudeza auditiva de Rilley le permitió escuchar los sonido de pasos que se acercaban a lo lejos hacia su posición. Dando un respiro profundo se concentró para desvanecer su presencia, ahora cualquiera que pasara no sería consciente de que se encontraba por encima de sus cabezas. Esto sería así siempre y cuando nadie mirara directamente en su posición, de lo contrario sus intentos por ocultarse simplemente serían vistos como una broma.

Pronto aquellos sonidos de pasos se escucharon más cerca, y con ellos también las voces de un hombre y una mujer teniendo una discusión.

—Scott aprecio tus gestos, pero actualmente no estoy lista para iniciar con una relación romántica. Ten paciencia, no hagamos que nuestra interacción como equipo sea extraño o incómodo. -dijo una suave voz femenina.

El hombre respondió con voz decepcionada. —Jean, en verdad me disculpo por mis palabras tan abruptas, simplemente pensé en sacar esto de mi pecho y decirte el como me siento. No deseo que nuestra relación actual sea incómoda.

Rilley inmediatamente reconoció a estas dos personas, Scott Summers y Jean Grey. Era muy difícil el olvidar a cíclope, un integrante principal y líder del equipo de patrulla mutante conocido como X-Men. Mientras tanto Jean Grey era aún más difícil de olvidar para Rilley, y esto no era por la belleza de esta última, se debía principalmente a que ella era una portadora innata de la "Fuerza Fénix".

Teniéndola presente en estos momentos, Rilley sintió ganas de atraparla y estudiar aquel poder. Pero se contuvo al evaluar que no sería rival si la "Fuerza Fénix" despertara para lidiar consigo mismo. Decidió que cuando tuviera la suficiente fuerza atraparía ese poder y lo estudiaría al deseo de su corazón, tal como lo había hecho con el poder perteneciente exclusivamente a Spider-Man.

De pronto Jean Grey detuvo su caminar y guardó silencio, sintiéndose extraña miró a Scott sin decirle una sola palabra. Ante los pensamientos relativamente maliciosos de Rilley, por más pequeño que estos hubieran sido aún así por alguna razón ella todavía pudo sentirlo. Rilley notó esto y rápidamente suprimió sus pensamientos con una orden a su chip de protección mental.

Jean no despegó sus ojos de Scott, parecía que estaba buscando algo de él, como si quisiera encontrar algo oculto en su interior. Ella pudo sentir algo, pensamientos maliciosos hacia ella, la única persona cerca era Scott por lo que supuso que tal vez inconscientemente se había filtrado estos pensamientos. De ser así estaría muy decepcionada de él.

Scott se sintió incómodo ante la intensa mirada que le dirigía Jean. Pensando que ella se había enojado por su anterior declaración de amor, rápidamente se disculpó como si fuera un niño que fue regañado por sus padres, su tono de voz lo hacía sonar culpable y con su disculpa demostraba un arrepentimiento sincero.

Jean inspeccionó la mente de Scott en busca de sus verdaderos pensamientos, pero solo pudo encontrar un arrepentimiento sincero por su acción anterior. Ella realmente no quería que él se sintiera culpable por eso, sin embargo, desplazó estos pensamientos y se centró en la sensación anterior. Era extraño ya que no parecía haber nadie más cerca de ellos, entonces pensó que simplemente eran imaginaciones suyas.

Posterior a la inspección mental la mirada que Jean le dirigía a Scott ahora era cálida y le transmitía cierta armonía, era evidente que para ambas personas el ambiente antes tenso se había aliviado, desplazando por completo aquel extraño sentimiento de incomodidad. Y las cosas hubiesen terminado así de no ser porque tras sentirse aliviado, Scott soltó un suspiro mientras miraba por encima de su cabeza.

Lo que vio lo dejó estupefacto, su mente quedó momentáneamente en blanco y simplemente miró hacia arriba sin saber como actuar.

Y allí estaban ambos hombres mirándose a los ojos uno frente al otro, por unos pocos milisegundos no parecía haber reacción entre ellos, al contrario las cosas parecían ir demasiado tranquilas. Pero esta situación no duró para siempre, quien rompió esta calma no fue otro más que cíclope, en menos de un instante movió su mano y activó su visor expulsando un largo rayo de energía de color rojo.

¡BOOM!

Esto tomó por sorpresa a Jean, pero conocía a Scott y sabía muy bien que el no actuaba de manera precipitada, al menos en asuntos serios. Entonces ella se puso en guardia contra cualquier ataque enemigo.

Milisegundos antes de que el rayo de energía saliera disparado del visor de cíclope, un escalofrío se trasmitió de la parte baja de su columna, y casi al mismo tiempo en la mente de Rilley se formó una proyección a escala real que le mostraba el ángulo, velocidad y potencia del disparo, así como también posibles soluciones. Todas estas imágenes pasaron como un destello de luz, tan rápido para cualquier otra persona normal, pero Rilley todavía tuvo tiempo de contemplar sus opciones de respuesta ante tal amenaza.

Este extraño fenómeno sucedió tras la activación de su "Cybersentido", mientras más incómodo era este escalofrío más alto era el nivel de amenaza. En estos momentos el escalofrío era extremadamente bajo, al punto en el que si no le ponía atención podría olvidarlo por completo.

Disparando telarañas al suelo y usándolas como anclas jaló de ellas para bajar rápidamente, logrando así esquivar sin muchos problemas el primer ataque. Rilley finalmente pudo poner en acción su "Cybersentido" y comprobó su utilidad en este tipo de situaciones, entendió una vez más el por qué el "sentido arácnido" era de las habilidades más poderosas que Spider-Man podría tener.

Si bien podría haber esquivado ese ataque con el uso de sus sentidos normales aumentados varias veces tras la aplicación del suero Ultrax, tal como la vista, estaba seguro de que al menos no sería tan sencillo y fluido como lo había hecho hasta ahora. Su reacción fue instantánea, era tan sorprendente que incluso se podría pensar que su cuerpo había entrado en modo automático durante unos segundos.

Su "Cybersentido" le había alertado sobre las amenazas presentes y en cuestión de un pensamiento le había mostrado un gran número de respuestas y soluciones practicas y fácilmente utilizables para el tipo de situación, una vez seleccionada la solución o respuesta calculada entonces se guiaría inmediatamente a la acción. En verdad el "Cybersentido" era tan excepcional que no sería una exageración el llamarlo un modo automático en acción.

Pero antes de que Rilley se regocijara por su gran logro, la parte baja de su columna le transmitió una débil sensación de escalofríos y una proyección se presentó en su mente. Esta proyección mostraba más ataques simultáneos por parte de cíclope. Una vez más entrando al modo automático esos ataques fueron fácilmente esquivados, ahora con sus movimientos estaba mostrando la agilidad y flexibilidad digno de un arácnido, cualquiera que lo mirara no tendría duda de que se trataba del verdadero Spider-Man en persona.

¡BOOM!

¡BOOM!

¡BOOM!

Los múltiples disparos de rayos láser destruyeron gran parte del césped y caminos del amplio pasillo exterior, pero solo eso, en realidad no había una destrucción significativa de los alrededores. Recordando los cómics que había leído en su vida anterior, sabía que los ataques de cíclope sin duda eran lo suficientemente potentes como para propiciar un daño significativo a otros seres, en algunas versiones la energía que salía de sus ojos poseía una temperatura comparable a la temperatura de la capa media y exterior del sol.

El origen de la energía de sus ojos era un enigma que no tuvo respuestas tras varios años, y cuando murió jamás pudo saber la respuesta a aquella duda, pero algunos fanáticos teorizaban que probablemente su poder provenia de alguna extraña dimensión. Tras escuchar esa teoría en aquel momento no pudo evitar pensar en Hulk y la puerta verde.

Ahora que recordaba eso nuevamente, no pudo evitar pensar que cíclope sería un buen espécimen de investigación. Ya que en los cómics no pudo conocer el origen de esos poderes, ahora que veía a cíclope en persona era una oportunidad de investigación.

Mientras más lo pensaba más se sentía tentado, su sentido de investigación lo instaban a atrapar a cíclope. De acuerdo con su "Cybersentido" el actual cíclope no tenía la suficiente habilidad ni poder como para significar un peligro o un mínimo daño. Por lo que Rilley llegó a la conclusión de que sería sencillo atrapar a cíclope. Ahora que estaba aquí frente a una oportunidad única, olvidó por completo la razón principal por la que se había decidido a entrar a la escuela de mutantes, por ahora Charles Xavier había pasado a segundo plano.

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