Los audaces y los arruinados

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Alejandro se sintió aliviado al escuchar que Helena estaba bien.

—Mientras estuve ausente, investigué a la familia Sigmund. Las cosas no son tan sencillas como parecen. Compartiré el informe contigo una vez que regresemos a Marte —dijo Alejandro.

—De acuerdo —respondió ella simplemente. Tenía curiosidad por conocer los detalles de lo que realmente había pasado y si sus padres estaban involucrados en la decisión de usarla en el asesinato.

Alejandro y Helena se ponían al día y sus mayores observaban desde la distancia, su abuelo con una sonrisa burlona. Lex fue a ayudar a Harry a levantarse, ya que no podía ni siquiera sostenerse por sí mismo.

—Eso realmente te agotó. En el futuro no uses tu nueva herencia sin entrenarte primero. Si no eres cuidadoso, podrías lastimarte a ti mismo —le advirtió Lex.