¡Luna!

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Detrás del condado de Baldwin había muchas montañas.

Todo el año, sus picos permanecían blancos de nieve.

Por ello, se les llamaba la Rango de Montaña Nevada.

En su cumbre había un alma solitaria.

Sus rasgos faciales eran inmaduros y su cuerpo estaba fuera de forma, pero desprendía el aire de un verdadero experto.

Estaba vestido de negro completo.

Estiró la mano y abrió su palma.

Inmediatamente, un agujero negro apareció sobre ella y expulsó un guante negro.

Si alguien hubiera visto eso, se hubiera sorprendido.

Sin hesitar, el adolescente dejó a un lado su espada enfundada y se puso el guante.

De inmediato, su Estadística de Fuerza aumentó a más de 50 puntos, sobrepasando los límites de un aprendiz de Templado de Cuerpo, y su Estadística de Agilidad también aumentó en 2 puntos.

Roy había comenzado a guardar todos sus objetos, incluyendo la herencia de su madre, en su Subespacio, liberándose de la preocupación de que alguien robara sus cosas.

Incluso si su malvada madrastra y su hijo descubrieran la caja fuerte secreta en su habitación, no obtendrían nada.

Un destello plateado recorrió la montaña. Era Roy moviéndose a gran velocidad.

Había venido una vez más a las Montañas Nevada porque sospechaba de cómo la manada que había matado había criado a un Líder Lobo de Nieve en las duras condiciones de las montañas nevadas.

Había muchas hierbas en este lugar, pero casi ninguna Hierba Mágica.

Esa era la razón por la cual los Monstruos de Arma nunca venían aquí a cazar. Cazar en un lugar con Hierbas Mágicas escasas era una pérdida de su tiempo.

Era muy, muy difícil que una manada tuviera un Líder Lobo de Nieve tan joven sin usar cientos de hierbas mágicas.

Una cantidad ridícula de recursos era necesaria para el nacimiento de un Líder Lobo de Nieve.

Pero esta ridícula cantidad no se podía encontrar en este lugar.

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¿Entonces cómo criaron a un lobo de nieve hasta convertirlo en un Líder Lobo de Nieve?

—Tal vez encuentre una respuesta a mi pregunta en su guarida —pensó Roy, adentrándose más.

Se movía en busca de la guarida de los lobos.

Minutos más tarde, Roy encontró a un par de lobos de nieve. Para ser más exactos, habían venido aquí buscándolo a él.

—¡Aúuu!

—¡Aúuu!

En el momento en que posaron su mirada sobre él, aullaron realmente fuerte. Los pájaros se alejaron y un mal presentimiento surgió en el corazón de Roy.

—Están tramando algo, pero lo que sea que estén planeando se volverá en su contra —pensó Roy mientras desenfundaba Reflejo y corría hacia los dos lobos de nieve.

Ambos estaban en el octavo nivel. Matarlos le otorgaría 160 EXP. No iba a perderse esta oportunidad.

Su Fuerza ya era más alta que la de un Monstruo Jefe Nivel 10, pero cuando equipó su espada, aumentó cinco puntos más, acercando su fuerza a la de un Maestro de Armas.

Era demasiado poderoso.

Los Monstruos Nivel 10 no tenían oportunidad contra él.

Los dos lobos de nieve huyeron a la carrera, alejándose del demonio. Usaban los árboles como cobertura para esconderse de la línea de visión de Roy mientras ampliaban la distancia entre ellos.

—Se han vuelto más astutos que la última vez —pensó Roy mientras, con un suave salto, se lanzaba al aire.

Mirando hacia abajo, vio a los dos listillos zigzagueando entre los árboles.

Sus labios se curvaron en una sonrisa, una sonrisa asesina, y como un psicópata murmuró:

—Los atrapé...

Hizo un picado, aterrizando tres pasos por delante de ellos. Lo único que vieron los Lobos de Nieve entonces fue un destello de luz blanca. Roy se posicionó dentro de su rango de ataque. Pero ellos no movieron ni un músculo pues no tenían la fuerza ni el aliento para hacerlo. Roy desenvainó su espada. En ese instante, las cabezas de los dos lobos de nieve se desprendieron de sus cuerpos, cayendo al suelo blanco que su sangre ensuciaba.

—『Has matado a dos Lobos de Nieve. ¡Ganas +1 Agilidad y 160 EXP!』

Una notificación con buenas noticias sonó en los oídos de Roy, pero su expresión se tornó para peor, pues la notificación no llegó sola sino que trajo consigo un gran sentido de peligro.

Había una fuerte sensación de hormigueo en la nuca como si la Muerte misma estuviera pasando su mano por su cabello, y continuos escalofríos recorrían su espina dorsal.

—Tu sexto instinto se ha activado.

—Un peligro mortal se aproxima.

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—¿Desde dónde? —Roy miró a su alrededor, poniendo todos sus sentidos al límite.

Como era de esperarse, había una enorme fluctuación de maná a 20 metros detrás de él.

Sus sentidos no lo engañaban.

Alguien había lanzado un hechizo justo ahora, ¡y su objetivo era él!

Se dio la vuelta, y lo que vio le afinó los ojos al tamaño de agujas.

Rayos relucientes de frío brotaron de los costados del árbol, lanzando un asesinato sobre él.

—¡Muro de Maná! —pronunció con urgencia. Inmediatamente, un escudo de maná se manifestó de la nada, y lo agarró con su mano izquierda. Tanto el escudo como la espada enfundada se lanzaron, destrozando seis Lanzas de Escarcha en pedazos.

Dos oleadas más de fría escarcha intentaron reclamar su vida. Roy hizo un esprint a su izquierda. Seis de ellas se clavaron en el lugar que acababa de dejar. No pudo salir de la trayectoria a tiempo. Las enfrentó de frente, destrozándolas con su escudo y espada.

[¡Has perdido 0.3 PS!]

Una de ellas pasó zumbando, abriendo una sangrienta herida en el lado de su hombro.

No dolía mucho, pero Roy sentía como si una docena de abejas lo hubieran picado en el mismo lugar.

—¡Muéstrate! —justo cuando gritó esas palabras, un lobo de nieve de tamaño reducido seguido por lobos de nieve de tamaño variable entró en su visión. Había docenas de ellos, más de los que había eliminado días atrás. Cuatro de ellos estaban dos niveles por debajo de él. El resto eran considerados como hormigas insignificantes por Roy.

El lobo que los lideraba tenía ojos azules y la marca de una luna creciente en su frente.

Después de observarla bien, la expresión de Roy cambió a sorpresa y dijo con labios temblorosos:

—¡Tiene que ser una Luna! —sus labios temblaban de emoción y no de miedo.

¿Cuáles eran las posibilidades de que un joven Lobo Lunar y un joven Lobo Invernal aparecieran en el mismo hábitat carente de Hierbas Mágicas? ¡Cero!

Eso solo significaba que habían desenterrado un tesoro que les estaba ayudando a evolucionar súper rápido, ¡y ahora Roy quería tomarlo para sí mismo!

『Lobo Lunar』

Nivel: 10

PS: 15/15

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—¡Aú! —Este rugido señaló el inicio de la pelea.

La inteligencia del Lobo Lunar tomó por sorpresa a Roy.

A diferencia del Lobo Invernal, que lo había enfrentado con fiereza, ella se había quedado atrás y empujó a sus subordinados al frente para luchar contra él.

Los lobos de nieve lo rodearon, formando un círculo a su alrededor.

—Si crees que puedes abrumarme con números, ¡estás equivocado! —Roy se burló.

La Luna no prestó atención a sus palabras y aulló, ordenando a sus secuaces despedazarlo.

—¡Aúú! —Instantáneamente, se abalanzaron sobre él.

Los ojos de Roy se volvieron crueles y su espíritu de lucha se elevó a un nivel sin precedentes.

Sus músculos se hincharon, su rostro se puso rojo y las venas sobresalieron en su cabeza y cuello como si un exorcista estuviera tratando de expulsar a un demonio de su cuerpo.

—¡Muere! —Un instante después de pronunciar esa palabra, una ola de Aura invisible a simple vista estalló en todas direcciones, con él como centro.

Los lobos que se habían lanzado sobre él fueron arrojados brutalmente.

Algunos chocaron contra sus camaradas, algunos murieron después de estrellar sus cabezas contra piedra fría como el hielo, mientras que otros golpearon a árboles gruesos y cayeron desplomados en la nieve. Los carámbanos colgantes de los árboles cayeron al ser sacudidos, apuñalando a los lobos en la parte inferior.

Se oyeron aullidos lastimeros.

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