Su crianza lo había forjado en un guerrero formidable, pero también le había dejado una visión cínica de la existencia.
El choque de ideologías y poder solo podía llevar a un resultado: una batalla de proporciones épicas. Ryder no quería que eso sucediera, pero tampoco quería involucrarse, ya que eso solo empeoraría las cosas.
Por eso, se mantuvo alejado de todo lo relacionado con el Reino de los Dioses, enfocándose solo en su propio Mundo y en sus hijos, dándoles la mejor enseñanza que podía. Incluso cuando Janus llegó y pidió su ayuda, solicitando a Nyx que reclamara el trono, Ryder se negó.
Conocía a su propio hijo y no quería que arriesgara su vida contra su propio hermano. Si Caen era un dios arrogante que empezaba desde la cima y consideraba a todos por debajo de él, entonces Nyx era la persona que respetaba incluso al más débil y empezaba desde abajo.
Support your favorite authors and translators in webnovel.com