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Tu cuerpo y alma son míos

Continuó:

—El demoníaco gusano rojo consumirá mi corazón en menos de tres años. Quiero que Rio esté preparado antes de dejar este mundo. No sabemos qué clan mostrará sus colmillos contra la familia real después de mi partida. Tú no eres lo suficientemente fuerte para enfrentarlos sola, tampoco lo es Helia. Si la profecía del viejo es cierta, entonces Rio sería el elegido

—Solo quiero que esté listo para ese día. No puede suceder si me hago el fácil con él. Ya pasó mis pruebas con notas sobresalientes. Incluso domó a Helia, que odia la mera vista de los humanos —dijo Dylan con un brillo triste en sus ojos.

—¿Los hiciste encontrarse sabiendo que ella lo despreciaría? —ella entrecerró sus ojos.

—No te preocupes. Ella lo entrenó todos estos días y también dijo que él no es como otros humanos. Me estaba contando cómo vio un triste anhelo de su familia ya que es un huérfano —dijo Dylan con una sonrisa al recordar a la violenta Helia contándole sobre Rio cuando tomaron juntos una taza de té.

—¿Helia lo entrenó todos estos días y hasta sintió lástima por él? —los ojos de Lia estaban asombrados al escuchar la historia.

Ella recordó su conversación

—¿Fue doloroso?

—No... La entrenadora es una dama de corazón blando. Me quedé deslumbrado por su belleza por un momento. Pero ella no es tan bonita como tú.

Su corazón se sintió cálido al recordar cómo él la elogiaba mientras la comparaba con su propia prima hermana.

—Estuve vigilando su entrenamiento, por lo que estaba seguro. Pero necesitaba que se llevaran bien para que ambos pudieran apoyarte. Si Helia se separaba de ti por causa de Rio, habrías perdido a una de las asistentes más confiables y a una de las espadas más fuertes a tu lado —dijo él con voz indiferente.

—No quiero que fuerces las cosas sobre Rio. Si lo lastimas por tus motivos políticos, entonces no me culpes por ser irrazonable —la belleza de cabellos blancos le habló fríamente a Dylan y se dio la vuelta para salir de la habitación.

Dylan bajó los hombros y suspiró con desilusión al darse cuenta de cuánto su hija había llegado a valorar a un chico extranjero en menos de cuatro semanas.

***

Rio se despertó al sonido de pasos. Cuando abrió los ojos vio a Lia entrando en la habitación.

Ella tenía una frialdad pintada en su rostro y ojos, pero cuando vio a Rio mirándola, se desvaneció y se volvió cálida.

—¿Dormiste bien? —le preguntó ella al entrar a la habitación.

—Sí, pero no recuerdo nada antes de dormir. ¿Cómo terminé en tu cama? ¿Aprovechaste mi tentador cuerpo anoche? —Rio le preguntó con una mirada dudosa y de manera sarcástica mientras temía que se enojara.

—¿Qué clase de pregunta es esa? Tu cuerpo y alma son míos por ley del cielo ya que soy tu esposa. Dime, si yo no aprovecho tu 'tentador cuerpo', ¿las chicas humanas lo harán? —preguntó ella con voz seria mientras cruzaba los brazos delante de él y sus ojos brillaban con malicia.

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—Eso… digo… ¿no estamos yendo demasiado rápido? ¿No deberíamos comenzar por sostenernos las manos primero? —Rio dijo mientras su rostro se enrojecía y tartamudeaba al hablar.

—Lia tuvo que contenerse para no reír al ver su reacción.

—Anoche hubo un prisionero que intentó atacarme y tú me salvaste matándolo —habló ella con voz suave, ayudándolo a recordar lo sucedido.

—La realización lo golpeó mientras recordaba lo sucedido. Su rostro se oscureció al principio y luego cambió a un rojo intenso al recordar cómo había estado llorando en su abrazo y cómo ella lo había abrazado para dormir mientras le revolvía el cabello carmesí.

—Lo siento… Solo ahora recuerdo lo que pasó —dijo él con una sonrisa agridulce y se rascó la parte trasera de la cabeza.

—Ve a lavarte la cara. Yami pronto traerá comida. Anoche vomitaste toda la comida. Tu estómago comenzará a rugir si no comes pronto —ella le habló mientras se dirigía al tocador.

—De acuerdo —Rio fue a lavarse la cara mientras Lia se arreglaba el cabello.

—Después de un tiempo, Rio salió del baño para encontrar que Yami estaba saliendo de la habitación con el carrito mientras los cuencos de comida estaban colocados en la mesa portátil.

—Comieron juntos mientras él la espiaba de vez en cuando. Temía que ella se enojara por la noche anterior.

—Terminaron la comida juntos y Yami volvió para limpiar antes de dejar a la pareja sola.

—¿No irás a tu entrenamiento hoy? —ella le preguntó.

—Mis clases comenzarán pronto. Nos dijeron que informáramos a la escuela después de encontrar a nuestro superior en el refugio o que nos teletransportáramos a refugios extranjeros. Llevo aquí 28 días. Estarán pensando que estoy muerto, perdido o capturado. Aunque no hay nadie que se preocupe por mí, aún necesito volver —Rio habló con un tono de amargura en su voz.

—¿Quién dijo que no hay nadie que se preocupe por ti? —ella entrecerró los ojos mientras la temperatura de la habitación bajaba.

—Me refería en otro mundo —Rio tragó nervioso, preocupado de que ella pudiera golpearlo de nuevo.

—Mejor así —ella dijo fríamente y continuó—. ¿Entonces cuándo regresas?

—Hoy, ¿eso está bien? —él la sondeó.

—¿Cuándo regresarás? —ella habló con un brillo de esperanza en sus ojos.

—Nunca —Rio bromeó manteniendo un tono serio.

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