—¿Qué es esto? —preguntó, tratando de alejar el calor de sus mejillas y orejas desviando su atención hacia su pregunta.
—¿Qué crees? Es un vestido que mandé a hacer especialmente para ti —Ian entró en su habitación como si fuera lo más natural para él hacerlo, y con un clic, cerró la puerta detrás de él.
¿Un vestido? Elisa observó cómo Ian se dirigía hacia la esquina de su cama. Su mano tomó el vestido que Edward le había regalado para tomarlo en su mano y, con un chasquido ligero, una llama prendió el borde del vestido e Ian lo arrojó a la chimenea para ver la tela convertirse en cenizas.
—¡Ah! —Un grito escapó de sus labios al ver el vestido convertirse en nada.
Al oír el grito preocupado de los delicados labios de Elisa, Ian, que había tomado asiento al lado de su cama, se tomó su tiempo para cambiar la mirada hacia ella. —¿Qué sucede, Elisa? ¿Estás triste porque quemé el vestido? ¿Porque no tuviste la oportunidad de ponértelo?
Support your favorite authors and translators in webnovel.com