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Anne frunció el ceño ya que no sabía qué quería la mujer de ella, pero recordó la advertencia de Declan.

—No sé de qué estás hablando. Pero no tengo nada que ver contigo. Así que, será mejor que te vayas —murmuró y se dio la vuelta para caminar en la otra dirección cuando se encontró de nuevo con Eva frente a ella.

Anne miró hacia atrás y luego a la mujer. No la vio moverse en absoluto.

Eva soltó una risita al ver su cara confundida.

—Ay, que ingenua eres. ¿Verdad? No me digas que Declan actúa como un humano delante de ti. ¿Cómo puedes estar tan sorprendida por algo tan pequeño cuando Declan nunca se queda quieto un segundo antes de usar sus poderes? —preguntó con una voz divertida.

—.... —Anne nunca lo había visto usar poderes. Solía ser un hombre tan dócil. ¿Todo eso también era una actuación? Pero si era así, ¿por qué seguía sin usar sus poderes delante de ella?