Mujer adúltera (1)

—Hermano Alberto, ¿quién es exactamente ese hombre? —preguntó Gu Jiao poco después de que regresaron a su habitación.

Alberto negó con la cabeza antes de tomar una respiración profunda. —No lo conozco mucho. Solo lo he oído mencionar por el presidente una vez. Sin embargo, puedo decirte que ese hombre es una persona peligrosa a la que no te puedes permitir ofender.

Gu Jiao estaba insatisfecha con su respuesta. —¿No es también muy poderoso el Presidente Tzongshi? ¿Por qué debería tener miedo de ofenderlo? Él es solo otro joven maestro rico, ¿verdad?

¿Otro joven maestro rico? Alberto se burló de esto. Si ese hombre era solo otro joven maestro rico que se arrastraba ante sus padres para sacarles más dinero, entonces él no sabe lo que pensarían los verdaderos jóvenes maestros ricos que dependen de la riqueza de sus padres.